La Reserva Federal sigue acaparando mucha atención del mercado. El acta de la reunión de abril del Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) denotó más dureza de lo que esperaba el mercado. Como consecuencia, se produjo un rápido reajuste al alza de los tipos de intervención de la Fed, aumentando del 5% al 30% las probabilidades de subida de tipos de interés en junio. En cuanto a la subida en julio, que era y sigue siendo el escenario base de NN Investment Partners, las probabilidades han avanzado hasta el 61% a fecha de hoy, según la herramienta FedWatch Tool de CME Group.
Para la gestora holandesa, una de las consecuencias predecibles de este reajuste al alza de precios fue una nueva apreciación del dólar estadounidense tras haberse debilitado desde febrero. La fuerte tendencia alcista del dólar estadounidense desde mediados de 2014 se explica para la firma por la inusual divergencia de las políticas monetarias: la política monetaria más restrictiva en EE.UU. frente a política más expansiva en la zona euro y Japón. Al principio, la Fed restó importancia al impacto negativo de la apreciación del dólar sobre la economía estadounidense, pero a comienzos de este año resultó ser cada vez más difícil de defender.
Esto se debió, recuerdan los expertos de la firma, a que las autoridades chinas mostraron que ya no estaban dispuestas a dejar que el yuan se apreciase en sintonía con el dólar estadounidense. Además, la apreciación del dólar repercutió negativamente en los precios de las materias primas, perjudicando al sector energético de EE.UU., a muchos países emergentes y a la actitud ante el riesgo en general. Las condiciones financieras en EE.UU. han experimentado, de manera generalizada, un endurecimiento muy significativo desde mediados de 2014.
En su último informe de mercado, NN Investment Partners explica que como consecuencia de estos cambios, la Fed pasó en marzo a adoptar una postura más dura, haciendo más hincapié en el circuito retroalimentado negativo de una política monetaria restrictiva de la Fed por la vía de una apreciación del dólar. Podría decirse que la Fed pasó de ser ‘rehén de los datos’ a ser ‘rehén de los mercados’. Ello tuvo su reflejo en los tipos de interés a 2 años de EE.UU., que están mostrando una fuerte correlación con la propensión al riesgo (véase el gráfico). Y esta correlación es diferente de lo que cabría pensar: los tipos de interés de EE.UU. más altos no están perjudicando a la actitud ante el riesgo, sino que, en su lugar, la mejoría de la actitud ante el riesgo está permitiendo al mercado dar por descontadas en sus precios más subidas de tipos de interés por la Fed.
Dilema para la Fed si persiste la fortaleza del dólar
“En este contexto, resulta bastante difícil prever el próximo movimiento decidido del dólar. Desde comienzos de mayo, el dólar estadounidense ha registrado una apreciación generalizada a medida que los mercados daban por descontada una mayor probabilidad de subida de tipos de interés por la Fed este verano. Puesto que los datos estadounidenses no han sido especialmente más altos de lo previsto, parece que ello guarda relación fundamentalmente con la línea dura mostrada por las declaraciones de los responsables de la Fed. Una de las explicaciones de esta dureza podría haber sido la mejoría de la actitud global ante el riesgo desde principios de febrero”, apunta la firma.
No obstante, esto también implica que, si sigue apreciándose el dólar estadounidense, ello podría volver a traer consigo un abaratamiento de las materias primas, una atonía de los mercados emergentes y una depreciación del yuan frente al dólar estadounidense, todo lo cual ya ha sucedido al haberse apreciado el dólar desde primeros de mayo. “En ese caso, puede que la Fed necesite volver a adoptar una postura más dura y/o los mercados ya lo habrán previsto. En varias ocasiones durante los 12 últimos meses, los circuitos retroalimentados desde el dólar estadounidense hacia los mercados emergentes y en sentido de vuelta a EE.UU. han mostrado que pueden ser significativos y que pueden influir en lo que piensa la Fed. En todo caso, confirma la opinión de que la senda de subida de tipos de interés será muy gradual”, dice NN IP.
Como conclusión, la gestora considera que en este momento, la fortaleza del dólar tiene todavía algún camino por recorrer, ya que los movimientos de los mercados desde principios de mayo parecen demasiado modestos para volver a reajustar al alza las expectativas sobre precios de la Fed. Con todo, parece prudente marcarse de cara al futuro un objetivo de oscilaciones del dólar tan sólo reducidas.