La tecnología va a cambiar el mundo, y en concreto la 5G, impulsando los salarios a la baja, y por lo tanto, haciendo inexistente la inflación. Según Mondher Bettaieb, director de crédito corporativo de Vontobel AM, los tipos seguirán bajos en este contexto… algo que podría durar para siempre, según explica en esta entrevista con Funds Society. De hecho, si las autoridades monetarias quieren evitar la recesión, tendrán que seguir tomando medidas, y ampliándolas, incluso con el llamado “dinero helicóptero”.
¿Por qué cree que la tecnología 5G va a generar una caída en los salarios?
Se trata de un asunto muy importante que no puede resolverse fácilmente, sino que tiene que vincularse con todo. Es una buena oportunidad, porque iniciamos una nueva década. Creo que en este punto tenemos que pensar en eras, un periodo que suele durar mucho tiempo y que implica grandes cambios. Si hablamos de eras, todavía estamos en la de la revolución industrial; concretamente en la cuarta fase, en la de la digitalización que, desde nuestro punto de vista, empezó en 2007 con la aparición del iPhone. Cada una de estas fases dura unos 30 o 40 años.
La digitalización va a mejorar gracias a la tecnología 5G. Para ilustrar lo que significa esta nueva tecnología yo diría que el 2G, 3G y 4G eran como un Fiat Cinquecento y el 5G es un Lamborgini. Todo va muy rápido. Esto va a revolucionar la industria. La evolución de la tecnología de sensores va a permitir que los robots de las fábricas puedan prescindir de los cables, el 5G va a permitir que los datos de estos sensores se puedan transmitir más rápido y que, además, se puedan enviar volúmenes enormes de estos datos. Aunque tomará un tiempo, al final, estos procesos van a provocar que se necesiten menos trabajadores en tareas rutinarias en todas las industrias.
En este contexto, los trabajadores que trabajaban en sectores como el de automoción y que ganaban 40.000 euros podrían perder su empleo y podrían encontrar otro con sueldos más bajos. La lógica afirma que cuando los ingresos son menores, se consume menos y esto es importante porque la economía de los países desarrollados está sostenida por el consumo. En este escenario, las empresas pierden su capacidad de fijar precios y se ven obligadas a invertir menos y a crear menos puestos de trabajo o pagar unos salarios más bajos.
¿Hay alguna fórmula para parar este círculo vicioso?
Los gobiernos deberían hacer algo para acompañar a los ciudadanos en este viaje, pero no lo están haciendo y no se dan cuenta de que, en este entorno de menos empleo y menores salarios, la recaudación de impuestos va a caer. Esto no les permitirá afrontar más deuda en un futuro. Esta falta de iniciativa de los gobiernos es lo que está haciendo crecer el populismo. Lo que deberían empezar a desarrollar es inversión en infraestructuras para educación y sanidad, por ejemplo.
Los únicos que parecen estar pensando son los chinos. Ellos se han adelantado a la tecnología 5G porque tienen un problema con el crecimiento de la población y el envejecimiento.
En este entorno lo único que puede ayudar es que los tipos de interés no suban, por lo que creemos que las políticas de tipos ultrabajos van a mantenerse. Si antes los bancos centrales afirmaban que los tipos estarían bajos por un largo periodo de tiempo, creemos que en estas circunstancias seguirán bajos para siempre.
¿Son conscientes los bancos centrales?
El propio Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, está preocupado por la ausencia de inflación. Y, de hecho, durante su último discurso en Jackson Hole, nos contó la misma historia, aunque con diferentes palabras. En él habla de eras en la inflación. La primera, la de la inflación, comenzó en la década de los 50 del pasado siglo y finalizó en 1982. La segunda comenzó en 1983 y finalizó en 2009 y fue la era de la moderación. En 2010 empezamos la tercera era, dominada por un crecimiento económico bajo y una ausencia de inflación (que él llama Missingflation). Es decir, hemos pasado de un periodo de fuerte demanda en los 50 a una demanda baja en la actualidad. En una era como la actual, si estamos interesados en que los ciudadanos consuman, no se van a producir subidas de tipos de interés.
¿Será eso suficiente para animar a los consumidores en este entorno?
Los bancos centrales tienen muchas herramientas para hacer frente a esta situación. Pueden poner en marcha un QE eterno en que quepan compras de más activos, además de la renta fija. No debería extrañarnos que en algún momento de esta década nos despertáramos con la noticia de que los bancos centrales están entregando cheques a los ciudadanos, el famoso “dinero helicóptero”.
Es decir, como los políticos del mundo no están actuando, el único actor que puede tomar medidas para traer el equilibrio a la economía y a la sociedad son los bancos centrales.
¿Cree que los bancos centrales están preparados para poner en marcha todas estas medidas?
No les quedará más remedio. Si no, iremos a una nueva recesión.
En este entorno, ¿qué tiene que hacer un inversor en renta fija?
Hay que comprar activos mirando el spread, tales como crédito y high yield.
¿Crédito en Europa o en los emergentes?
Yo prefiero mercados desarrollados porque creo que todavía hay valor en crédito y en high yield en Europa y en Estados Unidos. La gente puede decir que los spreads son muy estrechos, pero siempre hay que compararlo con lo que se puede conseguir. Si obtengo un spread de 400 puntos en high yield, por ejemplo, estoy contento.
¿Hay que asumir que ya no se puede invertir sin cierto riesgo en bonos?
No, porque hay que pensar que los nuevos bonos soberanos a partir de ahora son los bonos corporativos. De otra forma, si se compra un bono soberano sin cupón, no se obtiene dinero. De hecho, si miramos el riesgo bajo la ratio de la volatilidad de los retornos, es mayor en bonos soberanos que en crédito, incluso en BB.