Ayer se celebró la tercera cita del año para la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y de nuevo la institución monetaria ha insistido en que «será paciente» a la hora de subir los tipos, reiterando su posición dovish. En su comunicado ha querido dejar claro que seguirá esperando a la evolución «económica y financiera y las presiones de la inflación», antes de tomar cualquier decisión. Esto ha vuelto a desvanecer las aspiraciones de una posible reactivación de su intención de subir tipos.
«El espíritu de la ex presidenta de la Fed, Janet Yellen, todavía estaba presente en la reunión de esta noche, ya que el actual presidente de la Fed, Powell, mencionó los factores idiosincrásicos de la reciente suavidad en la inflación subyacente. Esta frase se convirtió en algo sinónimo con el nombre de Yellen, ya que pronunciaba estas palabras a menudo durante un período de menor inflación a mediados de 2017. Esto puede ser una advertencia para los actuales precios moderados de los mercados, ya que, al final, Yellen y la Reserva Federal tuvieron razón sobre el factor transitorio, una proeza que puede repetirse nuevamente esta vez», apunta Bart Hordijk, analista de Monex Europe, sobre esta última reunión de la Fed.
Lo que es cierto que el giro que ha dado la Fed en cuestión de seis meses es bastante espectacular y probablemente sin precedentes, por eso el mercado debate hasta cuando durará este tono dovish. “Los miembros del FOMC no señalaron únicamente que apenas prevén subir los tipos a corto plazo en los próximos tres años, sino que además el tipo actual de los fondos federales casi ha alcanzado su nivel neutral a largo plazo. Además, la Fed anunció que a partir de septiembre ya no reducirá más el volumen de su balance. Por lo tanto, ahora las herramientas de política monetaria están totalmente en modo de reposo y la postura de la Fed es realmente neutral (sin ningún sesgo hacia una u otra dirección) y está lista para ajustarse en el sentido que haga falta. En un contexto en el que siguen imperando las preocupaciones en torno al crecimiento mundial, los mercados de futuros no han tardado a empezar a descontar una rebaja de los tipos este año o el que viene”, apunta Adrien Pichoud, economista jefe y gestor de carteras de SYZ AM.
En general, las gestoras acertaron al considerar que la reunión de ayer no traería muchas sorpresas. “A pesar de que la Fed anunció en la reunión anterior su voluntad de ser más paciente a la hora de subir los tipos, de confirmarse este dato de crecimiento, unido a unos bajos niveles de inflación, podría volver a reactivarse la intención del organismo de elevar los tipos, algo que, hasta ahora, no estaba descontado por el mercado. Los nuevos avances en la guerra comercial entre EE.UU. y China también alivian la tensión, y liberan a la Reserva Federal de uno de los focos que le ha inducido a la prudencia en las últimas reuniones”, plantea Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, Bank Degroof Petercam Spain.
Para David Lafferty, estratega en jefe de mercado de Natixis IM, más allá de la reunión de ayer, lo más determinante es hacia dónde se dirige la Fed y qué implica la inversión de la curva de rendimientos en Estados Unidos y en un futura recesión. “El punto es que la Fed se está volviendo más complaciente por una razón. Para los inversores no es suficiente simplemente analizar la tasa de descuento para los activos financieros. Tenemos que considerar la trayectoria de la economía global, que es un representante de la corriente de flujos de efectivo a futuro que ya se está descontando. Hipotéticamente hablando, si el crecimiento global y las expectativas de ganancias se colapsaran, las acciones se verían afectadas a pesar de las tasas más bajas. Nuestro temor es que los inversores alcistas estén demasiado enfocados en el hecho de que la Fed esté en pausa, en vez de las razones de dicha pausa”, sostiene Lafferty.
Según su análisis, es demasiado pronto para saber qué es lo que está viendo en el horizonte la Fed. “La distinción clave radica en el marco de la política monetaria. Es decir, una Fed menos restrictiva, que se limita a pausar, debería beneficiar a los activos de riesgo. Este fue claramente el mensaje a finales de diciembre y principios de enero, cuando las acciones registraron un fuerte repunte. A la inversa, un mensaje abiertamente dovish de la Reserva Federal debe ser una señal de advertencia a los inversores”, argumenta.
Por su parte, Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, considera que la Fed ha encontrado el equilibrio adecuado. “Debido a la desaceleración de la economía estadounidense y a la baja inflación, esperamos que la Fed confirme una pausa en su normalización de la política monetaria. Además, dada esta ralentización controlada en la economía de Estados Unidos y el impulso de los mercados de capitales, creemos que la Fed ha encontrado el equilibrio perfecto”, afirma.
En opinión de Gilles Seurat, gestor de multiactivos de La Française AM, lo que sí está descartado es que, por ahora y como vimos ayer, actualice sus previsiones económicas. Desde enero, la Fed está en modo «esperar y ver» y «la paciencia» es su nueva lema, por lo que, de cara a esta reunión, la gestora esperaban ningún cambio en su postura, ya que existe un tira y afloja entre el crecimiento y la inflación.
“Este contexto desinflacionario plantea la cuestión de si la política de la Reserva Federal no es demasiado restrictiva. De hecho, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, dijo a mediados de abril que, si tuvieran que enfrentarse a una inflación subyacente del 1,5%, podrían contemplar la posibilidad de flexibilizar sus políticas. Por otro lado, no importa lo que digan los escépticos, el crecimiento es bueno en Estados Unidos. El informe de PIB del primer trimestre de 2019 que se publicó el viernes mostró un crecimiento del 3,2% trimestral anualizado frente al 2,3% esperado. El mercado laboral es fuerte, con una tasa de desempleo que vuelve a caer hasta el 3,8% y unos salarios que aumentan un 3,2% interanual. Además, las condiciones financieras se han suavizado desde la última reunión y, por lo tanto, creemos que la Fed mañana optará por mantener el statu quo”, argumenta Seurat.
Este buen dato se produjo a pesar del cierre parcial que mantuvo el Gobierno norteamericano desde diciembre del año pasado hasta prácticamente la primera quincena de enero. Una vez más, es el consumo interno el que explica dos terceras partes del crecimiento del PIB.