Existe un “número sorprendentemente elevado” de activos en el mercado con un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Según un reciente estudio de NN Investment Partners, en concreto, son 3.000 de los 15.000 analizados. Esto se explica parcialmente si se tiene en cuenta que el universo también incluye a small caps. A partir de estos resultados, la gestora hace hincapié en que, en contra de la percepción habitual, las empresas con un impacto positivo tienden a crecer más rápido y a tener menor coste de capital que aquellas con una repercusión insignificante o negativa.
Además, cuando se ajusta el tamaño del universo, ofrecen un mejor retorno de la inversión en flujo de efectivo, una señal de su calidad financiera. “Estos descubrimientos ponen de relieve nuestra creencia de que los retornos financieros y sociales pueden ir de la mano”, asegura.
Un área de inversión relativamente nueva
El fuerte y creciente interés en el impacto de la renta variable cotizada es un fenómeno reciente, ya que arrancó en enero de 2016, cuando entraron en vigor los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Al tratarse de un área de inversión relativamente joven, los datos son limitados y hay escasa evidencia empírica.
A esto se une que los inversores institucionales todavía no se encuentran del todo familiarizados con este tipo de estrategia. “Muchos lo ven arriesgado y esperan que el impacto positivo se genere a expensas del alpha y los resultados financieros. Sin embargo, nuestro análisis y nuestra base de datos sugieren lo contrario”, afirma NN IP, al desmontar el “mito” de que este tipo de inversión cueste dinero o conlleve peores retornos ajustados al riesgo.
A su juicio, con la aparición de nuevas empresas de impacto en el mercado y la transformación de otras para serlo, el universo se expandirá y se diversificará. Además, si se extiende el hábito de brindar información sobre las repercusiones de cada negocio, será más fácil monitorizar el impacto de una manera más tangible.
Los resultados de la investigación de NN IP también subrayan la importancia de analizar los fundamentales sobre los cuales las firmas están preparadas para adoptar modelos de negocio más sostenibles. Aquellas que mejoren y generen menos daño que el resto disfrutarán de una ventaja competitiva cuando los mecanismos de precios e impuestos comiencen a tener un efecto comercial sobre el impacto negativo (como las emisiones de carbono o el contenido de azúcar).
Resultados de la investigación
A la hora de invertir en activos de impacto, la gestora considera esencial contar con una base de datos que le permita analizarlos rigurosamente. Por ello, en 2016 inició el proceso de articulación de una propia que, actualmente, atraviesa su tercera fase. Para construirla, ha partido de los 15.000 activos disponibles en la base de datos CS HOLT.
Tras realizar un estudio exhaustivo, que incluyó la investigación del impacto positivo y negativo de cada activo y de su exposición a los ODS, la gestora halló 3.000 empresas con un impacto positivo, es decir, el 19% del universo analizado. Este resultado es “mucho más alto” de lo que esperaba y considera que se debe a que introdujo compañías mucho más pequeñas que no se incluyen en otros índices. Pero, incluso si se excluyeran aquellas empresas que tengan una capitalización menor a 1.000 millones de dólares, habría 1.300 firmas con impacto positivo.
La investigación de NN IP refleja que, además de existir más compañías de impacto positivo en el segmento de las small caps que entre las large caps, una empresa en un mercado emergente tiene más repercusión que su homóloga en uno desarrollado. Sin embargo, también revela que en los emergentes hay un mayor número de entidades con impacto negativo, ya que su exposición a sectores de la vieja economía, como la minería o el petróleo, es superior.
En cuanto a la temática, la distribución de las firmas con impacto positivo del universo de NN IP es muy desigual.
Por último, el análisis muestra que las empresas con impacto registran mejores resultados en tres factores clave: el rendimiento del capital, el crecimiento y el coste del capital. “Sus mayores tasas de crecimiento tienen sentido, ya que tienden a ser más innovadoras y a beneficiarse del impulso de los ODS, y no suelen involucrarse con industrias en extinción”, apunta NN IP. En su opinión, esto también explica sus menores tasas de descuento, ya que las hace más resistentes y menos cíclicas.
Fondos de impacto
NN IP considera que este universo “de impacto” es de mayor calidad que el universo general. Con ello en mente, aplica una estrategia de inversión responsable a la que destina alrededor de 238.000 millones de euros, de los cuales 1.200 millones se dirigen a inversión de impacto.
En concreto, cuenta con dos fondos destacados: el NN Global Equity Impact Opportunities –que invierte en renta variable cotizada que ofrece retornos atractivos con un impacto social y medioambiental positivo- y el Green Bond –que invierte en una cartera global de bonos verdes de alta calidad (de AAA a BBB-), en su mayoría denominados en euros-.
Cabe destacar que este último es el mayor fondo de bonos verdes del mercado, con alrededor de 600 millones de euros en activos bajo gestión y, en total, el equipo gestiona 1.000 millones en activos dedicados a los bonos verdes.