Peter Khan es el gestor principal del Fidelity Funds Global High Yield Fund y defiende la importancia de “renovar el pasaporte” e invertir en deuda de alto rendimiento desde un enfoque internacional. “Los diferenciales más amplios y los rendimientos más elevados hacen atractivo un enfoque mundial. Las ventajas de invertir en todo el mundo también se ven acentuadas por la mayor diversificación, la liquidez más amplia y la multiplicación de las oportunidades”. Además, considera que existen bonos de empresas atractivas con ingresos internacionales que sufren discriminación por su domicilio.
“Los inversores que hayan viajado por el mundo recientemente habrán podido constatar la evolución de los bonos de alto rendimiento y las oportunidades que ofrecen. En lugar de centrarse en un mercado, los inversores deben ser conscientes de las ventajas en forma de rendimientos más altos, diferenciales más amplios, mayor liquidez general y mayor diversificación que ofrece un enfoque sin restricciones regionales. Entrar en los mercados emergentes e invertir en diferentes regiones nos ayuda a generar alfa”, explica, en un reciente informe.
Además, la diversificación regional reduce la volatilidad. “Nuestra cartera internacional de bonos de alto rendimiento no tiene restricciones geográficas, lo que nos permite invertir en las mejores oportunidades en todo el mundo. En la práctica, esto significa que podemos orientar nuestra exposición a las áreas que nos parecen más atractivas”. Una asignación de activos neutral sería del 60% en EE.UU., 30% en Europa, 5% en Asia y 5% en Latinoamérica.
Si se comparan las correlaciones de los bonos de alto rendimiento, se aprecia el poder de la diversificación (figura 1). Si EE.UU. no es atractivo como inversión, una alternativa podría ser Asia a la vista de sus bajas correlaciones. Dado que estos mercados no se mueven en paralelo, invertir de forma táctica en cada región puede generar un comportamiento más homogéneo y mejorar las rentabilidades para los inversores. Esto se traduce en una cartera internacional con una volatilidad más baja (figura 2).
Numerosas oportunidades y en constante cambio
Las oportunidades se encuentran repartidas entre cuatro mercados claramente diferenciados, que traen consigo ventajas de diversificación (figura 3). En un extremo de la escala se encuentran los bonos de alto rendimiento de los mercados emergentes, que están empezando a afianzar su credibilidad. En comparación, el mercado estadounidense está muy consolidado y tiene más liquidez, una base de inversores más amplia y mejor cobertura.
Además de encontrarse en diferentes puntos de su desarrollo, se distinguen matices regionales. Los títulos del sector financiero representan un tercio del mercado europeo de bonos de alto rendimiento, debido sobre todo a la gran cantidad de ángeles caídos que dejó tras de sí la crisis bancaria de 2008. Por el contrario, la calidad crediticia general es mejor, con un 68% de títulos concalificación BB, frente al 40% en EE.UU. Probablemente EE.UU. es el mercado que mejor se conoce, pero también tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, la diversificación sectorial es mayor, pero la energía tiene un gran peso (14% del mercado).
Los bonos de alto rendimiento asiáticos son únicos en lo que a desglose sectorial se refiere, ya que las empresas inmobiliarias representan un tercio del índice. Los mercados emergentes están dominados fundamentalmente por Rusia, China y Brasil, que suponen el 40% del índice. Este grupo es el que más rápido crece y es probable que experimente la mayor evolución durante los próximos cinco años, según Fidelity.
Rendimientos más elevados
Los diferenciales de los bonos de alto rendimiento se han estrechado considerablemente, pero las valoraciones que se observan en los mercados mundiales siguen ofreciendo una compensación adecuada por las pérdidas previstas por impagos, aunque con un margen de error más pequeño. La mayor parte de los mercados desarrollados cotiza ahora por debajo de sus medias a largo plazo, aunque siguen estando por encima de sus mínimos anteriores a la crisis. Los fundamentales siguen siendo sólidos, el aspecto técnico es favorable y la economía mundial está cada vez más fuerte, por lo que la compresión de los diferenciales podría continuar. Un enfoque internacional ofrece diferenciales más elevados que los bonos de alto rendimiento estadounidenses o europeos (los dos mayores mercados del mundo), sobre todo debido a la prima con que cotizan los mercados emergentes; los rendimientos totales son superiores al 8% en Asia y Latinoamérica (figura 4).
Fidelity concluye advirtiendo de que estas ventajas de invertir en high yield global también implican riesgos, derivados de la calificación media más baja, la mayor duración y la presencia de emergentes en las carteras.