El impacto que la inteligencia artificial tendrá a medio plazo en sectores como la salud pública, la automoción, la ciberseguridad o incluso el entretenimiento es un tema clave de futuro. De ello se habló en el evento ODDO BHF Live, una serie de encuentros de dos días de duración en el que gestores, personalidades del mundo de la política y representantes del entorno empresarial discutieron el futuro de la economía y el mundo de las finanzas a nivel internacional, en el marco del XXV aniversario del ODDO BHF Forum celebrado recientemente. Durante el debate, cuatro representantes de compañías pioneras se unieron a Brice Prunas, gestor de renta variable en Oddo BHF AM, para discutir cómo el desarrollo de esta tecnología podría cambiar nuestro futuro.
Si algo ha demostrado la pandemia de la COVID-19 es que la salud debe situarse de nuevo a la cabeza de la lista de prioridades sociales, y precisamente una de las aplicaciones más prometedoras de la inteligencia artificial es la medicina, un campo en el que el poder de los algoritmos y el aprendizaje automatizado ya han contribuido a acelerar el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus, reduciéndolo a un tiempo récord de «dos meses» en lugar de los «20 meses» que normalmente se necesitan, según afirmó Prunas.
Todo ello gracias a la realización de miles de simulaciones virtuales que han permitido anticipar la proteína más adecuada para la vacuna, según explicó la científica computacional y directora general de In Silico Veritas y CAIO, Aurélie Jean.
Para ella la inteligencia artificial tiene especial utilidad en campos como la “medicina de precisión” y la “medicina predictiva”, que permiten la anticipación de enfermedades y la hiperpersonalización de los tratamientos. Jean habla con conocimiento de causa, ya que es cofundadora de una startup tecnológica que permite detectar el cáncer de mama dos años antes de que sea visible gracias a modelos algorítmicos: DPEEX.
Es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede contribuir a disminuir el número de medicamentos que los pacientes consumen, rebajando sus perjuicios asociados.
Además, Jean considera que es “prometedor” que cada vez haya más y más datos en el sistema de salud, ya que esta gran cantidad de información va a permitir evolucionar y refinar los tratamientos, si bien también supone un riesgo para la privacidad de los ciudadanos, por lo que hay que tener muy presente las «implicaciones éticas» y el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de privacidad.
Pero mejorar la sanidad no solo consiste en mejorar los tratamientos de los pacientes, o mejor dicho, al mejorar la organización y minimizar la burocracia de los hospitales, los médicos pueden dedicar más tiempo a los tratamientos propiamente dichos, algo que la inteligencia artificial también facilita, según apuntó Jeremy Harroch, fundador y CEO de la consultora especializada en inteligencia artificial Quantemetry.
La conducción autónoma y el tiempo libre
En el ámbito de la automoción, el cocreador y exdirector de Siri en Apple, Luc Julia, ofreció algunos pronósticos sobre la conducción automática. A este respecto, el que también es director científico del Grupo Renault explicó que es poco probable que la inteligencia artificial sea capaz de conducir un coche pronto de forma totalmente autónoma.
Esto se debe a que la inteligencia artificial reacciona con “casos conocidos” para los que ha sido programada, pero no ante imprevistos que, en el caso de la automoción, pueden además ser letales. No obstante, aunque no se conducirán a sí mismos todo el tiempo, la tecnología si permitirá que los coches sean “mayormente autónomos”, necesitando de intervención humana solo en momentos puntuales, lo que “nos dará mucho tiempo para dedicarnos a nuestras tareas” en el interior del coche.
Especialmente prometedor para estos viajes automatizados es el metaverso, el proyecto estrella de la antigua Facebook, que algunos ya miran con recelo tras los pasados problemas de privacidad y uso indebido de datos personales por parte de la compañía.
Por eso Julia aprovechó para finalizar su intervención revindicando un mayor control de la información personal. “Tenemos que entender qué están haciendo con nuestros datos, mucha de la gente que dio sus datos a Facebook no lo sabía y ahora se han dado cuenta de que estaban exponiéndose, tenemos que tener claro que merece la pena dar esta información”, reivindicó.
Y es que para el experto, en la carrera de la innovación tecnológica no debemos perder nunca de vista que la tecnología es un medio y no un fin en sí mismo; el objetivo es el desarrollo humano, no el desarrollo tecnológico. “No hay IA sin humanos, tenemos que tener esto muy claro: esto va sobre los humanos, no sobre la IA”, sentenció.
Harroch, por su parte, opina que además de por la conducción automática, la industria del automóvil se verá impactada de forma irreversible por la economía colaborativa, que ya ha alumbrado modelos de negocio exitosos en el sector como BlaBlaCar, pero seguirá desarrollándose hasta el punto de desembocar en soluciones de propiedad compartida de los vehículos.
Entretenimiento
Las aplicaciones de la inteligencia artificial son hoy en día mucho más amplias de lo que la gente pudo alguna vez imaginar y aún se espera que se descubran nuevos campos de aplicación que tendrán un impacto futuro difícil de entender hoy en día.
Y es que la ciencia de los algoritmos está comenzando ya a aplicarse en áreas para las que muchos creían imprescindible la presencia de la creatividad humana. Para Brice Prunas, uno de los ejemplos más ilustrativos y sorprendentes a este respecto es la creación de películas, series o música.
En concreto, el gestor de carteras de ODDO BHF se mostró fascinado con la composición de obras de arte tales como una reciente sinfonía musical compuesta íntegramente sin intervención humana, o con el tremendo esfuerzo de inversión que Disney está haciendo con el objetivo de crear una película mediante inteligencia artificial.
Para Antoine Blondeau, cofundador y socio director de Alpha Intelligence Capital (AIC), el del gigante de la animación es solo el primer paso en nuevo mundo de posibilidades que comienza a abrirse para la industria, que nos sorprenderá en el futuro con películas con las que el usuario podrá interactuar en base a su personalidad y sus elecciones.
Blondeu cree que, además de directoras de cine, las IA serán también compositoras o diseñadoras de videojuegos, una industria pujante que ha vuelto a atraer las miradas tras la adquisición por parte de Microsoft del coloso Activision Blizard la semana pasada.
Desde la educación hasta la lucha contra la piratería, los campos de aplicación de esta tecnología son virtualmente infinitos. Los datos son la nueva materia prima por antonomasia y su acumulación y procesamiento en cantidades industriales va a ser la palanca que mueva el desarrollo futuro a un ritmo inédito hasta la fecha.
Las consecuencias de este salto hacia adelante podrían acercarnos a metas tan ambiciosas como detener el envejecimiento celular o conseguir descifrar el puzle químico que gobierna la psicología humana. Así, aunque suene a ciencia ficción, la inteligencia artificial podría incluso ser la llave que abra la puerta a anhelos humanos tan profundos como la inmortalidad o la felicidad.