Las últimas semanas del año traen las últimas reuniones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), del Banco de Inglaterra (BoE) y del Banco Central Europeo (BCE). «Los principales bancos centrales se reúnen esta semana por última vez en 2023. En general, se han vuelto más moderados últimamente, ya que la inflación ha sorprendido a la baja y los mercados laborales se han enfriado. La actividad económica se ha estancado o contraído en Europa, y el crecimiento en EE.UU. parece haberse ralentizado bastante en el último trimestre. Los recientes movimientos de los mercados de renta fija también han sido bastante violentos, lo que sugiere una vía de sentido único para los tipos de interés oficiales. La única cuestión que queda por resolver es el calendario y la magnitud de los recortes«, afirma Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
El mercado apuesta a que existe una gran probabilidad de que los bancos centrales empiecen a relajar su política ya en marzo. «Esperamos cierto rechazo (moderado), con los bancos centrales señalando la rigidez de los mercados laborales y el riesgo de declarar una victoria temprana contra la inflación. Pero, al final, serán los datos los que determinen la postura política de los bancos centrales y la futura actuación de los mercados», añade Olzyna-Marzys. La primera cita que tienen los inversores y los mercados es con la Fed, que se reúne hoy y mañana. Según los expertos, lo interesante no será lo que haga con los tipos, ya que se espera que se mantengan estables, sino el tono del discurso que haga Jerome Powell, presidente de la institución monetaria.
En opinión de Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro, las esperanzas de un recorte de los tipos de interés y la bajada de los rendimientos de los bonos a largo plazo han desencadenado un repunte temprano de Papá Noel. “Ahora que los mercados valoran con optimismo cinco recortes de tipos en EE.UU. el año que viene, a partir de la reunión de marzo, se trata de un ataque frontal del mercado a las propias perspectivas publicadas por la Fed, que se sentirá doblemente descontenta de que las condiciones financieras sean ahora más laxas que cuando empezó a subir los tipos”, explica Laidler.
Este experto de la plataforma de trading espera que los mercados se enfrenten a la realidad en la reunión del FOMC del miércoles, cuando la Fed revise sus previsiones, pero el mercado, con razón, tiene menos miedo de enfrentarse a una Fed que depende de los datos. “Creemos que se han sentado las bases para una bajada de tipos a mediados de 2024 y una gran rotación desde los valores defensivos growth de EE.UU. y los grandes valores tecnológicos hacia activos más sensibles a los tipos, desde el sector inmobiliario hasta Europa”, añade.
Para Christian Scherrmann, Economista para USA de DWS, es pronto para asegurar que la Fed ha ganado la batalla a la inflación e insiste en recordar que, como bien ha dicho la propia institución monetaria, no habrá un recorte inmediato de los tipos de interés. “En nuestra opinión, los últimos acontecimientos no obligarán a los banqueros centrales a reaccionar de forma exagerada y sorprender a los mercados subiendo los tipos por sorpresa. Pero la situación sigue mereciendo cierta atención. El dilema actual de la Reserva Federal consiste en transmitir un mensaje muy agresivo sin actuar realmente de forma agresiva”.
Los expertos de Bank of America coinciden en que la mayoría de los datos desde la reunión de noviembre del FOMC han apuntado a la moderación de la actividad, la desinflación y el enfriamiento del mercado laboral. “Es probable que haya aumentado la confianza de la Reserva Federal en que su política actual es adecuada y suficientemente restrictiva. En nuestra opinión, la próxima medida política será probablemente un recorte. Es probable que la Fed ajuste el lenguaje de sus declaraciones para hacer más equilibradas sus perspectivas de tipos de interés y revise sus previsiones”, explican.
En la segunda mitad de 2024
Los inversores y el mercado esperan conocer las previsiones de la Fed y escuchar las palabras de Powell para empezar a calcular cuándo comenzarán a bajar los tipos. Para Erik Weisman, economista jefe y gestor de carteras de MFS Investment Management, entre las reuniones de la Reserva Federal celebradas a finales de septiembre y el 1 de noviembre, las condiciones financieras se endurecieron considerablemente. “Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaron notablemente, el dólar se revalorizó, las valoraciones de las acciones disminuyeron y los índices generales de materias primas subieron. Durante la conferencia de prensa de noviembre, el presidente Powell señaló que el endurecimiento de las condiciones financieras podría sustituir a nuevas subidas de tipos de la Fed, pero que ello dependería de la persistencia del endurecimiento de las condiciones financieras. A principios de diciembre, el endurecimiento de las condiciones financieras se ha invertido más que por completo. Por lo tanto, será interesante ver cómo la Reserva Federal incorpora esta evolución a sus perspectivas”, advierte Weisman.
