Antes del 3 de noviembre, Donald Trump tiene que elegir su candidato a presidente de la Reserva Federal. Aunque ahora forme parte de su ‘short list’, durante la campaña electoral tuvo palabras muy duras para Janet Yellen, a la que acusó, entre otras lindezas, de recibir órdenes del entonces presidente Barack Obama, por lo que las quinielas empiezan a apuntar en otras direcciones.
Para la mayor parte de los medios anglosajones los candidatos mejor posicionados ahora mismo son el economista y profesor de la Universidad de Stanford, John Taylor, y el gobernador de la Reserva Federal, Jerome Powell. Este misma tarde se filtraba en la prensa que Trump ya habría advertido a sus asesores de que el cuarto aspirante en liza, Gary Cohn, presidente del consejo económico de la Casa Blanca, ha quedado fuera de la carrera.
Powell y Taylor tiene características que gustan mucho a Trump. El primero es un republicano, ex banquero de inversiones, que conoce al dedillo los engranajes de la Fed. No en vano, es miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal desde mayo del 2012.
Según analistas, la denominación de Powell como presidente de la Fed implicaría una política monetaria expansiva y una subida gradual de los tipos, así como recortes de los estímulos monetarios, que en definitiva se traduce en cierta continuidad a la dirección mantenida por Yellen en los últimos años.
“Hay muchos economistas republicanos muy cualificados (Bernanke era uno de ellos) y, si Trump nombrase un nuevo presidente de entre ese grupo, no habría mucho de qué preocuparse. En términos marginales, la Fed podría adoptar entonces un sesgo algo más restrictivo”, escribían los expertos NN Investment Partners en uno de sus informes semanales de mercado.
Por su parte, todo apunta a que Taylor sería menos propenso que Yellen a subir las tasas de interés como respuesta a un repunte económico impulsado por políticas públicas, lo que ayudaría a que el plan para recortar impuestos de Trump tuviera un mayor alcance.
Sea cual sea la decisión, Trump dijo recientemente a los medios que está muy cerca de decidirse y enviar su propuesta al Senado, que es quien en última instancia tiene que dar el visto bueno.