Hay tres áreas que han sido motivo de preocupación en los últimos años: China, las políticas económicas en los países desarrollados y los resultados de las empresas locales. Sin embargo, en cada uno de estos temas los expertos de Aberdeen AM encuentran razones para ser optimistas respecto a las perspectivas de los mercados emergentes. De hecho, explica Devan Kaloo, responsable global de mercados emergentes de la firma, si se mira debajo de la superficie es posible encontrar signos de mejoría.
China
Para Kaloo, no hay dudas de que la economía china se está desacelerando. Las cifras oficiales del PIB lo demuestran, pero en China no todo es negro. Se han creado bastantes puestos de trabajo y la economía está experimentando una importante transición desde una economía basada en la inversión a una basada en el consumo. Las ventas minoristas están evolucionando bien y también la tasa de ahorro, que debería ayudar a los consumidores a mantener el gasto.
El gestor de Aberdeen cree que estos aspectos se está pasando por alto y los críticos están apuntando a la desaceleración de las manufacturas como señal de que China atraviesa dificultades. Sin embargo, los servicios representan ahora una mayor proporción de la economía que las manufacturas y el consumo chino es una verdadera bendición de la economía.
Existen, por supuesto, desequilibrios, pero las autoridades no están ciegas. Son conscientes de las consecuencias de una desaceleración de la economía y están buscando impulsar la economía a través de una transición complicada. Esto es importante porque la estabilidad en China es clave para la confianza en los mercados emergentes, al menos para los exportadores de materias primas.
Política monetaria
Las expectativas de una normalización monetaria en Estados Unidos desencadenaron una subida del dólar durante varios años que ha causado estragos en la mayoría de mercados de divisas de los países emergentes así como en la mayor parte de las políticas de tipos de interés locales. “Las divisas devaluadas crearon un repunte de la inflación importada, que tuvo que ser contrarrestado con un significativo ajuste al alza de los tipos de interés locales. El impacto en las economías de mercados emergentes y en los rendimientos de la renta variable fue significativo – pero también un mal necesario”, recuerda Kaloo.
La prefunta ahora es en qué punto nos encontramos tras el periodo de ajuste estructural necesario. Las balanzas comerciales han cambiado y continúan con su ajuste para mejorar. “Si se analizan los balances por cuenta corriente ahora, la mayoría han pasado a estar en terreno positivo. La inflación se ha relajado y los tipos de interés se están rebajando en muchos de los mercados emergentes. El rally del dólar parece que se ha tomado un respiro, lo cual apoya las divisas también. Pero la realidad es que las economías de Norte América y Europa, los dos principales destinos de exportación para el comercio de los mercados emergentes continúan luchando contra la crisis”, dice el gestor.
Los indicadores económicos sugieren que la economía de Estados Unidos podría estar actualmente desacelerándose otra vez. Aunque esto supone un obstáculo significativo para que la recuperación sea liderada por los exportadores de nuestras economías emergentes, es positivo distanciarse de las políticas monetarias de los países desarrollados, que se espera que se mantengan extremadamente acomodaticias durante algún tiempo más.
En opinión de Aberdeen AM, esto apoyaría a las divisas locales así como otorgaría a los bancos centrales una mayor flexibilidad para rebajar los tipos de interés y estimular la demanda doméstica. “Asumiendo que no veremos una significativa recuperación a corto plazo del crecimiento de Estados Unidos o Europa, el contexto debería continuar siendo razonablemente benigno para los activos de riesgo, como la renta variable de los mercados emergentes, donde los fundamentales económicos parecen lógicos después del ajuste de los últimos años”, apunta Kaloo.
Resultados corporativos
Los beneficios decepcionantes suelen ser citados de manera regular como una de las causas principales de la debilidad de los rendimientos de la renta variable. Las previsiones de crecimiento de los beneficios e ingresos han afrontado revisiones a la baja durante 2015 en Europa, Estados Unidos y los mercados emergentes, lo que ha incrementado el pesimismo entre los inversores. Sin embargo, es importante distinguir lo que está ocurriendo en los mercados emergentes del resto del mundo
Para el responsable global de mercados emergentes de Aberdeen AM, “el crecimiento de los beneficios de los mercados emergentes era de alrededor del -3% en 2015 en dólares, pero esa cifra no representa de manera fiel todo el espectro de los países emergentes. Si se dejan al margen las compañías de materias primas y se analizan los beneficios en moneda local en lugar de en dólares, la cifra del 2015 probablemente rondaría el 10%. Y la tendencia es a mejorar: las previsiones de crecimiento de los ingresos están alrededor del 6% para el próximo año, y el crecimiento de los beneficios podría superar la barrera del 10% en 2016 también”.
“Aunque sería ingenuo menospreciar la gravedad de los vientos en contra que afrontan estos mercados, también lo sería quedarse solo con los aspectos negativos y olvidar un escenario más amplio, más equilibrado. Como una inversor veterano en mercados emergentes, hemos visto esto muchas veces antes y realizamos un exhaustivo análisis de los países de las compañías de primera mano. Pero quizá, lo más importante de todo, hemos aprendido a no perder de vista la necesidad de no tener una visión a largo plazo”, concluye el gestor.