UBS estima que 2019 volverá a ser un año volátil y los inversores tendrán que buscar una mayor diversificación en sus inversiones, según el informe de perspectivas Year Ahead 2019 que la firma ha dado a conocer. El banco, que estima que el crecimiento económico global se desacelere en dos décimas, pasando del 3,8% al 3,6%, considera improbable que se produzca una recesión en 2019, aunque el precio de muchos activos financiero se ha ajustado reflejando esa perspectiva incierta.
Mark Haefele, jefe de inversiones de UBS Global Wealth Management, recomienda sobreponderación en renta variable global para el arranque de 2019. Sin embargo apunta que, dado que el ciclo está madurando, es necesario que los inversores diversifiquen y cubran las carteras para protegerse de la volatilidad y los riesgos políticos y de otra índole.
Haefele apunta igualmente en su informe de perspectivas para 2019 que es buen momento para aprovechar el despegue de estrategias como la de inversión sostenible, y explorar áreas de valor donde las cotizaciones de los activos financieros son excesivamente bajas Además, estima que los inversores «deberían conservar posiciones en renta variable global, pero han de planificar teniendo en cuenta que habrá volatilidad en el mercado. Una ligera desaceleración del crecimiento económico y de los beneficios empresariales no significa necesariamente que vaya a producirse una recesión. La reciente corriente de ventas ha dejado a una gama de activos con una valoración más interesante, pero los inversores también deben tener presente tanto el tenso entorno geopolítico como el endurecimiento de la política monetaria».
Las previsiones de clientes y de los profesionales divergen de cara a 2019. En su proceso de inversión, el CIO de UBS contrasta sus ideas con las opiniones de inversores profesionales. Las encuestas a inversores profesionales y a particulares de grandes patrimonios residentes en Estados Unidos revelan perspectivas divergentes para el año próximo: casi la mitad de los inversores profesionales piensa que la bolsa estadounidense irá a la zaga de los mercados globales el año que viene, mientras que dos tercios de los inversores particulares encuestados prevén que la renta variable estadounidense rendirá lo mismo o más que las mundiales. Además, alrededor del 50% de los profesionales encuestados anticipa que el dólar bajará frente al euro, frente a menos de una sexta parte de los inversores particulares encuestados.
Por otra parte, la clase de activo más popular entre los inversores profesionales de caraa 2019 es la renta variable de los mercados emergentes. Para los inversores particulares, sin embargo, es la renta variable estadounidense. Los inversores profesionales, no obstante, son más optimistas que los particulares respecto al potencial alcista que aún tienen las bolsas estadounidenses.
Asimismo, una pequeña parte de los inversores profesionales sondeados consideran el riesgo político estadounidense una amenaza mayor que factores como las tensiones comerciales ente China y Estados Unidos o las subidas de tipos de interés. Mientras tanto, los particulares están más preocupados por los riesgos políticos domésticos en Estados Unidos.
Finalmente, cuando se les preguntó que cuándo comenzaría la próxima recesión, la respuesta más habitual entre los inversores profesionales fue2021. La mitad de los inversores particulares encuestados prevé que la siguiente recesión comenzará en los dos próximos años.
Recomendaciones de inversión de UBS
Pese a recomendar la sobreponderación en renta variable global al comenzar 2019. UBS sugiere que es necesario cubrirse frente a la volatilidad utilizando sobreponderaciones tanto en bonos estadounidenses de duración media como en el yen japonés. Igualmente, se inclina por centrarse en empresas de calidad y evitando un excesivo riesgo de crédito.
Apuesta igualmente por explorar ciertas áreas de la renta variable tanto de Estados Unidos como de mercados emergentes, tales como renta variable del sector energético a nivel global y acciones de compañías financieras tanto en Estados Unidos como en China. La inversión sostenible sigue ofreciendo oportunidades de crecimiento a largo plazo, al igual que las acciones de mercados emergentes, la renta variable japonesa y los bonos soberanos de mercados emergentes denominados en dólares.
América
En 2019, la Reserva Federal estadounidense debería de aproximarse al final de su ciclo de endurecimiento monetario, y el apoyo del estímulo fiscal del país disminuirá. En este contexto, los déficits gemelos fiscal y por cuenta corriente probablemente pasarán factura al dólar. Dentro de Latinoamérica, los inversores deberían vigilar de cerca a Brasil, donde la administración entrante ha propuesto una serie de reformas que podrían mejorar la sostenibilidad fiscal del país.
Europa, Oriente Medio y África (EMEA) y Suiza
El Banco Central Europeo podría empezar a normalizar los tipos de interés en 2019, lo que prestaría apoyo al euro frente al dólar. Se necesita una clara recuperación del euro antes de que el Banco Nacional Suizo eleve sus tipos, aunque el franco suizo tiene un margen limitado para depreciarse frente al euro.
Dentro de los mercados emergentes de EMEA, el CIO de UBS considera que el reciente desplome del petróleo fue exagerado y prevé que los precios suban hacia el nivel de USD 85/barril en los próximos 6 a 12 meses, lo que apuntalaría las perspectivas para Oriente Medio. Sin embargo, los inversores deberían continuar diversificando globalmente para evitar riesgos políticos específicos en los mercados emergentes de EMEA así como en la zona euro y Reino Unido, que está previsto que abandone la Unión Europea el año próximo.
Asia Pacífico
El yuan podría seguir bajando en 2019 con las persistentes tensiones comerciales entre China y EE.UU, una desaceleración del crecimiento económico chino y una reducción del superávit por cuenta corriente como factores. En cambio, a resultas del programa ‘Abenomics’ en Japón, el yen está infravalorado en más de un 30%. Los rendimientos de los bonos japoneses también podrían subir al embarcarse el Banco de Japón en una lenta normalización de la política monetaria.