El pronóstico de UBS AM para los mercados emergentes pasa por una mejora del crecimiento, gracias a la estabilización de la situación en Asia y al cambio de tendencia en otras economías emergentes no asiáticas, como Brasil o Rusia, que han sufrido graves recesiones en los dos últimos años.
Como explica Alexis Freyeisen, especialista en emergentes de la gestora, “estamos expuestos a muchos negocios con sólidas perspectivas de crecimiento a largo plazo que cotizan a precios interesantes como, por ejemplo, empresas indias del sector financiero y de consumo y empresas chinas del sector servicios, lo que incluye Internet/comercio electrónico y aseguradoras”. En este sentido, observan signos de recuperación en el sureste asiático y los países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) y su análisis bottom-up les ha llevado a sobreponderar países como Tailandia e Indonesia. También están sobreponderados en Rusia, donde siguen encontrando valoraciones atractivas, el petróleo parece haber tocado fondo y no esperan que las sanciones vayan a más.
Una de las consecuencias negativas del boom económico que vivieron los mercados emergentes entre 2002 y 2010-2012, según el país, fue la pérdida de competitividad, ya que los salarios aumentaron más rápidamente que la productividad. “Ahora empezamos a observar una mejora de la competitividad asociada a la caída de los costes laborales que debería resultar positiva para los márgenes empresariales”, explica Freyeisen durante un encuentro en Madrid con inversores institucionales.
Uno de los riesgos que se ciernen sobre esta clase de activo es que los tipos de interés aumenten demasiado rápido o que el dólar se aprecie bruscamente. Por eso mantienen la prudencia en algunas de las economías más débiles (con necesidades de financiación) como Turquía o Malasia. El segundo riesgo tiene que ver con las fricciones comerciales, un aspecto en el que México es especialmente vulnerable, dado el alcance de la integración. “Estamos ligeramente infraponderados en México, aunque mantenemos exposición a un banco de gran calidad”, comenta el experto.
En general, UBS AM apuesta principalmente por los sectores de tecnologías de la información (comercio electrónico y equipos informáticos), financiero (bancos fuera de China que representan un buen proxy del crecimiento de los mercados emergentes y son buenos negocios tradicionales) y seguros en China (donde la penetración de los productos de seguros es muy baja). Por el contrario, están infraponderados en sectores defensivos caros como telecomunicaciones, salud, bienes de consumo básico y empresas de suministros públicos (utilities).
La mejora del ciclo continuará siendo el principal impulso
Tras la victoria electoral de Trump, la incertidumbre sobre las políticas estadounidenses ha incrementado los riesgos para los activos de mercados emergentes, como los potenciales conflictos comerciales o la apreciación del dólar. En este sentido apunta que “aún no conocemos a fondo los planes de Trump y es importante conocer los detalles”. Sin embargo, en opinión de Freyeisen, “la mejora del ciclo económico de los mercados emergentes continuará siendo el principal factor de impulso, por lo que seguimos centrándonos en la mejora visible de los fundamentales”.
El experto muestra sus dudas con respecto al crecimiento económico de EE.UU. porque “las políticas para fomentar el crecimiento podrían provocar una apreciación del dólar que frene la actividad económica, contrarrestando las medidas de estímulo” y porque “el incremento de precios asociado a la aplicación de aranceles podría afectar al consumo”, el elemento de mayor peso en el PIB estadounidense. Para Freyeisen, 2017 debería ser un buen año para los países de mercados emergentes, donde están mejorando las rentabilidades y se espera que los beneficios vuelvan a crecer.
¿Y los tipos?
Históricamente, los activos de mercados emergentes tienden a comportarse bien en entornos con tipos de interés más altos acompañados de un crecimiento mundial más robusto. Por el contrario, les va mal un entorno de estanflación en el que se combinan desaceleración económica e inflación al alza. “El crecimiento parece ser el factor más importante para los activos de mercados emergentes, siempre y cuando los tipos de interés aumenten de forma gradual”, matiza el experto.
Los países más vulnerables serían México, Turquía y Malasia, junto con los países con elevados superávits comerciales que exportan productos que compiten con los estadounidenses, como China, Corea y Taiwán. Esta incertidumbre les lleva a mantener la prudencia en los países con mayores necesidades de financiación. Aun así, dada la complejidad de las cadenas de suministro mundiales, están cómodos con sus posiciones en empresas como Largan Precision o TSMC.
Según Freyeisen, uno de los factores que monitorizan en la gestora es “el incremento de la deuda en los mercados emergentes y, sobre todo, en Asia”, pese a que el crecimiento del crédito se ha vuelto más sostenible en la mayoría de estos países, con la notable excepción de China.
Aunque la deuda de China representa un riesgo a largo plazo, el experto no anticipa una crisis a corto plazo y señala que “gran parte de la deuda corresponde a préstamos entre diferentes ramas del gobierno, como en el caso de los bancos controlados por el Estado. Es una situación en la que la mano izquierda le debe dinero a la mano derecha”. Por otro lado, la elevada tasa de ahorro de China implica que la deuda se financia internamente y por tanto no está expuesta a las variaciones en los tipos de cambio, como en el caso de las crisis asiática y latinoamericana.
Fuerte exposición al sector tecnológico y financiero
El UBS Emerging Markets Equities está expuesto a los sectores financiero y de tecnologías de la información, que concentran casi un 50% de la cartera. «Nuestro posicionamiento responde básicamente al análisis bottom up. Solemos estar sobreponderados donde encontramos buenas empresas», explica Freyeisen.
China representa la principal ponderación del fondo en términos absolutos, aunque están ligeramente infraponderados con respecto al índice. «Encontramos oportunidades muy interesantes en el sector servicios, como Tencent, Alibaba o incluso Baidu. También nos gusta el sector de los seguros y empresas como Ping An Insurance, que podrían beneficiarse de la escasa penetración que registran los productos de seguros en China y la progresiva expansión de la clase media, cada vez con mayor capacidad para permitirse la contratación de un seguro. Tencent Holdings Limited, líder en redes sociales y juegos en línea, tiene un peso importante en la cartera, ya que ofrece una amplia gama de servicios en línea para una enorme cantidad de usuarios del país y es capaz de monetizar su experiencia».
La principal posición del fondo en términos absolutos es Samsung Electronics: «Los fundamentales del negocio han mejorado. Parece que los terminales defectuosos solo afectaron a un modelo y el problema prácticamente no ha tenido repercusiones para la marca. La empresa continúa registrando un buen comportamiento en los segmentos de memorias flash NAND y pantallas OLED. Además, la firma está modificando su estructura corporativa para tener más en cuenta a los accionistas minoritarios».
La cartera también mantiene una elevada exposición a la India (en torno al 11,8%) que se reparte entre el sector financiero (Hdfc Bank), el de consumo discrecional (Mahindra & Mahindra) y el de la energía (Bharat Petroleum Corp.): «Rusia es otro mercado en el que el equipo encuentra empresas interesantes a precios atractivos en la situación actual. El fondo mantiene una exposición total del 10,4% e invierte en empresas como Sberbank, que es el banco más grande de Rusia, o la petrolera Lukoil, una de las empresas más rentables y atractivas del sector petrolero”, apunta Freyeisen.
El sector financiero representa una parte importante de los mercados emergentes en los que invierte el fondo como, por ejemplo, Banco Bradesco en Brasil. Como subraya Freyeisen, «en general nos gustan los bancos de fuera de China porque se beneficiarán de la recuperación económica de los mercados emergentes».