La semana pasada asistimos a un hecho histórico durante el encuentro entre Corea del Norte y Estados Unidos: por primera vez vimos una cumbre entre ambos países sin que haya un compromiso previo de cara a un desarme nuclear, tan solo la intención manifiesta de sentarse a hablar.
“La cumbre fue un paso importante hacia una mayor comprensión y cooperación en la península de Corea. A pesar de que quedan asuntos importantes por resolver, la reunión mostró cómo el diálogo y la comunicación pueden guiar el camino a seguir. Un resultado importante es una reducción significativa en el riesgo de conflicto militar”, destaca Michael Oh, gestor de carteras en Matthews Asia.
Según lo acordado, Corea del Norte se compromete a su “completa desnuclearizacón”, de forma rápida y proporcionando garantías de ello. Sin embargo, Anthony Chan, responsable de inversiones en Asia de Union Bancaire Privée –UBP, que se une a la hora de destacar lo histórica que fue la cita, advierte que no todo es tan positivo y que estamos ante un acuerdo frágil.
“El espíritu correcto del acuerdo conjunto podría deshacerse por completo si una decisión sobre el proceso de desnuclearización real nunca sucede. La confianza entre Trump y Kim puede evaporarse rápidamente, y las dos partes no pueden volver al punto de partida, sino que se dirigen hacia la verdadera confrontación militar. Los mercados globales se verán seriamente afectados por un evento geopolítico de este tipo. En el peor de los escenarios, Corea del Sur se convertiría en el gran perdedor con rebajas de calificación soberana y liquidaciones de activos”, subraya Chan.
Pese su advertencia, el entorno y las tensiones geopolíticas parecen relajarse. Y es que ambos aspectos –la menor tensión entre los países y las perspectivas comerciales– son buenas noticias para los inversores.
Según apuntan desde Allianz GI, la renta variable ha sabido comportarse ante este entorno y noticias en la política internacional: “Tras el altercado en la cumbre del G7 y los persistentes conflictos comerciales no estaba en absoluto claro que los mercados de renta variable fueran a lograr, al menos, defender su territorio. En esta amalgama de circunstancias, se celebró la reunión entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un, calificada en algunos lugares de histórica. El riesgo de conflicto bélico parece haber disminuido; ahora bien, queda por ver si, al final, Corea del Norte desmantelará realmente su armamento nuclear”.
Mercado coreano
Desde la perspectiva económica, Oh destaca que la cumbre abre una oportunidad para que Corea del Norte y Corea del Sur estrechen sus vínculos económicos. “ El aumento del comercio con los vecinos, como China y Corea del Sur, mejoraría la calidad de vida de los 25 millones de ciudadanos de Corea del Norte. Los norcoreanos podrían representar una gran base de nuevos consumidores, trabajadores y ahorradores para muchas empresas asiáticas. Por lo tanto, una mayor cooperación en la península de Corea puede potencialmente beneficiar a toda la región”.
Además, si Corea del Norte abre lentamente su economía, es probable que haya beneficios económicos atractivos a largo plazo para Corea del Sur. “Si las dos Coreas desarrollaran un marco cooperativo para las regulaciones y el comercio, Corea del Norte podría, potencialmente, atraer nuevos empleos en la industria manufacturera del sector privado de Corea del Sur. Además, la tasa de alfabetización de Corea del Norte para los trabajadores de 15 años en adelante es casi del 100%, lo que proporciona acceso a una fuerza de trabajo altamente alfabetizada y de bajo costo para las empresas de Corea del Sur”, destaca Oh.
A medida que las tensiones militares disminuyen, el mercado bursátil de Corea del Sur también puede atraer un mayor interés por parte de los inversores nacionales y mundiales. Históricamente, las acciones en Corea del Sur han cotizado a valoraciones más bajas que las acciones en otros mercados asiáticos similarmente desarrollados.