La incertidumbre vuelve a reinar en los mercados, provocada por la inflación y el posible cambio de políticas monetarias, y ahora por la temida guerra en Ucrania. Teniendo en cuenta que el principal efecto de este conflicto son las vidas humanas que se cobra y la crisis humanitaria que provoca, desde Atl Capital señalan que el incremento de las tensiones y hostilidades en Ucrania también tendrá un efecto visible en los mercados financieros en el corto plazo.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, advierte que, ante todo, “hay que recomendar mucha precaución porque la incertidumbre es demasiado alta y no existe todavía una línea a seguir durante este año 2022”. Además, añade que “el conflicto geopolítico será absolutamente determinante. Desde luego tendrá efectos a corto plazo en la coyuntura de la cotización y evolución de los mercados”. En definitiva, en el contexto actual, el experto recomienda “extrema prudencia en renta fija y mirar a las rentas variables como oportunidades, siempre dependiendo de porqué se produzcan algunas de las correcciones de las rentas variables”.
Javier Galán, responsable de Renta Variable Europea en Renta 4 Gestora, señala que es un escenario que abre un periodo de incertidumbre importante, que ralentizará inversiones y consumo y tendrá un efecto económico claro. “Si la duración es corta, el efecto será menor. Si el conflicto se alarga, nos puede llevar a una recesión económica y volver a un 2020 de recesión, pero no tan dura como la pandemia”, apunta. “Con todos los vasos comunicantes que tiene el mundo, al final tendrá reflejo en el crecimiento mundial”, añade.
En este escenario, Galán explica que en la gestora evitan aquellas empresas y sectores que pueden tener un problema de viabilidad si el conflicto o la recesión dura más de lo que esperan. “Insistimos en que hay que estar en compañías de calidad, en las que el crecimiento de sus beneficios en el largo plazo sea creciente y que sean bastante resistentes a los periodos de alta incertidumbre como la actual”, recomienda.
Según explican Mario Lafuente, socio director de Atl Capital, aunque históricamente la bolsa, y el resto de los activos de riesgo, se ha recuperado con mayor o menor intensidad de dichos episodios, la volatilidad ha sido el gran ganador de este tipo de conflictos. “Tener carteras globales, fuertemente diversificadas y ajustadas a los perfiles de riesgo de cada inversor son las herramientas más adecuadas para navegar en entornos como el actual”, aconseja. Asimismo, el experto ha añadido que los epidodios de volatilidad también son oportunidades.
Desde Finizens señalan que, aunque a priori se podría pensar que eventos geopolíticos como el que estamos experimentando impactarán significativamente al resultado de nuestras inversiones, su efecto tiende a ser de breve duración, según un estudio de la entidad. Por ello, recuerdan que mantenernos firmes (sin tomar decisiones emocionales) nos proporcionará una mayor rentabilidad, beneficiándonos de la probable fuerte recuperación posterior.
Crecimiento e inflación
Respecto al crecimiento económico, España se situará entre las economías con mayor impulso de la zona euro en 2022, con un crecimiento que puede rondar el 5,8%, gracias, entre otros factores, a la aceleración en el ritmo de ejecución de los fondos europeos, según explican los expertos de Esade en un informe sobre coyuntura. Como riesgos, destacan la incertidumbre acerca de la evolución de los costes de la energía, del comportamiento de la cadena de suministros y, sobre todo, a la evolución de la inflación.
Desde el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas (CGE), después de unas proyecciones de crecimiento para 2022 entre el 5,6 y el 5,8%, basadas en el incremento de la actividad gracias a la relajación de las medidas sanitarias y la disminución de los cuellos de botella, unido a la aplicación de los fondos europeos, ahora consideran que, con las cautelas por la situación de conflicto entre Rusia y Ucrania y el alto nivel de incertidumbre existente, el crecimiento del PIB español se moderaría unas cuatro décimas y se podría situar, en torno al 5,2-5,4%.
«La expectativa de una inflación más persistente a lo largo de 2022, en gran parte como consecuencia de la guerra Rusia-Ucrania, que en febrero ya se ha situado en el 7,4%, hacen prever que los ciudadanos se vean obligados a reducir su consumo y por tanto se entre en el círculo vicioso de que las empresas reduzcan su producción y el crecimiento económico se vea impactado negativamente», explican los expertos del CGE.
En cuanto a la inflación, del Pozo advierte de que tiene un efecto sobre las expectativas del tipo de interés. Mientras que los expertos de Esade explican que, si la inflación sigue creciendo, las autoridades monetarias se verán obligadas a una reorientación más drástica de su política, lo que obliga a los bancos centrales a buscar un equilibrio entre embridar la inflación y proteger la recuperación. “Esto cambia radicalmente el concepto de cómo prevemos que puedan ir las inversiones o como puedan ir los mercados financieros”, analiza del Pozo.
En este sentido, los autores del análisis de Esade señalan que los índices de inflación registrados a cierre de 2021 —España (6,6%), Zona Euro (5%) y EE. UU. (7%)—, son los más altos en las últimas tres y cuatro décadas, respectivamente, y que, aunque los bancos centrales ya han respondido al nuevo escenario con un cambio de orientación especialmente en EE. UU., si no han tomado medidas más agresivas hasta el momento ha sido porque la inflación subyacente, que excluye el precio de la energía y de los alimentos, no se ha alejado de manera sostenida del objetivo del 2%.
“No van a subir los tipos como estamos esperando todos con un escenario recesivo, o los subirán de manera moderada. Se van a empezar a descontar menores subidas de tipos o menos agresivas que las de principio de año”, añade Javier Galán.