Pese al reciente debilitamiento del apoyo vía datos económicos fundamentales para los productos de renta fija privada, NN Investment Partners prevé que esta clase de activos continúe beneficiándose de flujos de inversión. La firma considera que los bancos centrales siguen respaldando a la economía y los mercados financieros, y los inversores probablemente continuarán, de momento, con su búsqueda de rendimiento con tanta avidez como siempre.
Para los analistas de la gestora, es posible que ni siquiera la próxima subida de tipos de interés por parte de la Fed – suponiendo que la senda de subida siga siendo gradual, como se prevé que suceda– cambie el panorama actual, en el que los bancos centrales parecen dispuestos a seguir comprando bonos, proporcionando, de hecho, a los mercados financieros una opción de venta.
“Por ahora, al menos, la presencia de un comprador con un poder adquisitivo ilimitado se impone sobre todas las demás consideraciones. En Europa, el Banco Central Europeo y el banco central de Inglaterra han complementado sus respectivos programas de expansión cuantitativa basados en deuda pública con planes de compras de valores de deuda empresarial con ratings de categoría investment grade, que prestan un respaldo directo a los mercados de deuda empresarial”, explica en su último informe de mercado.
Y es que, estiman, los bancos centrales han logrado convencer a los inversores de que, mientras abunden los riesgos y haya una alta incertidumbre, la naturaleza sistémica de cualquier factor en contra que surja será contenida y tratada adecuadamente. El riesgo de volatilidad puede aumentar, pero una crisis profunda parece improbable, habida cuenta de la aparente voluntad y capacidad de los bancos centrales para intervenir impidiendo contagios.
“Las compras directas por parte del BCE y del BoE han sido y posiblemente seguirán siendo muy propicias para los mercados de deuda corporativa investment grade. También pueden llegar a ser cada vez más decisivas en el respaldo a los productos de renta fija privada de mayor riesgo, especialmente en la zona euro, donde la combinación de compras de valores de deuda pública y de deuda corporativa investment grade ha arrastrado a los rendimientos de los valores de deuda corporativa investment grade denominados en euros hasta un raquítico +0,70%”, apuntan.
No debe sorprender, por tanto, que los inversores busquen invertir en las pocas áreas que restan donde hay cierto repunte de los rendimientos a costa de la deuda pública y los valores de deuda empresarial investment grade. Este efecto “trickle‐down” ya ha comenzado y NN IP espera que cobre impulso, pues parece que ya se ha sacado casi todo el jugo de las clases de activos situados en las primeras posiciones de la fila, como la deuda pública y los valores de deuda corporativa investment grade.
“Tampoco nos pilla por sorpresa que las categorías de activos beneficiadas por el efecto “trickle‐down” que se han elegido sean la deuda high yield, tanto en dólares como en euros, y la deuda de mercados emergentes. Se trata de las categorías de renta fija privada que recientemente han registrado las mayores entradas de inversiones”, explica NN IP.
En vista de la reciente moderación de los indicadores de sorpresas macroeconómicas de EE.UU., la probabilidad de una subida de tipos de interés en septiembre ha vuelto a caer y se ha confirmado el carácter gradual de una senda de nuevas subidas, cuando ésta se produzca. Por tanto, se prevé que los flujos de inversión continuarán avanzando en la dirección de la renta fija con mayores rendimientos, como la deuda high yield y de los mercados emergentes, lo más probable a costa de la deuda investmente grade, que ya se ha exprimido a fondo, sobre todo denominada en euros.
Por ello, NN IP mantiene posicionamientos de pequeña sobreponderación en deuda high yield en euros y en dólares. En comparación con la deuda investment grade en euros, los diferenciales de la deuda high yield siguen siendo interesantes.
“La deuda de los mercados emergentes, que tiene que recuperar cierto terreno perdido con respecto a la deuda high yield en comparación con los niveles del período anterior a 2013, puede que sea aún más atractiva”, conluye la gestora.