Una semana después de la reunión del G20 y del alivio que ha supuesto que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y su homólogo chino, Xi Jinping, hayan pausado la guerra comercial, el mercado sigue con atención la postura que los bancos centrales están tomando de cara al segundo semestre del año.
En opinión de Amundi, se ha evitado el “peor escenario” de mayor recrudecimiento del conflicto comercial. “La reunión del G20 reanudó las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, tras el aumento de en mayo sobre 20.000 millones de dólares de productos chinos y las consiguientes represalias por parte de China, que presionaron a los mercados financieros y aumentaron el riesgo a la baja para las perspectivas económicas. El peor escenario de una extensión de los aranceles sobre los 300.000 millones de dólares restantes de las importaciones procedentes de China, que habrían perjudicado gravemente a la economía mundial, se ha evitado a corto plazo. Asimismo, se han hecho algunas concesiones por ambas partes: por parte de EE.UU. para aliviar el bloqueo sobre Huawei (las compañías americanas podrán volver a vender equipación a la empresa china), y por parte de China para aumentar la importación de productos agrícolas estadounidenses”, explica la gestora en su último análisis.
En cambio destaca que este alivio en el mercado no se ha traducido en un rally en los activos de riesgo. Según la gestora, no se produjo este repunte porque el mercado ya descontaba que se produciría algún tipo de avance en las disputas comerciales. “La atención se centrará de nuevo en los datos económicos, que siguen mostrando cierta debilidad, y en los bancos centrales, donde las expectativas de medidas acomodaticias son altas, quizás demasiado altas con cierto riesgo de decepción”, apuntan.
Según las gestoras, en un escenario status quo con conversaciones en curso y sin aranceles adicionales, los mercados de renta variable pueden continuar escalando, siempre que el crecimiento y las ganancias se mantengan. En este sentido, una Fed más moderada es un apoyo adicional para los mercados, al menos a corto plazo.
Esty Dwek, jefa de estrategia de mercados de Natixis IM, señala que “la volatilidad en torno a los próximos anuncios es probable, ya que posiblemente se trata de una negociación de sube y baja y no de un acuerdo directo. Además, siguen existiendo otros riesgos, como el Brexit, el techo de la deuda de EEUU, el presupuesto italiano y otros, que probablemente traerán algunas correcciones en los mercados a corto plazo en los próximos meses”.
Los rendimientos de la deuda soberana se ven excesivamente negativos con respecto a las perspectivas, y podrían retroceder un poco ante mejores datos de crecimiento y el aumento de las expectativas de inflación, pero “una Fed dovish deberá mantener los rendimientos al límite2, añade Dwek.
En principio el riesgo político se ha reducido, pero eso no garantiza, según sostiene desde DWS, que se hayan despejado las demás incógnitas del mercado. “Es probable que esto signifique que la Fed considera que se ha confirmado su evaluación cautelosa del panorama global. A menos que algunos datos sorprendentemente positivos de la economía de los Estados Unidos aparezcan a lo largo del mes, un recorte de tipos en julio sigue siendo nuestro escenario principal”, apunta la gestora alemana en su último análisis del CIO.
Misma opinión comparte Andrew Milligan, director de estrategia global de Aberdeen Standard Investments, quien considera que la ahora la atención se va a centrar en las discusiones de la Fed y en la próxima publicación de datos de empleo en EE.UU. ya que darán nuevas señales para los mercados. “A pesar del éxito de las conversaciones comerciales de la UE con Mercosur, no es de extrañar que el comunicado del G20 siguiera el consejo del FMI y concluyera que los riesgos para la economía mundial son crecientes. Aunque el acuerdo entre Estados Unidos y China es una tregua, hay pocos indicios de que la actual rivalidad estratégica entre los dos países se negocie fácilmente”, añade a su reflexión.
Tal y como destaca Markus Allenspach, responsable de análisis de renta fija de Julius Baer, en los próximos meses quedan muchas novedades por conocer en torno a los bancos centrales. “El mundo de los bonos parece estar al revés en estos días. En los Estados Unidos, el presidente Trump propone un candidato para la Junta de la Reserva Federal, la profesora Judy Shelton, que propaga el financiamiento ilimitado de la deuda del gobierno a través de la imprenta de la Fed. En la zona euro, Christine Lagarde es la mejor candidata para seguir a Mario Draghi al mando del Banco Central Europeo. En su papel actual como Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Lagarde había sido una clara defensora del estímulo fiscal y monetario para sostener la expansión económica. En momentos anteriores, estas noticias habrían sorprendido a los inversores y conducido a rendimientos más altos. Hoy en día, el mercado de bonos ve estos movimientos como una garantía para los recortes de tasas y más compras de deuda pública por parte del banco central, y por lo tanto reacciona con disminuciones de rendimiento”, explica Allenspach.