Desde una perspectiva global, avanzamos con paso firme pero desigual hacia la normalización económica y social. La recuperación en cada zona geográfica y/o país está marcada por el calendario de la vacunación. Además, la efectividad de las vacunas unido al apoyo sin precedentes que los bancos centrales están brindando a las economías del primer mundo, ha provocado, según advierten desde Santalucía AM, un periodo alcista en las bolsas mundiales que se inició en el segundo trimestre de 2020 y para cuyo fin no existe consenso entre los inversores.
Como muestra, han rescatado los comportamientos que tres de los principales índices bursátiles mundiales han mostrado en los últimos 12 meses (a 31 de marzo de 2021): S&P500 (EEUU) +56%, EuroStoxx50 (Zona Euro) +43% y Nikkei (Japón) +57%.
¿Cómo actuar frente al comportamiento actual de los mercados?
A pesar de que en el corto plazo las medidas de apoyo de los gobiernos y bancos centrales están incentivando la recuperación y apoyando a los mercados, algo que nos beneficia a los inversores, José Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre AM, advierte de que el toque de atención viene en el medio y largo plazo.
“Todas estas medidas, en algún momento, hay que pagarlas y si no se acometen reformas estructurales de calado, especialmente en el gasto público, nos podemos encontrar con un entrono bastante complejo”, explica. “Si empiezan las dudas sobre la economía española esto se reflejará en el bono y la bolsa”, alerta.
En este contexto, los expertos de Santalucía AM recomiendan a los inversores minoristas ahorrar por objetivos, diversificar inversiones y ser pacientes. “No te dejes guiar por el tono de la renta variable puesto que su comportamiento en muchos casos es poco predecible incluso en el corto plazo. Asume un riesgo proporcional al plazo en que eventualmente necesitarías recuperar el dinero invertido”, recomiendan. “Al igual que en 2020 advertíamos acerca del riesgo de dejarse llevar por el pánico en los peores momentos, en 2021 pedimos reflexionar antes de aumentar el peso de la renta variable en la cartera”, insisten los expertos de Santalucía AM.
Por su parte, Jiménez alerta de que invertir ahora mismo en renta fija es complicado. “Mirando al futuro podemos encontrar sorpresas poco agradables. No hay que olvidar que cuando hablamos de deuda pública española, el principal activo que tienen los inversores, vamos a ser un actor comparado y nos van a exigir más que antes”, explica. Por ello, el economista recuerda que «el activo principal para un inversor hoy, nos guste o no, es la bolsa”.
Dosis de prudencia en los mercados
Ante los datos macroeconómicos, muchas gestoras siguen mostrándose prudentes en sus inversiones. Un ejemplo es Rentamarkets, que ante posibles subidas de tipos de interés en los mercados de renta fija y variable y ante un repunte de la inflación post pandemia han adoptado un posicionamiento cauto.
Si en 2018 fueron las estrategias de venta de volatilidad el eslabón más débil de la cadena, en esta ocasión el experto de Rentamarkets considera que el detonante está “en la valoración del sector tecnológico, cuyo peso en índices de referencia como el S&P 500 ya supera el 30%. El tecnológico es el sector que más sufre con cada repunte de los tipos de interés en el largo plazo, y también es el que más está pesando en el proceso de reajuste de las valoraciones”, explica. En este mismo posicionamiento conservador se sitúa la estrategia de renta variable de la firma, que combina la selección de valores defensivos con cíclicos.
Desde Bestinver también advierten que los mercados requieren “buenas dosis de prudencia y contención”. “Observamos anécdotas, cada vez más frecuentes, de ciertos excesos que no resultan reconfortantes. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al frenesí especulativo de principios de año en torno a un grupo de acciones norteamericanas -entre ellas GameStop- promovido por un foro llamado “WallStreetBets” e impulsado por el uso frenético de un bróker llamado “Robinhood”, que permite operar en el mercado sin pagar comisiones”, señalan.
Revisión a la baja de las perspectivas para la economía española
El impacto de la pandemia está siendo asimétrico y, como consecuencia, en la eurozona, concretamente en España, la recuperación va a tardar más en materializarse. La evolución anual del PIB español en 2020, aun siendo dos décimas mejor de lo esperado, 10,8%, ha arrojado un cuarto trimestre con un crecimiento nulo, inferior al 0,4% anticipado en enero, que ha hecho que reste tracción e inercia al comienzo del ejercicio 2021, según señalan desde el Colegio General de Economistas.
La incidencia de cuarta ola de la pandemia, que está comenzando en nuestro país pero que ya está golpeando a muchos de los países de nuestro entorno, el retraso en la vacunación y el retroceso del plan europeo hacen que sus expectativas de crecimiento económico hayan empeorado. “Por ello revisamos a la baja la previsión de crecimiento del PIB hasta el 5,6% en 2021. Las esperanzas de reactivación del sector servicios por la Semana Santa se han esfumado, y ahora se tiene como objetivo el verano, teniendo en cuenta que, en España, el 67,8% del PIB corresponde al sector servicios, y de este más del 12% corresponde al turismo”, explican los expertos.
Sin embargo, si en el tercer trimestre se recupera la movilidad, en sincronía con Europa, y se consigue alcanzar al menos el 40% de la actividad turística de 2019, los economistas creen que podría darse un cierto rebrote en el último semestre que podría mejorar sus previsiones. “Es probable que las ayudas europeas empiecen a materializarse a final de este año, pero sobre todo en 2022, por lo que se espera que sus efectos se noten en el próximo año, en torno al 1% del PIB. Por ello, elevamos la previsión de crecimiento para 2022 al 5,4%”, defienden.
Por su parte, la AIReF ha actualizado sus perspectivas y estima que el PIB crecerá un 6,6% en 2021 y el déficit público bajará al 7,6% del PIB, algo más de tres décimas menos respecto a lo estimado en el informe publicado el pasado mes de noviembre.
Esta revisión a la baja se explica principalmente por dos factores: la severidad que ha seguido mostrando la crisis sanitaria y la revisión del impacto macroeconómico del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRTR), que tardará más en implementarse de lo previsto inicialmente. Sin embargo, la institución asegura que los avances en las vacunas hacen prever una resolución de la crisis sanitaria en 2021.