El mercado inmobiliario estadounidense parece encaminarse hacia una recuperación tras años de volatilidad, ya que se espera que disminuyan las presiones derivadas de los altos tipos de interés, los elevados precios y la escasa oferta y esto podría ofrecer una oportunidad especial para la inversión sostenible en el mercado, dice una investigación de Morgan Stanley.
Se prevé que la construcción de nuevas viviendas aumente un 2% en 2024, mientras que el mercado de la mejora de la vivienda debería crecer en 2024 y 2025 tras un difícil 2023.
Los cambios estructurales en la asequibilidad, la oferta y la financiación en el próximo ciclo inmobiliario podrían ofrecer una oportunidad especial para la inversión sostenible en el mercado inmobiliario, ya que se espera que la demanda de construcción y renovación de viviendas ecológicas coincida con la recuperación del mercado inmobiliario estadounidense, afirma Michelle Weaver, estratega de renta variable.
«Los consumidores concientizados con el medio ambiente, los incentivos financieros del Gobierno y, en algunos casos, el coste decreciente de las tecnologías limpias deberían impulsar el crecimiento de la inversión en viviendas sostenibles a medida que el mercado inmobiliario en general cobre impulso», afirma Weaver.
Incentivos a favor de la ecología
Se espera que el gobierno estadounidense siga desempeñando un papel importante en el apoyo a soluciones y tecnologías respetuosas con el medio ambiente y en el desarrollo de cadenas de suministro locales a medida que se acelera la transición hacia viviendas más ecológicas. Por ejemplo, la Inflation Reduction Act y la Infrastructure Investment and Jobs Act incluyeron varios créditos fiscales, préstamos y subvenciones para mejorar la eficiencia energética y la resistencia climática de los edificios residenciales.
«Estos incentivos no sólo benefician a constructores, promotores y propietarios de viviendas, sino que también son un buen augurio para los accionistas de las empresas que fabrican y/o instalan equipos energéticamente eficientes e inteligentes, materiales de construcción ecológicos y tecnología limpia para el hogar, ya que impulsan la demanda al mejorar la economía de los productos ecológicos», afirma Laura Sánchez, responsable de investigación de renta variable sobre sostenibilidad para las Américas.
Espacio para la mejora
Los propietarios de viviendas también pueden obtener beneficios económicos de la inversión en proyectos ecológicos, pero deben ser selectivos. Algunos proyectos son rentables a corto y medio plazo, mientras que otros conllevan costes financieros más elevados que pueden ser difíciles de recuperar.
El cambio a tecnologías limpias empleadas en la generación de energía in situ, como paneles solares, baterías estacionarias y cargadores de vehículos eléctricos, debería reducir de inmediato los precios de la energía para los propietarios de viviendas, especialmente en estados como California, donde los costes de los servicios públicos son altos y van en aumento.
Los contratos con empresas de energía solar, por ejemplo, pueden suponer un ahorro inmediato, ya que los propietarios alquilan paneles solares sin ningún coste inicial y pagan una factura mensual que suele ser más barata que la de los servicios públicos tradicionales. Este ahorro de costes debería ayudar a impulsar el mercado solar, que los analistas de Morgan Stanley Research prevén que crezca de unos 20.000 millones de dólares en 2024 a más de 30.000 millones en 2035.
Incluso los productos que implican un coste inicial pueden suponer un ahorro a lo largo de la vida de la inversión. Por ejemplo, el coste inicial de aislar una casa puede amortizarse en pocos años gracias a la reducción de las facturas de los servicios públicos. La EPA calcula que los propietarios de viviendas pueden ahorrar una media del 15% en los costes de calefacción y refrigeración, o una media del 11% en los costes totales de energía, sellando y aislando sus casas.