Hace apenas unos meses EDM Gestión decidía expandir los mercados bursátiles en los que invierte hacia Latinoamérica y registraba en Luxemburgo un fondo de acciones de compañías de la región, gestionado con la misma filosofía que tantos éxitos les ha aportado en sus fondos de bolsa europea y española.
Gonzalo Cuadrado Quiles, gestor de EDM Gestión, está al frente del proyecto desde sus inicios y, en una entrevista a Funds Society, reconoce que las oportunidades que les abre este nuevo universo son muy atractivas. Sobre todo tras el panorama de los últimos meses en los mercados emergentes, con las masivas retiradas de capital de los inversores que han provocado caídas en bloque de las valoraciones en mercados como Brasil. Es en estos momentos de grandes ineficiencias, en los que muchos inversores que replican índices se ven obligados a salir, cuando una compañía como EDM puede ofrecer valor. “Aquí es donde una gestora de tamaño modesto puede aprovechar las ineficiencias y, mediante una gestión activa, ofrecer valor adicional a través de un buen análisis”, afirma. En otras ocasiones ocurre que, ante su gran tamaño, los fondos no pueden aprovechar las oportunidades existentes en compañías más pequeñas y ésa es una limitación que en EDM no existe.
Y es ahí, en las grandes ineficiencias que se crean por las ventas masivas o por el tamaño de las compañías, donde encuentra valor el gestor para construir la cartera del fondo, en cuyo proceso reconoce seguir inmerso. Aunque el portfolio no está aún construido totalmente, ya ofrece una rentabilidad de entorno al 5%.
A través de un proceso idéntico al del resto de vehículos europeos o españoles de EDM, basado en la selección de compañías por sus fundamentales –ROE elevados, visibilidad en el crecimiento de los beneficios, flujos de caja sostenibles y estables, baja deuda, equipos directivos de calidad e íntegros y valoraciones razonables- y en un proceso de inversión a largo plazo, el gestor está listo para invertir en cualquier país, sector y tamaño de compañías, si bien sus pasos le han llevado sobre todo a Brasil (con un peso en cartera del 45%) y México (con el 26%), con el resto en compañías de países como Chile o Perú.
Las oportunidades en Brasil
Aunque insiste en que esa composición es resultado puramente de la selección de compañías, no se escapa que Brasil es un mercado que está ofreciendo muchas oportuniades en la actualidad. En primer lugar, dice Cuadrado, por el desarrollo de su mercado de renta variable, que ha disparado el número de compañías, lo que ofrece más oportunidades al menos en términos numéricos. En segundo lugar, reconoce que Brasil ha estado bajo el punto de mira de los inversores internacionales y ha sufrido más que otros mercados de la zona, un de-rating que ha dejado las valoraciones en niveles atractivos, aunque él se centra sobre todo en la calidad de las compañías. Y también reconoce que un cambio en el gobierno podría ayudar en el futuro. La firma líder en alquiler de coches Localiza, el fabricante de aviones Embraer o la firma de materiales básicos Vale están entre sus apuestas.
Cuadrado no es partidario de comparar los precios de Brasil y México, puesto que la composición de ambos mercados es distinta; también tiene gran parte de las posiciones del fondo en el país norteamericano, en nombres como Gruma (líder mundial en harina para tortitas empaquetadas), compañía con mucha exposición a EE.UU.
Y es que a Cuadrado no le importa invertir en firmas europeas o americanas con exposición a Latinoamérica (como la española Prosegur, con el 85% de su ebitda en Latam) ni en las firmas latinoamericanas que tengan exposición a otros lugares del mundo. De hecho, considera que un catalizador de valor de las compañías locales que lo han hecho muy bien durante décadas es su proceso de internacionalización, para competir con firmas europeas o estadounidenses. De hecho, recuerda que algunas firmas saneadas y con liquidez están tomando posiciones en compañías españolas. Otros catalizadores que impulsarán a las compañías latinoamericanas son el bajo apalancamiento privado (de familias y empresas en la región), la necesidad del desarrollo de servicios terciarios –muy lejanos a los de Europa o EE.UU. en muchos países latinos- o el potencial del crédito al consumo.
Así, a pesar de que su análisis se centra en las compañías, reconoce que la macroeconomía ofrece mucho potencial a sus fundamentales: las políticas destinadas a mejorar las infraestructuras en el región o el factor demográfico (con mucha población menor de 25 años a diferencia del envejecimiento en Europa, por ejemplo) hacen que haya muchos negocios con gran potencial de crecimiento en la región. “Muchos comentarios hablan del mal estado de las economías latinoamericanas pero no es tan preocupante como se pinta: los países cuentan con autoridades monetarias independientes, instituciones cada vez más sólidas, menos deuda que otros lugares desarrollados, menores déficits e inflación controlada, con la excepción de Brasil”, comenta el gestor.
Además, las salidas de dinero en los últimos tiempos en emergentes y la concentración de flujos en Europa o EE.UU. hacen que cada vez sea más difícil encontrar oportunidades en el mundo desarrollado. “El dinero barato en EE.UU. se ha acabado pero eso ya se ha ido asimilando poco a poco”, dice, con respecto al peligro que supondrá el tapering para los emergentes. Por el contrario, considera lógico que en un momento determinado los flujos mundiales se den la vuelta y vuelvan a favorecer a los mercados en desarrollo.
Un apetito creciente
Cuadrado explica que el fondo, domiciliado en Luxemburgo, está atrayendo inversores sobre todo de Europa y España, y cuenta ya con 16,5 millones de euros de volumen. Y sus expectativas son de crecimiento, tanto por parte del comportamiento de los mercados (“Latinoamérica tiene un potencial de crecimiento más elevado, aunque con otros riesgos”, dice el gestor) como de los flujos. En EDM esperan que la demanda no solo venga de Europa sino también de los clientes latinoamericanos, canalizada a través de su oficina comercial de México y ante su satisfacción con los fondos de bolsa europea o española que gestionan y el auge de la gestión activa. “Allí no hay muchos gestores caracterizados por la selección de valores y es más común la exposición a través de ETF”, dice. Por eso ese fondo puede aportarles valor.
Cuadrado gestiona el fondo desde Barcelona pero tiene reuniones frecuentes con compañías, ya sea en Latinoamérica o en Londres, donde se dirigen las compñaías de roadshow, pues conocer a las firmas es una premisa básica para invertir en ellas.