Los inversores que buscan rendimiento generalmente se fijan en acciones con buena rentabilidad por dividendo o bien con capacidad de hacer crecer su dividendo en el tiempo, o con una combinación de ambos factores. Por definición, según apunta Stephen Thornber, gestor de fondos de Threadneedle, esto se traduce en invertir en empresas que generan mucha caja que se puede devolver a los accionistas, o bien en empresas que podrían convertirse en buenos pagadores de dividendo en el futuro. Ni las unas ni las otras son mala opción, destaca. “En todo caso, es necesario tener perspectiva de largo plazo, por lo que en este segmento no sueles encontrar a inversores persiguiendo la última moda”. Thornber enumera las siguientes 10 razones para invertir en acciones globales de alto dividendo:
1. Los inversores en renta variable de alto dividendo tienen una visión a largo plazo.
2. No hay señales de burbuja en los valores de alto dividendo
3. Las estrategias de alto rendimiento se han comportado mejor que el mercado de renta variable en los últimos años de tendencia alcista, pero debe recordarse que los dividendos (y el crecimiento de los dividendos) son el pilar de los retornos reales de la bolsa, y podrían ser aún más importantes en un entorno de bajo crecimiento y bajos retornos.
4. La inversión en valores de alto dividendo es una estrategia por derecho propio.
5. Los payouts actuales son sostenibles porque las corporaciones gozan de buena salud.
6. Un enfoque global otorga mayores oportunidades.
7. Lo aburrido puede ser bueno.
8. La inversión en rentabilidad por dividendo proporciona una buena disciplina financiera.
9. Existen grandes oportunidades para los inversores “contrarios”.
10. La inversión en rentabilidad por dividendo proporciona una cierta protección contra la inflación.
Puede acceder al análisis completo de Threadneedle a través de este link.