Los riesgos geopolíticos siguen muy presentes en el radar de las firmas de inversión. El ataque de Irán a Israel de este último fin de semana se suma a la tensión en Oriente Próximo y a la creciente preocupación del impacto que puede tener esta sobre los precios energéticos. En concreto, los expertos miran al precio del crudo, que apenas ha variado su cotización.
“La reacción en los mercados está siendo tibia ante la pasividad en el precio del petróleo que el lunes cedía un -0,6% hasta 89,9 dólares/barril. Los bonos largos recuperan la senda alcista mientras que las bolsas europeas arrancan la semana en positivo, al igual que los futuros en Estados Unidos. Es importante recordar que, si la escalada militar se agrava y los precios de la energía suben con fuerza, la renta fija de corta duración actuaría como refugio, ya que la de mayor duración sufriría al vislumbrarse un mayor riesgo inflacionista. En el caso de la renta variable, este conflicto podría servir de excusa para corregir tras casi 6 meses de alzas consecutivas, lo que desde nuestro punto de vista abriría una oportunidad para incrementar exposición”, explican los analistas de Banca March.
Una visión que también comparten Frank Häusler, Chief Investment Strategist, y Michaela Huber, Cross-Asset Strategist de la boutique Multiasset de Vontobel. «La reacción inmediata de los mercados fue moderada. Los futuros de la renta variable estadounidense se han recuperado a principios de semana, y la situación también se ha mantenido estable en el resto del mundo. Los que habían especulado con una subida de los precios del petróleo se equivocaron. Los futuros del Brent para entrega en junio bajaron 23 céntimos (0,2%), hasta 90,22 dólares por barril, mientras que los del West Texas Intermediate para entrega en mayo cayeron 29 céntimos (0,3%), hasta 85,37 dólares por barril. Esto se debe probablemente también a que los precios del petróleo ya habían anticipado una posible escalada en los días anteriores», explican.
Esta falta de reacción de los mercados también ha llamado la atención de los expertos de Renta 4 Banco. “Las bolsas europeas abrieron la semana con ligeras subidas (futuros Eurostoxx +0,3%) a pesar de un contexto de riesgo geopolítico al alza tras el ataque de Irán a Israel durante el fin de semana, ya en gran medida esperado (respuesta al ataque al consulado iraní en Damasco atribuido a Israel), telegrafiado y por tanto interceptado por Israel y sus aliados. Tras las declaraciones de Irán (dan el asunto por concluido) y EE.UU. (Biden afirma que no apoyará un contraataque de Israel), los mercados muestran relativa tranquilidad asumiendo que la tensión no escalase más. Por el contrario, los inversores seguirán pendientes de cuál es la reacción de Israel, y si hay represalias y con ello se produce una extensión del conflicto en Oriente Medio, podríamos ver avances adicionales en el precio del crudo (Brent podría verse afectado tanto por la condición de productor de Irán como por el riesgo de cierre del Estrecho de Ormuz, por donde pasa más del 20% del crudo) así como refugio en deuda pública, oro y dólar”, indica el último informe elaborado por su equipo de analistas.
En opinión de Vincent Chaigneau, director de análisis de Generali Investments, este comportamiento del mercado y del atractivo de los activos refugio es normal. Según recuerda, “las crisis geopolíticas suelen tener un impacto efímero en los mercados”; dicho esto, su escenario central es que el ataque «sin precedentes» pero «calibrado» no dará lugar a una escalada brusca, aunque la reacción de Israel es incierta y la tensión regional, intensa.
“Esto se produce en un contexto de fatiga en el repunte de los activos de riesgo, y un repunte de las volatilidades de estos activos, especialmente el crédito, desde finales de marzo, y la continuación de un repunte del precio del petróleo de cuatro meses de duración. El aumento de los precios del petróleo, y de su volatilidad, suele ir asociado a una mayor volatilidad de la renta variable, especialmente cuando está impulsado por tensiones geopolíticas y/o implica una mayor incertidumbre económica y política”, explica Chaigneau.
Según su análisis, el impacto sobre los bonos depende de si las repercusiones sobre la inflación dominan el efecto de arrastre sobre el growth y la huida hacia la «calidad». “Hay que tener en cuenta la fuerte correlación positiva de los últimos seis meses entre los precios del petróleo y la tasa implícita de los tipos de interés de la Fed a finales de 2024. Sin embargo, recientemente la beta de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidenses a 10 años con respecto a los recortes implícitos de 2024 ha disminuido. Los umbrales de inflación (especialmente 1-2 años) ya se han disparado, y la confianza en una recuperación cíclica mundial ha aumentado. De ahí que el precio de los bonos descuente ya muchas noticias bajistas, al haber castigado la visión del consenso para 2024. Ahora vemos que los rendimientos del Treasury 10 años (4,55%) se acercan a niveles de resistencia clave que pueden ofrecer una oportunidad de compra”, añade el director de análisis de Generali Investments.
¿Y ahora qué?
¿Qué pasaría si se extendiera el conflicto en Oriente Medio? Según el análisis que hacen desde Allianz GI, una «crisis total en la región» no es escenario base. «Vemos indicadores «tranquilizadores» de que cualquier respuesta de Israel al menos podría ser medida y Estados Unidos, su aliado más importante, ha afirmado que no participará en ninguna represalia», explica Gregor MA Hirt, CIO Global Multiactivo de Allianz GI, desde la óptica del análisis político.
Desde una visión de mercado, coincide con las valoraciones ya expresadas, y añade: «Una escalada adicional podría complicar los esfuerzos de los bancos centrales por controlar la inflación a medida que los precios más altos del petróleo se filtren en la inflación subyacente. Sin embargo, creemos que a menos que tengamos una explosión total de la crisis regional, el impacto debería mantenerse bajo control. Los mercados de acciones siguen siendo fundamentalmente sólidos gracias a datos económicos mejores de lo esperado y ganancias sólidas. A medio plazo, por lo tanto, seguimos siendo constructivos sobre los índices bursátiles, y creemos que las correcciones a corto plazo podrían ofrecer buenos puntos de entrada o reentrada. En este entorno, los precios más altos del petróleo podrían, en gran medida por razones psicológicas, exacerbar los temores sobre la persistencia de la inflación a largo plazo y las posibilidades disminuidas de recortes de tasas de interés por parte de los bancos centrales».