Según el economista de MFS IM, por estas razones, es probable que la reunión de diciembre ejerza una presión a la baja en los precios del mercado, ya que los indicadores para finales de 2024 sugieren un recorte de aproximadamente 25 puntos básicos. “La Fed probablemente considerará que no puede permitirse una flexibilización adicional de las condiciones financieras, dado que esto podría reactivar la demanda laboral y generar una nueva presión al alza en la tasa de inflación al consumo. Queda por ver si el mercado capta esta señal, y es probable que su dinámica se vea más influenciada por los desarrollos en los datos macroeconómicos que por las declaraciones de la Fed”, añade.
Los expertos coinciden en que la Fed ha entrado en un periodo de “tipos más altos durante más tiempo”, por lo que la mayoría sitúan el inicio de la baja de tipos a mitad de 2024. Es el caso de Debbie Cunningham, Directora de Inversiones de Liquidez Global de Federated Hermes, quien explica: “A lo largo del ciclo de endurecimiento, los responsables de la política monetaria de EE.UU. han dejado claro que no repetirán los errores del pasado, cuando daban por hecho que la inflación se había recuperado para luego invertir su curso. Cuando el Departamento de Trabajo de EE.UU. publicó unos datos del índice de precios al consumo (IPC) de octubre por debajo de lo esperado, los mercados respondieron con alegres subidas. Pero es probable que la Reserva Federal lo viera con cautela, no fuera que se tratara de otro engaño, como describió el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el comportamiento de la inflación en los dos últimos años”.
Según añade el economista para USA de DWS, “mantener los dos recortes en juego para 2024, reconociendo al mismo tiempo un perfil de crecimiento más plano y un desempleo ligeramente superior, podría telegrafiar la voluntad de la Reserva Federal de mantenerse firme en materia de inflación, a pesar de los riesgos para la economía”. Algo contra lo que, en su opinión, los mercados parecen apostar en estos momentos.
En opinión de Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, Powell intentará probablemente orientar el mercado hacia una mayor prudencia, en línea con sus últimas declaraciones públicas. “Creemos que la Fed utilizará su diagrama de puntos actualizado para indicar al mercado que, efectivamente, se avecinan recortes, pero no tantos como se descuenta actualmente. Si bien un movimiento a principios de primavera en lugar de en junio – nuestro escenario base – está ganando en plausibilidad, no vemos cuál sería el lado positivo para la Fed para dar un guiño a los precios actuales del mercado, mientras que la economía sigue siendo lo suficientemente fuerte como para mantener vivos los riesgos de inflación”, afirma Moëc.
Implicaciones para la inversión
En este escenario Cunningham apuesta por mantener a los gestores de liquidez en las nubes, incluso mientras algunos inversores amplían la duración a otras clases de activos. La mayoría de los productos de liquidez deberían seguir reflejando el rango objetivo con rendimientos atractivos. Y cuando la Fed empiece por fin a cambiar de rumbo, es probable que el sector en un sentido amplio atraiga flujos de activos si los rendimientos descienden más lentamente que otras opciones de liquidez, como ha ocurrido en anteriores periodos de relajación.
Por último, según Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments, podríamos asistir a una revisión al alza de la estimación a largo plazo/neutral del tipo de interés oficial adecuado. “La estimación mediana se sitúa actualmente en el 2,5%, pero Powell insinuó que el tipo neutral podría haber subido: esto podría explicar en parte la resistencia de la economía a la fuerte subida de los costes de financiación. El tipo neutro es un importante motor de los precios de los bonos y una revisión al alza podría ayudar a frenar el descenso de los rendimientos observado en las últimas semanas que, al relajar las condiciones financieras, corre el riesgo de deshacer en parte los efectos de la subida de los tipos de interés oficiales”, comenta Zanghieri.