El segundo trimestre del año ya ha arrancado y las gestoras han ajustado sus perspectivas. La crisis ha llegado y ahora toca ver las consecuencias del parón económico que han realizado la mayoría de los países del mundo afectados por la pandemia del coronavirus, que ya se ha costado más de 160.000 muertes. Como toda crisis, día a día va evolucionando y hoy el mercado tiene la vista puesta en la caída del precio del barril West Texas, que ha tocado los 14 dólares, y la cumbre de este jueves de la UE.
«En términos de mercado, los mercados sufrieron una perturbación de gran envergadura y ahora se están adentrando en una fase que combina esperanza y miedo, y en algún momento empezará la tercera fase, con un nuevo paradigma de mercado. Entre mediados de febrero y mediados de marzo se produjo la perturbación, que se dejó sentir en unos mercados que se preparaban plácidamente para un año de modesta recuperación económica después de la ralentización de 2018-2019”, explica Carmignac sobre cómo fue el primer trimestre.
En opinión de la gestora francesa, en este nuevo trimestre entramos en una segunda fase, “en la que los mercados se están recuperando del pánico experimentado y empiezan a ver la luz al final del túnel, a medida que estas curvas exponenciales de la pandemia empiezan a mostrar una evolución ligeramente más esperanzadora en prácticamente todos los países, en distinta medida, y el posicionamiento del mercado ha pasado a ser muy liviano”. Para Carmignac es relevante que pronto se podrá cuantificar el efecto económico concreto de estos confinamientos conforme se van publicando los datos económicos posteriores a febrero.
Estos datos marcarán todo el segundo trimestre, pero por ahora algunas casas de inversión tienen unas perspectivas muy negativas de lo que iremos viendo. Según las previsiones de Nordea AM, la economía mundial se está adentrando en el ojo del huracán, y los inversores harían bien en esperar tiempos muy difíciles antes de que la situación mejore en el segundo semestre del año, cuando la economía china repunte.
“El segundo trimestre debería ser un periodo sumamente complejo, pero la situación debería mejorar cada vez más a medida que nos acerquemos a finales de año. Nos encontramos en los albores de una crisis histórica. A medida que el elevado nivel de miedo empiece a disiparse, la volatilidad en los mercados bursátiles debería descender, lo que establecería un límite a la baja para estos últimos y conllevaría un cierto potencial alcista conforme el mercado descuente los distintos paquetes de rescate. No obstante, aún debemos interiorizar que se producirá una marcada recesión, numerosas revisiones a la baja en los beneficios y quiebras. La primera ficha del dominó ya ha caído y la reacción en cadena hará caer hasta la última ficha”, explica Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM.
Según estima el equipo de Insight Investments (parte de BNY Mellon IM), a medida que el mundo refuerza su respuesta a la crisis del coronavirus, con cada vez más confinamientos y cierres de empresas, es probable que la mayoría de las economías sufran una contracción del PIB de alrededor del 15% entre sus niveles máximos y mínimos.
“La naturaleza variable del sector servicios y de las balanzas comerciales de cada país probablemente dará lugar a resultados económicos algo diferentes. Sin embargo, esperamos descensos de dos dígitos en el PIB entre máximos y mínimos, con los Estados Unidos cayendo ligeramente menos debido a un sector de restauración y a un déficit comercial más pequeños. Debido a las incógnitas sobre la duración y la eficacia de las medidas de contención, la incertidumbre de estas previsiones es mucho mayor que en tiempos económicos normales”, apunta en su último informe.
En opinión de PIMCO ya hemos entrado en “la primera crisis de la historia provocada por decreto gubernamental”, que puede ser “la más profunda y la más corta de la era moderna”. Su pronóstico es el de una “recuperación en U en un horizonte de seis a 12 meses”. La gestora de fondos de inversión advierte, eso sí, de que “será una recuperación gradual con el riesgo de que sea desigual con importantes retrasos y daños permanentes”. En su escenario principal, la gestora anticipa que la expansión del virus alcanzará su pico a nivel mundial en el tercer trimestre. Este escenario está sujeto a modificaciones y lo que ahora es un escenario en U, PIMCO avisa de que bien puede convertirse en una W. “Los dos mayores riesgos para el escenario en U son la curva de la pandemia y la evolución de los defaults de los sectores cíclicos más apalancados”, sostiene la gestora.
Laurent Denize, director de Inversiones Adjunto Global de ODDO BHF AM, coincide en que ahora mismo estamos “en medio de una profunda recesión”, así que habrá que ser paciente y esperar a que pase la tormenta. “Creemos que el crecimiento debería recuperarse en el tercer trimestre. Sobre todo, conforme se relajen las medidas adoptadas para compensar la lenta respuesta inicial a la crisis y, además, se equilibran las acciones para reducir las dificultades económicas. De este modo, creemos que las medidas de apoyo durarán más tiempo que la crisis sanitaria. El apoyo monetario y el estímulo fiscal sin precedentes deberían ayudar a impulsar la recuperación cuando las empresas se reabran y los trabajadores vuelvan a sus puestos”, señala Denize.
Los protagonistas
En este contexto, la gestora señala que las soluciones de renta fija flexibles y de renta fija tradicional probablemente desempeñen un papel significativo en términos de asignación como activos refugio y herramientas que pueden brindar mejores perfiles de riesgo/remuneración. “Resulta poco probable que la duración contribuya significativamente en este momento, por lo que la exposición a la deuda corporativa con grado de inversión podría ser una buena opción. Llevamos mucho tiempo abogando por la inversión en el mercado de Covered Bonds debido a su perfil sumamente seguro y en vista de seguir viéndose apuntalado por las compras del BCE. Los inversores deberían tener en cuenta que, en un periodo de gran volatilidad, los gestores de carteras desempeñan un papel fundamental, dado que éstos tienen la capacidad de capear las crisis”, añade Galy.
Algo indudable para las gestoras es que los bancos centrales y los gobiernos seguirán teniendo un papel fundamental en este segundo trimestre. “Por mucho tiempo que dure esta crisis sanitaria y por mucho que se extienda, no es muy arriesgado afirmar que cueste lo que cueste, los Estados y los Bancos Centrales pondrán de su parte para apoyar a sus pueblos y sus economías, pero también que los modelos económicos y sociales se revisarán a fondo”, sostiene Xavier Lépine, presidente del Consejo de Administración de La Française.