Por segunda vez, la primera ministra británica, Theresa May, intentará de nuevo conseguir un acuerdo este martes 12 de marzo, con dos nuevas votaciones para los días 13 y 14 de marzo, por si la primera votación fallase. A continuación, Bethany Payne, gestora de la estrategia Global Bonds de Janus Henderson, comparte su visión sobre estas votaciones que se llevarán a cabo durante la semana.
¿Una segunda vez con algo más de suerte?
Una vez más, Theresa May, primera ministra del Reino Unido, intentará por segunda vez conseguir un acuerdo por parte del parlamento británico este martes día 12 de marzo. Sus esperanzas de lograr un acuerdo se apoyan sobre el fiscal general de Reino Unido, Geoffrey Cox, y sobre si ha podido negociar algún cambio en el acuerdo de retirada de la Unión Europea y prevenir la posibilidad de que el respaldo irlandés se convierta en una trampa indefinida para Reino Unido, que es una preocupación clave para muchos miembros del parlamento europeo.
Si se aprueba esta votación con un compromiso de última hora, Reino Unido abandonará la Unión Europea poco después del 29 de marzo, dirigiéndose hacia un periodo de transición donde comenzarán las negociaciones sobre sus relaciones comerciales futuras con el bloque. Hasta ahora, ha habido pocas señales de que se haya alcanzado un compromiso y se espera que la votación fracase de nuevo este martes.
¿Si no se aprueba la votación, cuáles son las opciones de la primera ministra?
Si el acuerdo propuesto por May fracasa este 12 de marzo, el gobierno se ha comprometido a volver a votar al día siguiente si los parlamentarios apoyan una salida de la Unión Europea sin un acuerdo de retirada negociado. El parlamento ha mostrado con anterioridad que no está dispuesto a irse sin conseguir un acuerdo a través de votos no-vinculantes y se espera que esta posición se confirme si esta votación sigue adelante.
Sin embargo, la incertidumbre aún permanece, ya que todavía no se sabe cómo votarán Theresa May y el gobierno sobre esta cuestión. Si la posición del gobierno es finalmente un voto en contra de descartar un “no acuerdo”, entonces cabría esperar nuevas dimisiones, con el riesgo de que algunos parlamentarios conservadores renuncien para unirse al recién formado Grupo Independiente, disminuyendo así aún más la escasa mayoría que el gobierno posee junto con el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte. De forma alternativa, el gobierno podría ofrecer un voto libre a sus parlamentarios, pero eso sería sorprendente en una política clave para el gobierno y corre el riesgo de socavar aún más la posición de la primera ministra.
¿Hay una tercera opción?
Si el parlamento rechaza la posibilidad de continuar en la Unión Europea, con el acuerdo que ha negociado y rechaza también irse sin ningún acuerdo, entonces habrá una nueva votación el 14 marzo, preguntando a los parlamentarios si desean una extensión, limitada en el tiempo, sobre el artículo 503.
Esta última votación será probablemente aprobada, aunque cabe destacar que, una votación para solicitar una extensión solo instruye al gobierno a pedir una extensión del artículo 50 de la Unión Europea, sobre el que los 27 estados miembros deben dar su aprobación. La Unión Europea se ha mostrado abierta a esta posibilidad, tanto con un propósito de ratificación, como para un cambio tangible en la política de gobierno. Sin embargo, sin tener un conocimiento previo a la votación sobre qué implicaría una extensión, el parlamento puede pensar que dicha extensión no es más que una solicitud que acarrea ciertas condiciones y/o un retraso considerable en las negociaciones, que puede no ser aceptado.
¿Cuál es el resultado más probable? Volatilidad, mientras no se sabe qué es lo quiere el parlamento
Una derrota para la primera ministra británica en esta semana incrementaría la probabilidad de que el gobierno pierda el control del proceso y se dificulte un posible giro hacia lo que se denomina “un Brexit suave”, que implica un acuerdo con la Unión Aduanera. Sin embargo, mientras esta semana, por segunda vez, puede proporcionar claridad sobre el hecho de que no hay apoyos en el parlamento para el acuerdo alcanzado por el gobierno, es probable que todavía nos quedemos preguntándonos qué acuerdos puede llegar a alcanzar el parlamento.
Las votaciones que tendrán lugar entre el 12 y 14 de marzo probablemente crearán volatilidad en los mercados y, en particular, para la libra esterlina, lo cuál podría acentuarse conforme la fecha límite del Brexit se aproxima. En Janus Henderson no descartan un tercer intento por parte de Theresa May para conseguir la aprobación de su acuerdo de retirada si el parlamento vota en contra de un “Brexit sin acuerdo” y en contra de la extensión del artículo 50. Entonces, podremos conocer la verdadera medida de las negociaciones de última hora con la Unión Europea.