El pasado jueves 2 de noviembre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pronunció un discurso en el que anunció la intención de su gobierno de reestructurar los pagos futuros de la deuda, sin que eso vaya a interferir con el pago de la deuda a muy corto plazo.
Hasta el momento, no se ha producido una suspensión de los pagos de la deuda externa. El vicepresidente Tareck el Aissami (a cargo de posibles negociaciones con los acreedores) dijo que continuarán atendiendo los compromisos financieros pero buscando renegociar la deuda. La Asociación de Operaciones de Mercados Emergentes recomendó que los bonos de Venezuela y de la petrolera estatal PDVSA continúen operando con intereses devengados, ya que la declaración de Maduro no equivale a un incumplimiento.
Desde NN Investment Partners recuerdan que una de las principales razones de la fuerte voluntad de Venezuela (hasta ahora) de pagar los vencimientos de su deuda son las importantes ramificaciones legales de un incumplimiento –tanto en la deuda de PDVSA como en el bono soberano– que privarían al país de la única fuente real de divisas en la economía: sus exportaciones de petróleo.
Sin embargo, en los últimos años, la mala gestión de la economía continuó mientras que los precios del petróleo cayeron sustancialmente. Como resultado, la declaración del gobierno es un reconocimiento de que su capacidad de pago ahora parece cuestionable.
El gobierno venezolano desea reunirse con los acreedores el 13 de noviembre en Caracas, pero las sanciones de los Estados Unidos dificultan la refinanciación o reestructuración de la deuda venezolana. Para NN IP no está claro que muchos inversores vayan a estar interesados en ir a Caracas. El gobierno y PDVSA deben alrededor de 1.600 millones de dólares en pagos de intereses de bonos en período de gracia hasta finales de 2017 y 9.000 millones de dólares adicionales en intereses de bonos durante 2018.
Reacción del mercado
El viernes 3 de noviembre, el subíndice del país de Venezuela (dentro de los índices JPM EMBI) bajó un 25,35%, lo que provocó una rentabilidad negativa del subíndice en lo que va de año de 27,72%. Esto contrasta con el rendimiento de 2016 del subíndice de Venezuela, que fue del 53,19%.
“Hemos sido constructivos con respecto a la voluntad del gobierno de continuar pagando su deuda. Nuestra opinión era que había grandes posibilidades de que finalizara 2017 sin un evento de crédito, y en base a las declaraciones del vicepresidente, El Aissami, todavía creemos que existe la posibilidad de que continúen pagando en lo que resta de año”, explican los expertos de la firma.
Dado el resultado de las elecciones regionales y la fragmentación de la oposición, así como la falta de impulso de los manifestantes, NN IP cree que el cambio de régimen es cada vez menos probable.
Posicionamiento
“Hasta el viernes 3 de noviembre, el fondo EMD Hard Currency tenía una posición de sobreponderación moderada en Venezuela (1,81% frente al 1,14% del índice de referencia, JPM EMBI Global Diversified). En términos de contribución a la duración del diferencial, el fondo tuvo una contribución de 0,06 años de Venezuela, mientras que el índice de referencia tuvo una contribución de 0,03 años”, explican.
La estrategia del fondo NN Emerging Markets Debt Hard Currency (EMD HC) invierte en instrumentos de deuda denominados principalmente en dólar, emitidos por empresas de países en desarrollo con un nivel de renta medio y bajo. El equipo que lidera Marco Ruijer invierte en instrumentos de deuda de América Latina, Europa del Este, Asia, África y Oriente Próximo con el objetivo de lograr una revalorización de capital a largo plazo.
“Nuestra exposición a los bonos soberanos y PDVSA de Venezuela es defensiva, en términos de selección de instrumentos, con un enfoque en bonos de menor precio. Creemos que la selección de instrumentos probablemente compensará el impacto de nuestra sobreponderación moderada, por lo que no esperamos un impacto significativo en el rendimiento relativo del fondo. En este momento, no planeamos hacer cambios sustanciales en nuestra posición en Venezuela», dice la gestora.
En este contexto, el equipo está monitoreando la situación de manera continua y espera que haya cierta volatilidad en el mercado en los próximos meses. Los activos venezolanos han sido volátiles en los últimos años, como se puede ver en el gráfico.
“La situación de la deuda de Venezuela se conoce desde hace bastante tiempo, y creemos que los inversores de mercados emergentes más experimentados conocen muy bien la situación. Como tal, no creemos que haya riesgo de contagio para la clase de activos de deuda en moneda fuerte para de los mercados emergentes”, concluyen.
A veces incluso lo que es fijo, necesita someterse a un cambio.