La prima de riesgo de las acciones o ERP (equity risk premium), se puede definir como el retorno pagado al inversor de renta variable, por encima de la tasa libre riesgo. Esta es una medida clave para los inversores a la hora de establecer la expectativas de rentabilidad de la cartera y tomar decisiones estratégicas de asignación de activos.
Es además uno de los temas más debatidos en la gestión de carteras, y ha llenado infinidad de libros sobre con la discusión de si la ERP es positiva, negativa o no existente.
Y para complicarmás las cosas, hay varias maneras de calcular la prima de riesgo de las acciones, y cada método ofrece una respuesta diferente a la pregunta fundamental: ¿qué nivel de exceso de rentabilidad debería esperar el inversor de sus posiciones en renta variable?
El equipo de Análisis y Estrategia de Axa Investment Managers, recomienda al inversor utilizar una ERP del 3.5% como hipótesis básica en la calibración de sus decisiones estratégicas de asignación de activos. La gestora examina tres maneras diferentes para determinar la prima de riesgo, basándose en datos históricos (ex –post equity risk premium), o en la aversión al riesgo y percepción de los inversores (required equity risk premium) o en la rentabilidad esperada por el mercado. Cada uno de estos tres enfoques tienen puntos fuertes y deficiencias, pero, sorprendentemente, arrojan resultados muy distintos.
Si miramos hacia atrás, para el mercado estadounidense y el resto de acciones de mercados desarrollados, la ERP durante la última década ha sido aproximadamente del 3,5%, y del 4% para los emergentes.
La propuesta de AXA pasa por unenfoque sintético, que concilie las tres medidas centrándose en el equilibrio en el largo plazo, y considera que una prima del 3,5% es bastante realista y consistente con la rentabilidad que debería ofrecer la renta variable.
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