El Banco Central Europeo está de aniversario: hoy se cumple un año del inicio de la fase de subidas de tipos de interés. El jueves 21 de julio de 2022, el organismo presidido por Christine Lagarde encareció el precio del dinero en medio punto porcentual, hasta dejar el tipo oficial en el 0,5%. Era la primera subida de los tipos en once años.
El organismo, con este movimiento, siguió la estela de la Reserva Federal estadounidense, que ya había comenzado un camino similar cuatro meses antes, en marzo de 2022. Las fuertes presiones inflacionistas provocadas tanto por la ruptura de las cadenas de suministro derivadas de los confinamientos de la pandemia como la crisis energética desatada con la guerra de Ucrania obligaron al BCE a abandonar su postura acomodaticia, con los tipos de interés al 0% desde marzo de 2016.
Ahora, el precio oficial del dinero ya alcanza el 4%, después de ocho subidas de tipos consecutivas. “El BCE reaccionó tarde al aumento de la inflación en 2021, pero en menos de un año, el tipo de depósito pasó del -0,5% al 3,5%”, recuerda Alain Krief, responsable de renta fija en Edmond de Rothschild AM. El experto cree que el impacto en las principales variables económicas “es visible: la M1 se desploma, la demanda de crédito cae, los estándares crediticios se endurecen y los flujos de crédito se contraen bruscamente”, lo que contribuirá a una caída de la inflación.
El fin del proceso de normalización monetaria parece estar cercano. El jueves 27 de julio próximo el Consejo de Gobierno del organismo, muy probablemente, elevará los tipos en un cuarto de punto. Y, según el consenso del mercado, podría quedar una subida más para después del verano antes de que el equipo de Lagarde anuncie una pausa en el proceso para evitar una recesión económica.
Pero esta decisión está muy en el aire. “El BCE sigue dependiendo de los datos. Es probable que las tasas de inflación de julio y agosto, así como los indicadores de sentimiento, desempeñen un papel clave en la decisión de septiembre. Recientemente, incluso el gobernador del banco central de Holanda, Klaas Knot -un halcón-, calificó de incierta una subida de los tipos de interés en septiembre”, señala Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS.
Coincidiendo también con el primer aniversario de la primera subida de tipos del BCE en 11 años, también finalizará el programa de recompra de activos. El fin de la reinversión de la deuda en balance por parte del BCE, combinado con el aumento de los altos tipos de interés oficiales, elevará previsiblemente los costes de endeudamiento de la eurozona, “pero la magnitud de este efecto variará entre los distintos países miembros”, tal y como afirma Jakob Suwalski, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings.
“España se encuentra entre los países que se beneficiarán de un plazo medio de vencimiento de la deuda comparativamente largo y de un perfil de refinanciación favorable para garantizar únicamente un aumento gradual de los costes de endeudamiento, ventajas que comparten algunos otros países de la eurozona, como Austria y Bélgica”, afirma Suwalski que añade que, por el contrario, “los países con vencimientos medios más bajos experimentarán un aumento más rápido de su coste medio de endeudamiento, entre ellos Alemania”.