“Renovación” es la palabra que ha elegido UBS para definir cuáles son sus expectativas para este año. El banco confía en que “el mundo vuelva progresivamente a la normalidad”, gracias a las vacunas y a un mayor control de la pandemia. Eso sí, reconoce que esa “normalidad” estará marcada por el rápido camino hacia un futuro transformador.
“Si en 2020 la inversión giró en torno a lo grande, lo resiliente y lo estadounidense, pensamos que en 2021 la clave estará en lo cíclico, lo pequeño y lo global, a medida que los mercados y sectores más perjudicados por los confinamientos comiencen a reactivarse”, sostiene la entidad en el prefacio de su outlook para este año.
En este sentido, considera que los inversores con la vista puesta en el largo plazo deberán incorporar exposición a las empresas disruptoras y responsables de que nuestro mundo sea cada vez más digital y sostenible, particularmente en tecnología verde, tecnología financiera y tecnología sanitaria, y entre los beneficiarios de la implementación del 5G. Y, en términos generales, apuesta por diversificar para el próximo tramo del recorrido alcista con exposición a acciones globales, valores cíclicos con potencial de recuperación y ganadores a largo plazo. Además de reequilibrar las carteras y vender los valores estadounidenses de gran capitalización y del segmento de consumo básico global.
Según indica Mark Haefele, Chief Investment Officer Global Wealth Management de UBS, esta idea de renovación hace referencia tanto a la recuperación de la economía, como a la consolidación y aceleración de las tendencias que venían ganando peso y la búsqueda de rendimientos atractivos. “Pensamos que la aprobación y distribución de una vacuna contra el coronavirus para el segundo trimestre, las medidas de política fiscal y el estancamiento legislativo salido de las urnas en Estados Unidos posibilitarán que para el final del año los beneficios de las empresas de la mayoría de las regiones se hayan recuperado, para situarse en los niveles previos a la pandemia. Prevemos que los mercados y sectores más sensibles a la evolución económica, muchos de los cuales quedaron rezagados en 2020, despuntarán en 2021. Nuestras áreas preferidas incluyen los valores de pequeña y mediana capitalización, determinadas empresas financieras y de energía y los sectores industrial y de consumo cíclico”, afirma el CIO de la entidad.
Búsqueda de rendimientos
Renovación también en la búsqueda de rendimientos, ya que UBS espera que los bajos tipos de interés y el alto gasto público persistan, así como las políticas que se están implementando para contrarrestar la crisis generada por la pandemia del COVID-19.
En este sentido, Heafele explica cuáles son sus preferencias: “A corto plazo, con la amenaza de una inflación reducida, pensamos que los inversores aún pueden encontrar rentabilidades reales positivas en bonos soberanos de mercados emergentes denominados en dólares, deuda de alta rentabilidad asiática y determinados bonos crossover con calificaciones crediticias BBB y BB. A más largo plazo, la amenaza de que el gasto público vaya demasiado lejos, o no suficientemente lejos, significa que los inversores podrían tener que prepararse para mayores riesgos inflacionistas y desinflacionistas en las diversas regiones”.
Además, advierte que esta renovada búsqueda de rendimientos significa también que los inversores deberán examinar el papel del efectivo y de los bonos en sus carteras. Incluso, plantearse ser más activos e incrementar su exposición a los mercados emergentes y a Asia, o incluyo buscar “otras alternativas”.
“Otros medios de impulsar el rendimiento en el actual entorno de elevada volatilidad incluyen las estrategias como la suscripción de puts, para aquellos que puedan implementar opciones, o las soluciones estructuradas que ofrecen un pago de cupón fijo hasta el vencimiento en base a los movimientos de la renta variable subyacente o los mercados de materias primas. También consideramos que los préstamos directos y las estrategias de activos reales básicos son instrumentos de generación de ingresos a largo plazo. Finalmente, con la brecha de rendimiento entre el crédito estadounidense de alta rentabilidad y las tasas a corto plazo en máximos de varios años y la Fed proyectando que los costes de endeudamiento no aumentarán hasta 2023, los inversores también deberían considerar si añadir apalancamiento a su plan financiero podría incrementar su probabilidad de éxito”, señala en su documento de perspectivas.
Con esta visión, UBS apuesta por la búsqueda de rendimientos en determinados bonos crossover, en deuda soberana de mercados emergentes denominada en dólares y en bonos de alta rentabilidad de Asia, además de diversificar fuera del efectivo y los bonos que ofrecen bajas rentabilidades. Entre los medios alternativos de ingresos figuran la venta de volatilidad y el uso de apalancamiento.
Un futuro nuevo y renovable
Por último, la entidad advierte en sus perspectivas para 2021 que el COVID-19 ha acelerado la mayoría de las tendencias a largo plazo que ya estaban en curso, identificando más aún los “grandes temas de inversión” de la próxima década: e en tecnología verde, tecnología financiera y tecnología sanitaria, y entre los beneficiarios de la implementación del 5G.
A estas ideas de inversión se une una clave: la sostenibilidad. “Los problemas sociales y medioambientales pueden afectar a la economía y al rendimiento financiero, como lo ilustran las numerosas crisis de los últimos años, incluidos los incendios forestales y la pandemia del coronavirus. Gobiernos y empresas por igual pondrán un mayor énfasis en la sostenibilidad a lo largo de la próxima década y en el futuro”, explica UBS.
La entidad considera que la sostenibilidad es una fuente de crecimiento ya que invertir teniendo en cuenta los factores ESG permite mitigar mejor los riesgos e identificar oportunidades. “Este mayor énfasis de los gobiernos, las empresas y los consumidores en la sostenibilidad, combinado con un creciente conjunto de oportunidades de inversión, significa que la inversión sostenible es ahora nuestro enfoque preferido para invertir a nivel global”, afirma. Además, considera que lograr mejores datos ESG significa que los inversores pueden personalizar las carteras cada vez más añadiendo exposición a aquellos temas o ámbitos que concuerden con sus preferencias de sostenibilidad.