Los inversores en deuda de mercados emergentes no deberían subestimar los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) como generadores de rentabilidad, advierte Theo Holland, de Kames Capital.
En su opinión, aplicar los criterios ASG a la deuda de mercados emergentes puede parecer tarea imposible, dada la complejidad de las economías emergentes y la importancia de los recursos naturales para muchas de ellas. Sin embargo, Holland, que cogestiona el Kames Emerging Market Bond Opportunities Fund, considera que “estos aspectos deberían ser cruciales a la hora de invertir en deuda de mercados emergentes”.
Según Kames Cpaital, pese a no estar sujeto a ese tipo de limitaciones a la hora de invertir, el proceso de inversión del fondo, tanto a nivel soberano como corporativo, se apoya en gran medida en los criterios ASG que, por la propia naturaleza de los mercados emergentes, pueden tener un impacto significativo.
“A la hora de comprar bonos de mercados emergentes, en Kames tenemos muy en cuenta los criterios ASG, ya que los números solo cuentan la mitad de la historia”, explica.
Según el gestor hay tres motivos por los que este enfoque puede contribuir a encontrar las mejores oportunidades en este segmento.
- El mal gobierno puede resultar mucho más perjudicial para la inversión en deuda de mercados emergentes que de mercados desarrollados. En opinión de Holland, el buen gobierno es el criterio ASG más importante para los inversores en deuda emergente, ya que el imperio de la ley es más débil en las regiones emergentes que en el mundo desarrollado. El gestor pone como ejemplo a Senegal y Costa de Marfil, dos países africanos que cuentan con calificaciones elevadas en el reputado índice Ibrahim de la Gobernanza en África. Por el contrario, Rusia, donde el fondo no invierte en estos momentos, ofrece pocas oportunidades que logren superar el test de buen gobierno de Kames.“Tanto Senegal como Costa de Marfil pertenecen a la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA, por sus siglas en francés), institución que promueve la cooperación y la estabilidad y mantiene fuertes vínculos con Francia. Este tipo de indicadores de buen gobierno resultan cruciales para la solvencia de crédito de los bonos”, argumenta. En su opinión, “por la parte negativa, independientemente de que en Rusia existan algunos bancos y empresas no estatales de calidad, es difícil escapar al fuerte instinto centralizador del gobierno ruso y sus controvertidas decisiones de política exterior, que han tenido un profundo impacto en la economía rusa, en forma de sanciones”.
- Conviene tener cuidado con la inversión en materias primas.Dado que la deuda de mercados emergentes a menudo está vinculada con materias primas como el petróleo, el gas, los metales y la minería, o la agricultura, Holland cree que es importante ser conscientes de las repercusiones medioambientales y sociales. “Los inversores en crédito de empresas expuestas al gas y el petróleo nigerianos, por ejemplo, deberían tener en cuenta la controvertida historia de la presencia extranjera en el sector energético de Nigeria. Ya hablemos de su impacto medioambiental, de su historial de contratación local o de la naturaleza imperfecta de los contratos suscritos, el sector está plagado de problemas medioambientales y sociales que, desde nuestro punto de vista, suponen importantes trabas para la inversión”, explica.
- Cambiar a mejor.Además de tener en cuenta el impacto de los criterios ASG en las oportunidades de inversión en mercados emergentes, Holland añade que también pueden existir oportunidades en las regiones que están intentando cambiar su forma de operar. En opinión del gestor, estos cambios de comportamiento pueden mejorar las perspectivas de inversión de las correspondientes regiones. “En Arabia Saudí, bajo el mandato del nuevo príncipe heredero, se está avanzando hacia una flexibilización de las restricciones que afectan a la amplia población joven del país, incluida la relajación de la segregación por sexos y la inversión en ocio. Obviamente, el país afronta retos de todo tipo pero las medidas adoptadas sin duda reforzarán la tesis de inversión en Arabia Saudí”, concluye.