Tras la reunión del BCE del pasado jueves, Álex Fusté, economista jefe de Andbank, analiza cuáles son las consecuencias y perspectivas de las decisiones adoptadas por Mario Draghi. Éstas son las siete preguntas que hay que hacerse ahora para entender la política monetaria del organismo:
1. ¿Qué ha decidido el BCE? El BCE parece no haber tomado ninguna nueva decisión. Pero sólo lo parece, según la mayoría de mis compañeros. Los principales índices de refinanciación y de depósito se sitúan en un 0,05% y -0,20%, respectivamente. No hay nada que indique un mayor apoyo no convencional en esta etapa, pero parece que Draghi está allanando el terreno para anunciar compras de activos más importantes en diciembre.
2. ¿Qué esperaban los actores del mercado? Algunos esperaban cambios adicionales; sin embargo, existe una expectativa generalizada de que Draghi podría comunicar la relajación en la actual política del BCE.
3. ¿Qué esperan ahora? La opción más esperada es un incremento en las compras mensuales de activos en un futuro próximo. Es decir, la opción más agresiva dentro de las posibles medidas.
4. ¿Cuáles son los argumentos de Draghi para un segundo QE? El presidente puede destacar los riesgos derivados de los mercados emergentes y el temor de que las caídas anteriores en los precios de la energía puedan alimentar una inflación subyacente más débil.
5. ¿Estamos de acuerdo con estos argumentos? ¿Creemos que habrá un aumento en la expansión cuantitativa del BCE? Como hemos mencionado en varias ocasiones, dudamos de que los riesgos de los mercados emergentes sean tan serios, como lo demuestra la baja depreciación sufrida por la moneda de estos mercados (-3% en una cesta ponderada, en el año). Sin embargo, las recientes señales de una desaceleración en la zona euro y el corte en el objetivo de inflación garantizan un mayor apoyo de la política monetaria. Sí, creemos que habrá QE2.
6. ¿Cuál sería la intensidad de esta expansión cuantitativa? Estamos de acuerdo con los que apuestan por un repunte en el ritmo mensual de compras de activos, desde 60.000 millones a 80.000 millones de euros. Es de suponer que se anunciará después de la próxima reunión el 3 de diciembre. Cualquier otra cosa supondría una decepción.
7. ¿Cuáles serían los efectos? Parece que ya estaría puesto en precio esta expansión del QE. Sin embargo, a medida que los problemas de escasez de papel, típica consecuencia de estos programas, empezasen a surgir (algo que ya podría estar ocurriendo), los precios se mantendrían bien respaldados. Por supuesto, podemos estar equivocados, pero la dinámica global reciente (reducción de los temores sobre China, etc…) apuntan a ese escenario.