Era el momento de pelear y dar un paso adelante, pero los resultados de la última noche electoral (la quinta desde 2015) han dejado más preguntas que respuestas para los españoles que han votado este 23-J, dado que ningún partido ha sacado un resultado lo suficientemente sólido como para poder gobernar en solitario. El sentir general es que el resultado está más abierto que nunca, y así lo está reflejando el Ibex 35 en los primeros compases de la sesión, cotizando en negativo pero con pérdidas inferiores al 1%.
La primera conclusión de las casas de inversión que están reaccionando a este resultado es que, gane quien gane o incluso si hay repetición de las elecciones, la situación económica del país es lo suficientemente sólida como para mantener el tipo en los próximos meses. “Aunque las elecciones no hayan aportado tanta estabilidad al país, su posición subyacente es probablemente lo bastante sólida como para ayudarle a atravesar algunos meses más de incertidumbre si, por ejemplo, hay que organizar nuevas elecciones”, indica por ejemplo Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM.
Moëc afirma que, aunque PSOE y PP plantearon diversas cuestiones en sus respectivas campañas, “no hubo nada revolucionario sobre la mesa”. “Tenemos muchas razones para estar preocupados por Europa en estos momentos, pero España puede seguir estando a cierta distancia de los primeros puestos de nuestras preocupaciones”, asevera el economista jefe de AXA IM.
«Las elecciones de este domingo han dejado el peor escenario posible: ninguno de los dos bloques políticos ha conseguido un resultado suficientemente holgado como para gobernar con facilidad. Con seguridad, esto dará lugar a un escenario de incertidumbre durante varios meses, ya sea por los acuerdos que tendrán que alcanzarse con otras fuerzas políticas, especialmente con las de corte nacionalista, o bien porque se tendrán que repetir estas elecciones», resume Antonio Aspas, socio y consejero de Buy & Hold.
«Posiblemente, los valores más afectados en esta situación serán aquellos con más peso de negocio en el mercado nacional, tales como los bancos comerciales más puramente domésticos o algunas compañías energéticas», añade.
Para Dario Messi, analista de renta fija de Julius Baer, la formación del nuevo gobierno será “un proceso largo y complicado, y es posible que se repitan las elecciones”. Messi observa: “España está experimentando un giro hacia la derecha (centro), siguiendo en parte la tendencia de otros países europeos. Sin embargo, este cambio sigue siendo incompleto en esta fase”.
Dicho esto, el analista de Julius Baer afirma que “un cambio de liderazgo aún posible y una mayor atención a la disciplina fiscal podrían respaldar aún más el actual impulso de estrechamiento de los diferenciales de la deuda soberana, que ahora probablemente experimente una pausa en medio de la incertidumbre política desencadenada por las elecciones”. En cualquier caso, en el banco suizo mantienen su opinión positiva sobre la deuda pública española y siguen sobreponderando la periferia de la zona del euro en general, a pesar de los retos futuros: “Mantenemos una posición neutral sobre la renta variable española, ya que el contexto macroeconómico y las expectativas de beneficios siguen siendo menos favorables”.
“España depende en gran medida de la situación económica de sus socios europeos, especialmente Alemania y el Reino Unido. Si estos países muestran crecimiento o prosperidad, es más probable que España también lo haga”, observa con pragmatismo Franco Macchiavelli, responsable de análisis de Admirals España.
Macchiavelli comenta el buen tono actual del mercado laboral español y de la balanza de pagos, pero alerta de que “la parálisis política impide realizar cambios en los impuestos y materia fiscal, además de confirmar la prórroga de los presupuestos” de ahí que, incluso aunque finalmente se materializase una victoria del bloque de la derecha, “no se esperan grandes modificaciones fiscales en cuanto a impuestos”.
“El nuevo gobierno heredará una economía, en general, próspera, pero también se enfrenta a problemas crediticios cruciales, incluidos desafíos económicos estructurales como el alto desempleo, a pesar de un crecimiento relativamente favorable”, indica Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de Scope Rating. Suwalski también alude a “la reducción del déficit en medio de un mayor gasto social y sanitario debido al envejecimiento de la población y las pensiones indexadas en un entorno de alta inflación, al tiempo que garantiza el apoyo focalizado en esta población”.
El uso de los fondos europeos, en el centro de las preocupaciones
Al margen del análisis del estado de la situación económica actual del país, las casas de inversión también manifiestan su preocupación por problemas a mayor plazo. Desde Admirals España, Franco Macchiavelli alerta de que el resultado electoral puede traer “estancamiento en la obtención de los fondos europeos y una presidencia española de la Unión Europea poco impactante”. “A pesar de haber recibido más de la mitad de los fondos asignados, es preocupante que 37.000 millones de euros no hayan tenido un impacto significativo en la economía real, ya que uno de cada 4 euros no llegó a ser efectivamente utilizado en dicho ámbito”, resume Macchiavelli.
“El mantenimiento de la estabilidad política y la realización de inversiones públicas son vitales para las economías, en particular para la española, que depende de las entradas de capital extranjero para estimular la inversión debido a su posición de inversión internacional neta estructuralmente negativa”, desliza Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de Scope Ratings.
Desde eToro, el analista senior de mercados Javier Molina enumera los retos que afrontará el nuevo gobierno (la firma asigna una mayor probabilidad a la formación de un gobierno de coalición entre PSOE, Sumar y el resto de los socios actuales). “El nuevo gobierno de España, a la espera de una reciente alianza y acuerdo postelectoral, se enfrenta a un complejo escenario económico caracterizado por la necesidad de formular políticas que se adapten a las nuevas realidades macroeconómicas del mundo. Con tipos de interés al alza y persistentemente altos, una inflación subyacente elevada y complicada de reducir, y un crecimiento económico incierto en España y Europa, es imperativo que el país establezca marcos fiscales responsables que puedan salir de las turbulencias económicas y aumentar la resiliencia ante los desafíos futuros”, resume.
Molina destaca entre las políticas orientadas a la estabilidad y la resiliencia económica el desarrollo de “estrategias sólidas para adaptarse al cambiante entorno internacional”, como el uso eficiente de los fondos europeos y una gestión de los mismos orientada a “inversiones estratégicas que fortalezcan la economía a largo plazo”. “Además, el estímulo fiscal debe ir acompañado de medidas para mantener la salud fiscal y garantizar que España esté preparada para futuras turbulencias”.
Molina también habla del fomento de la diversificación económica más allá del sector turístico y el manufacturero, mediante políticas de innovación y digitalización en los sectores tradicionales y el apoyo al crecimiento de las industrias emergentes: “Es crucial para construir una estructura económica más resistente que dependa menos de factores externos”.
Finalmente, desde eToro también llaman a que el futuro gobierno dé prioridad a la sostenibilidad en todas las áreas de la economía: “Esto incluye acelerar la transición hacia una economía más verde, promover la energía limpia y sostenible e implementar políticas para abordar los desafíos del cambio climático”, concluye Molina.