La titubeante recuperación de 2021, con una economía que intentaba redimirse de los estragos provocados por la pandemia, ha venido acompañada de una evolución económica cada vez más incierta en este 2022, a causa de los riesgos que comenzaron a materializarse durante la primera mitad del año.
Ante esta coyuntura, Bas Fransen y Xavier Fàbregas -director de mercado de capitales de Caja de Ingenieros y director de Caja Ingenieros Gestión, respectivamente- han presentado las perspectivas económicas y financieras previstas para los próximos meses en una sesión moderada por Joan Cavallé, a la que han asistido más de 600 socios de la entidad. Durante la presentación se han analizado los diferentes impactos que han sacudido la coyuntura económica actual y la situación de los mercados financieros.
Joan Cavallé ha iniciado la sesión con un mensaje de confianza: «Nos encontramos ante un proceso de transformación, en el que ahora no podemos ver la realidad que, probablemente, vislumbraremos en los próximos seis meses y que supondrá un nuevo escenario con condiciones económicas diferentes a las actuales. Los riesgos existen, pero también suponen, a medio y largo plazo, una generación de valor. Existen sectores con una posición sólida, en unas condiciones de resiliencia muy relevantes y con una posición financiera holgada. El sistema es fuerte y este elemento genera confianza en el futuro».
El devenir de los próximos meses está empañado por la perturbación que atraviesa la economía mundial: las tensiones geopolíticas, unidas por el conflicto en Ucrania y la crisis energética.
En palabras de Bas Fransen: «El entorno económico y financiero es muy complejo y las tensiones geopolíticas elevadas y, en consecuencia, la incertidumbre es muy relevante. Por esta razón recomendamos cautela, prudencia y paciencia en la toma de decisiones de inversión. En este caso, la prudencia se traduce en la diversificación de las carteras, la incorporación de activos reales como cobertura contra la inflación, la definición de un horizonte temporal a medio y largo plazo y la consideración de oportunidades de inversión en renta fija».
Ante una inflación que asciende a máximos de varias décadas y presiones de pricing, los bancos centrales abogan por actuar con mayor premura endureciendo rápidamente su política monetaria. En consecuencia, los distintos indicadores de sentimiento señalan un creciente pesimismo sobre la coyuntura económica por parte de los distintos agentes económicos. Los bancos centrales se han concentrado en dar prioridad a controlar la inflación lo que combinado con el deterioro de las perspectivas económicas han precipitado un claro empeoramiento en los indicadores adelantados y de sentimiento de los inversores.
Asimismo, la sustancial subida de los precios energéticos, particularmente en el caso del gas, es otro de los componentes inflacionistas. «Este año, los beneficios en Europa y Estados Unidos han seguido creciendo, incluso a pesar del conflicto en Ucrania, debido a que las empresas han sido capaces de trasladar al producto final el incremento de costes derivado del alza de los precios energéticos. Además, sectores como el energético han visto cómo sus beneficios por acción se incrementaban de forma exponencial en relación con el año anterior» ha afirmado Xavier.
El riesgo climático, una prioridad
En lo que va de año las estrategias de inversión socialmente responsables (ISR) han experimentado un comportamiento significativamente peor que el de las estrategias tradicionales, en parte por una infra ponderación clara en sectores como el energético, que cuenta con una elevada huella de carbono. Adicionalmente, tanto las estrategias de exclusión como las de integración en factores ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) que seleccionan compañías con mejores métricas ambientales o sociales, han experimentado un peor retorno bursátil que las de los índices tradicionales.
La evidencia empírica apoya la idea que las compañías con una mejor calificación de su información extra-financiera tienen un coste de capital menor y, por tanto, tienen mejores condiciones de acceso a la financiación. En este sentido, los activos que integran factores ASG tienen: un mayor margen de beneficios, por encima del promedio; una mayor disponibilidad de capital; y, en términos de márgenes están por el medio del promedio. “Desde un punto de vista de salud financiera, estamos plenamente convencidos de que existe valor en este tipo de compañías”, ha concluido Xavier.
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