La pandemia ha transformado radicalmente las perspectivas de los mercados para un año que se esperaba marcado por el impacto de las elecciones presidenciales estadounidenses. Con los comicios cada vez más cerca, Funds Society habla con Norman Villamin, CIO de Wealth Management en Union Bancaire Privée, sobre las oportunidades de inversión, los riesgos y los escenarios electorales posibles.
Pregunta: ¿Cuáles son los principales riesgos que afrontan los inversores en la actualidad?
Respuesta: La economía mundial se encuentra en una fase temprana de recuperación gracias a la flexibilización de las medidas de confinamiento y el apoyo sin precedentes de los gobiernos en todo el mundo. Con el aumento de casos en Europa, se incrementa la preocupación, pero la experiencia de Estados Unidos en verano ofrece un camino a seguir que puede evitar un confinamiento total y los daños económicos que conllevaría.
Además, con los bancos centrales empezando a trasladar la coordinación de políticas a sus contrapartes fiscales, los inversores deberían ver un momentum económico positivo a partir del cuarto trimestre, mientras la incertidumbre sobre el Brexit y las elecciones estadounidenses captan su atención. En consecuencia, deberían estar preparados para un nuevo repunte de volatilidad a corto plazo a partir de finales de año, aunque deben seguir participando en los mercados, especialmente centrados en la temática de transformación económica global en un mundo post-confinamiento.
¿La crisis del COVID-19 ha cambiado la percepción de Donald Trump? Hace unos meses, se esperaba que ganara las elecciones, pero ahora las encuestas sugieren que Joe Biden puede haber tomado la delantera.
Es así; las encuestas sugieren que el aspirante demócrata está liderando la carrera por la presidencia. Pero si analizamos los datos de forma más profunda, Trump sufrió dos descensos distintos en los sondeos. El primero vino con el inicio del confinamiento en EE.UU. en marzo, algo comprensible, ya que, históricamente, una recesión económica tiende a condenar una reelección. El segundo fue cuando las medidas se suavizaron y los casos aumentaron, en junio-julio. Curiosamente, con la disminución de los casos en EE.UU. desde julio, los sondeos han vuelto a los niveles de principios de año, lo que quizás sugiere que el momentum económico de las elecciones en noviembre puede ser un factor clave para el resultado.
¿Qué escenarios electorales potenciales deberían contemplar los inversores?
Mientras muchos se preparan para los escenarios de victoria de Biden o Trump, se están pasando por alto uno en el que no se declare ningún vencedor en la noche electoral y uno en el que Joe Biden gane la Casa Blanca, pero los demócratas no logren tomar el control del Senado.
Debido a la pandemia, se espera un gran número de votos por correo. La experiencia de los estados durante las primarias de mitad de año sugiere que el retraso en el conteo es un riesgo significativo. Nueva York tardó más de seis semanas en procesarlos y los “swing states” (que probablemente determinarán el resultado) como Pennsylvania sufrieron un retraso de una semana.
¿Qué activos y sectores se beneficiarían de la victoria de Biden?
Una victoria de Biden puede provocar una rotación sectorial: las grandes empresas tecnológicas podrían verse presionadas por el incremento de los impuestos, mientras que la infraestructura y las tecnologías «verdes» deberían beneficiarse de un mayor gasto fiscal en esos segmentos.
El sector de la energía tradicional puede seguir bajo presión a medida que aumente la normativa ambiental sobre exploración y perforación. Esto puede ejercer presión sobre los inversores en bonos high yield en dólares, donde el sector energético supone un gran segmento del mercado.
¿Y de la reelección de Trump?
Con una victoria de Trump, puede que las acciones no sufran la misma presión inmediata, ya que los impuestos a las empresas, en el peor de los casos, seguirán siendo los mismos. Sin embargo, igual que en 2018-2019, la perspectiva de una mayor tensión geopolítica con China o incluso de una nueva guerra comercial con Europa pueden generar una volatilidad más profunda. La energía doméstica y la infraestructura energética pueden ser un beneficiario clave a raíz de la promesa de campaña de Trump de continuar con la iniciativa de autosuficiencia de Estados Unidos.
Si finalmente los resultados no están disponibles en la noche electoral, ¿se incrementará la incertidumbre durante un mayor periodo de tiempo?
Las elecciones presidenciales del 2000 permiten vislumbrar lo que podría ocurrir si no se dispone de ningún resultado en la noche de las elecciones. Entonces, la carrera se redujo a un conteo de votos disputado en el estado de Florida. El vencedor se declaró el 12 de diciembre, un mes después de las elecciones.
Durante ese período, el S&P 500 cayó un 4,4%, los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayeron 60 puntos básicos, mientras que los diferenciales del high yield se ampliaron en 140. El dólar estadounidense se debilitó casi un 4% frente al franco suizo, que es un valor seguro, mientras que el oro subió casi un 4%. La confianza del consumidor estadounidense cayó y no se recuperó durante el año siguiente. Las empresas manufactureras, en cambio, se mostraron cautelosas en diciembre y enero, pero experimentaron una recuperación constante en los meses siguientes.
¿Han afectado las elecciones a la estrategia de inversión de UBP?
Desde el referéndum por el Brexit de 2016, la evaluación de los riesgos geopolíticos en los mercados maduros se ha convertido en una parte más importante del proceso de inversión de UBP. Por ello, el análisis de los riesgos y las oportunidades que generan las elecciones estadounidenses son parte de nuestro enfoque general.
En lugar de adoptar un enfoque «risk on/risk off» ante sucesos como las elecciones, los inversores deberían mantener un enfoque de gestión activa del riesgo que les permita seguir participando en los mercados y, al mismo tiempo, contener el gran riesgo a la baja al que algunos de esos acontecimientos pueden exponerlos.