La falta de inflación salarial no debería hacer que los inversores de renta fija bajen la guardia. Ante la actual situación de crecimiento económico en expansión y optimismo en los mercados, la deuda pública estadounidense y los bonos emergentes en monedas locales constituyen nichos de valor. Así lo cree Kommer van Trigt, responsable del equipo macroeconómico de renta fija global de Robeco.
Los intereses de la deuda pública estadounidense han subido hasta el extremo superior del estrecho rango de fluctuación que ha venido marcando este año (2%-2,6%). “Para nosotros, tiene sentido que los bancos centrales prosigan con la normalización gradual de sus políticas, ya que el crecimiento económico mundial continúa en trayectoria ascendente y el sentimiento de los mercados es boyante”, prosigue Van Trigt. “Mientras la inflación se mantenga contenida, habrá una ventana de oportunidad para hacerlo sin perturbar en exceso la situación de los tipos de interés”.
Por estas razones, el gestor de Robeco mantiene su preferencia por la deuda pública estadounidense frente a los bunds alemanes debido a consideraciones relacionadas con la valoración. “El diferencial de rentabilidad entre ambos bloques es elevado, en términos históricos. Debido a la compresión de sus niveles de rentabilidad, los principales mercados europeos de renta fija resultan poco atractivos en comparación con Estados Unidos, desde el punto de vista de la relación riesgo/rentabilidad (con cobertura de divisas).
Desde la firma esperan una convergencia de los diferenciales de intereses de la deuda estadounidense y alemana. “Hemos incrementado nuestra exposición a tipos de interés en bonos alemanes a 30 años, en detrimento de los de vencimiento a 10 años. Esta parte de la curva se muestra realmente pronunciada, también en comparación con otros mercados de deuda pública de elevada calificación”.
Deuda emergente en moneda local
Aunque muchos segmentos de renta fija resultan caros, la deuda de mercados emergentes denominada en monedas locales sigue ofreciendo valor, según Van Trigt.
“Sus intereses reales resultan atractivos en comparación con los de los mercados desarrollados, debido al endurecimiento monetario que se ha llevado a cabo previamente en muchos países emergentes, unido a la bajada de la inflación. Varios bancos centrales de estos países están ahora flexibilizando sus políticas, y por ello hemos aumentado nuestra exposición en algunos de ellos, como Indonesia y Brasil (este último, con cobertura de divisas)”, explica.
Además, Robeco mantiene buenas perspectivas para los tipos mexicanos en moneda local (con cobertura de divisas). La continuidad de los flujos de entrada de capital en esta categoría de activos resulta favorable, y los flujos acumulados se sitúan aún por debajo de sus máximos registrados antes del tapering. El riesgo clave que se debe vigilar, advierte, son las perspectivas de endurecimiento de la política monetaria en EE.UU. Si la Fed adopta una postura más agresiva, podría haber decepciones.
Ciclo crediticio maduro
El sólido crecimiento económico y la moderada inflación resultan beneficiosos para el crédito, pero sus valoraciones han aumentado todavía más. Van Trigt considera que el crédito high yield es el segmento más caro, tanto en términos absolutos como en relación con el de investment grade. “Sin embargo, la historia ha demostrado que en la fase del ciclo económico en la que nos encontramos la saturación de las valoraciones puede prolongarse bastante tiempo”, concluye.