El desarrollo de Asia es imparable y la mayor prueba de ello es la creciente urbanización de los países, lo que a su vez se traduce en una esperanza de vida cada vez mayor, una renta per cápita cada vez más elevada (especialmente en las grandes ciudades) y, aunque pueda parecer un detalle sin importancia, un uso de la tecnología, sobre todo teléfonos móviles, cada vez mayor. Para Donald Amstad, director de Desarrollo de Negocio para Asia de Aberdeen AM, el ejemplo más representativo de esta tendencia es Corea del Sur, que debería servir de modelo para el resto de regiones.
En este contexto, y teniendo en cuenta que, en lo que respecta propiamente a las valoraciones, las divisas asiáticas están baratas en términos generales, mientras que la renta fija ofrece buenos rendimientos -especialmente los bonos asiáticos denominados en dólares cotizan con importantes descuentos respecto a sus comparables americanos- y la renta variable tampoco está cara, los inversores deberían tener exposición en sus carteras.
“Con este escenario, la pregunta que hay que hacerse es qué porcentaje de la cartera debe estar invertido en Asia y la respuesta debería tener dos dígitos”, asegura el experto, en una reciente presentación en Madrid.
Durante su conferencia, Donald ensalzó el potencial de crecimiento de Asia, que está siendo ignorado por los países desarrollados, pese a que ahora aporta el 30% del PIB mundial y las estimaciones apuntan a que esta cifra se elevará al 50% en 2050.
Además, por primera vez en muchos años, en Aberdeen no están negativos con China. La razón es que el Gobierno ha acometido medidas importantes, cada vez más personas emigran de las zonas rurales a las ciudades, y además, está dando pasos para liberalizar los mercados, como la reciente conexión entre los mercados de Shanghai y Hong Kong. Consideran que, aunque el crecimiento es menor, no se va a producir una situación como la de Lehman Brothers. «El Gobierno cuenta con 4 billones de dólares invertidos fuera del país y otro tanto en empresas domésticas”.
Sin embargo, la región que para Amstad tiene más potencial en Asia en la India. “Es sin duda el país emergente con más oportunidades de inversión”. Y ello se debe a las buenas medidas adoptadas tanto por el primer ministro del país, Narendra Modi, como por el gobernador del Banco Central de India, Raghuram Rajan, aunque aún tienen mucho por hacer. Por ejemplo, a pesar de que su población es extensa, el porcentaje de trabajadores es cada vez mayor.
Oportunidades en renta fija emergente
Las oportunidades de inversión están también en renta fija. Según defendió Steven Nicholls, responsable de especialistas en producto de Renta Fija en la gestora, el potencial de las regiones emergentes es indudable. Son regiones con una población extensa, donde la demanda de bienes y servicios es cada vez mayor, y un “ejemplo de ello, como decía Donald es el uso cada vez mayor de teléfonos móviles e Internet, y no solo entre los jóvenes”. Asimismo, la población de las zonas rurales tiene un mayor acceso a la información y a las entidades bancarias, siendo más común por ejemplo, las transacciones.
Sin embargo, esto no quiere decir que no existan riesgos, aunque en términos generales cuentan con unos balances mucho más saneados y sólidos que hace diez años y unos niveles de endeudamiento menores. Además, gran parte de la deuda está denominada en moneda local. Pero, hay que ser selectivo con los países que se eligen.
“Creemos que además del potencial de crecimiento que ofrecen estos países, otro indicador de que seguirán dando buenos rendimientos es que la demanda debería estar soportada en parte por los inversores institucionales en emisiones corporativas high yield”, asegura el experto.