Los inversores minoristas españoles se niegan a hacer caso al adagio de «no mezcles la política con las carteras», y la mitad piensa en sus inversiones a la hora de decidir a quién votar en unas elecciones.
Los datos, extraídos de la última edición de ‘El pulso del inversor minorista’ de eToro, muestran que el 54% tiene en cuenta su cartera de inversiones a la hora de elegir a un candidato electoral, frente al 44% que no lo hace. También se ha observado que los inversores minoristas que se inclinan políticamente a la derecha son más propensos que los de izquierdas (72% frente a 40%) a tomar decisiones de voto basadas en la salud de sus inversiones.
En la encuesta trimestral, realizada a 10.000 inversores minoristas de 13 países, surgieron otras diferencias entre los inversores de derechas y los de izquierdas. Por ejemplo, el 70% de los primeros declararon tener mucha confianza en sus inversiones, frente al 74% de los de izquierdas. Esta diferencia en el optimismo es evidente en otras métricas incluidas en el estudio, con los inversores de izquierdas más propensos a sentirse muy confiados sobre la economía, el mercado inmobiliario y sus ingresos y nivel de vida. Estos datos contrastan con los de los inversores a nivel global, entre los que la confianza es mayor para aquellos orientados a la derecha.
«Este es el mayor año electoral de la historia, con citas en Europa, EE.UU. y en todos los mercados emergentes; y los pequeños inversores buscan hacerse oír cada vez más. Las cuestiones económicas están en el centro de la atención de muchos votantes y un número cada vez mayor de minoristas está adoptando un enfoque activo respecto a lo que los posibles cambios políticos significan para sus carteras”, explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.
El estudio realizado por eToro también ha revelado que, mientras que la mayoría de los votantes de derechas (57%) cree que está en el buen camino para alcanzar sus objetivos de inversión, esta cifra desciende al 51% entre los votantes de izquierdas. No obstante, tanto los votantes de izquierdas como de derechas esperan obtener la misma rentabilidad anual de sus carteras, en torno al 9%.
Cuando se les pregunta por su asignación sectorial, las diferencias entre los inversores de todo el espectro político son pequeñas, con la excepción de unos pocos sectores. Los inversores minoristas de derechas son más propensos a invertir en sectores de la «vieja economía» como el energético (37% frente a 29%), el minero (19% frente a 18%), el industrial (21% frente a 17%), así como en el sector inmobiliario (28% frente a 24%) y el financiero (74% frente a 69%).