La visión positiva de los mercados emergentes que UBS AM ha mantenido desde 2016 ha estado basada en la creciente brecha de crecimiento económico entre éstos y los desarrollados, así como en un ciclo favorable para los primeros que ha ido acompañado de una mejora de los parámetros fundamentales tanto a nivel país como empresarial.
Para el jefe de mercados emergentes y renta variable Asia-Pacífico de la gestora, Geoffrey Wong, en gran parte esto se debió a la reducción de inversiones en bienes de capital (capex) de los últimos años, que contribuyeron a una recuperación en los márgenes y la rentabilidad y el reequilibrio continuo de China hacia los servicios y el consumo.
Condiciones financieras más duras
Dada la sólida coyuntura económica de los países emergentes, las bolsas estuvieron bien situadas para soportar el aumento de la rentabilidad de los bonos estadounidenses hasta comienzos del 2018. Pero la fuerza de la economía de Estados Unidos, sus tensiones comerciales con China y la moderación de las perspectivas de crecimiento fuera del país norteamericano generaron un gran número de obstáculos para el rendimiento de las acciones de los mercados emergentes.
Una rentabilidad significativamente más alta de las letras del Tesoro estadounidense y un dólar fuerte han endurecido las condiciones financieras en los emergentes y agregado presión a sus divisas. Mientras, pese al aumento del comercio entre países emergentes en los últimos años, sus economías siguen estando más expuestas al comercio global que las de los desarrollados.
Estos factores combinados desencadenaron problemas concretos en economías pequeñas con un gran déficit de cuenta corriente y una elevada deuda externa, como Argentina y Turquía, y aumentaron las preocupaciones de los inversores en torno a un posible contagio generalizado en el universo de emergentes. Este acto reflejo y ese nerviosismo estuvieron más en línea con las visiones tradicionales en torno a la vulnerabilidad de estos países.
Todo ello provocó una salida de los mercados de renta fija y ETFs en los emergentes, lo que causó una presión bajista en sus divisas y alcista en sus tipos de interés. Después de ver que la retirada afectó también a compañías fuertes, UBS AM cree que la venta generalizada de esos activos fue exagerada.
Las autoridades chinas suavizarán la desaceleración
Todo esto ocurre mientras los esfuerzos de China para reducir el riesgo sistémico estabilizando el apalancamiento de su economía está, inevitablemente, creando desventajas para las perspectivas de crecimiento en Asia en particular. Pero, según UBS AM, las autoridades chinas han reaccionado y van a tratar de suavizar la ralentización del crecimiento aumentando el apoyo fiscal y monetario, todo ello mientras mantienen su compromiso a largo plazo con el desapalancamiento y las reformas.
El resultado debería ser un crecimiento más sostenible y de mayor calidad en el futuro. Para la gestora, todavía quedan palancas de las que las autoridades chinas pueden tirar para gestionar de forma satisfactoria una desaceleración gradual y evitar un aterrizaje forzoso.
El caso de la inversión a largo plazo en China se mantiene centrado alrededor del “reequilibrio” de la estructura económica hacia los servicios y las consiguientes oportunidades de inversión en sectores como el comercio electrónico, las redes sociales, la educación y los seguros.
Pese al riesgo a corto plazo, hay oportunidades en diversos sectores
UBS AM ve improbable que se vayan a disipar las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos en el corto plazo. Bajo su punto de vista, la escalada de este conflicto ha incrementado los riesgos para la recuperación económica de los mercados emergentes. Pese a que las preocupaciones de los inversores son “comprensibles” dados los últimos acontecimientos, el impacto real a largo plazo se mantiene bastante reducido en términos de crecimiento económico y beneficios empresariales. En ese contexto, “la reacción del mercado parece haber estado impulsada por el cambio brusco en el sentimiento inversor y las consiguientes salidas”, asegura Wong.
Sin embargo, la historia nos dice que se trata de un tipo de activo propenso a las oscilaciones a corto plazo tanto en sentimiento como en los precios de mercado. En parte, UBS AM considera que esto refleja que para muchos inversores globales la renta variable de los emergentes sigue siendo una asignación de activos táctica antes que estratégica. A su juicio, los riesgos vigentes ya están descontados de las valoraciones actuales, que han caído de un ratio precio/valor contable del 1,9 en enero al 1,6 de hoy.
Su visión positiva a medio y largo plazo para la renta variable de mercados emergentes permanece inalterable: para UBS AM, las acciones de estos países continúan siendo atractivas, ya que, al mirar los balances de cuenta corriente y los niveles de deuda externa, la mayoría cuenta con una coyuntura sana. Además, a nivel empresarial, las perspectivas de rentabilidad y beneficios se mantienen, generalmente, sólidas.
El análisis de la gestora muestra que existen grandes oportunidades en diferentes sectores, incluyendo el de consumo, el de internet y el financiero. Es consciente que los emergentes cuentan con algunos puntos vulnerables y, por ende, limita mucho su exposición en esas zonas.
Sin embargo, aunque se mantengan los riesgos a corto plazo, una combinación de los siguientes factores podría provocar un cambio en el sentimiento de los inversores hacia los emergentes: cualquier mejora en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la reducción de la intervención regulatoria en este último y, quizás el más importante de todos, la estabilización de la reciente fortaleza del dólar.