Los sólidos resultados trimestrales publicados por las compañías estadounidenses son una buena noticia para la bolsa de cara a la segunda mitad de año. EE.UU. está liderando el ritmo de crecimiento global, según apunta el estratega de Robeco Peter van der Welle.
Es muy posible que los inversores se centren cada vez más en EE.UU. para invertir en bolsa a medida que avanza el año, dada la persistente debilidad de la economía europea, el efecto negativo que puede tener el tapering en los mercados emergentes y la incertidumbre sobre el éxito de “Abenomics” en Japón.
Dos de cada tres componentes del S&P 500 que han publicado resultados semestrales han anunciado cuentas por encima de lo esperado, llevando los beneficios estadounidenses hasta un récord histórico. Las estimaciones de beneficios futuras también son positivas.
El crecimiento anualizado de beneficios ha alcanzado un 10% de media, gracias a unos márgenes récord, situados en el 9,4%, unidos a ingresos crecientes. Los márgenes se han mantenido en niveles récord gracias a tipos de interés de mercado a la baja desde el principio del año y a la limitación de los costes salariales.
“El crecimiento de las ventas aumenta a medida que lo hace el PIB real de EE.UU., de forma que debería mantenerse un incremento de los beneficios cercano al 10% para el conjunto del año”, explica Van der Welle. “El componente principal está en el incremento de las ventas y en unos márgenes muy altos, manteniendo unos fundamentales muy saneados”.
Los beneficios en EE.UU. están muy por delante que los de otras regiones
Fuente: Robeco.
En todo caso, de aquí en adelante la posibilidad de mejora será más limitada, debido a los mayores riesgos geopolíticos y a que en algún momento veremos subidas de tipos en EE.UU, apunta Van der Welle. Así, durante la primera semana de agosto vimos cómo los mercados corregían con fuerza en respuesta a la escalada del conflicto en Iraq.
Mucho dependerá de cómo se traslade el crecimiento económico de EE.UU. a los resultados corporativos. Durante los últimos 20 años, una tasa real de crecimiento del 3% hubiera supuesto un crecimiento de beneficios del entorno del 14%, pero es difícil que esto se logre porque los márgenes actuales ya están en niveles récord y será complicado que mejoren más en un entorno de tipos de interés al alza. Además, las subidas salariales también afectarán negativamente a los márgenes.
Adiós al dinero fácil
De todos los retos que pueden afectar a los beneficios de las empresas norteamericanas, el de la subida de tipos será el más relevante, según alerta Van der Welle. “Este año hemos visto tipos de interés más bajos, con los Treasuries al 2,4%, contribuyendo a soportar los márgenes empresariales”, comenta.
“Es probable que las compañías hayan tomado precauciones cubriendo sus costes financieros actuales, pero si suben los tipos, terminará por elevar los gastos financieros futuros. Mantenemos la estimación de que los Treasuries se irán al 3%”.
Se prevé un incremento del capex
Van der Welle opina que las perspectivas positivas de las empresas de EE.UU. propiciarán el incremento del gasto en capital puesto que las firmas están sentadas sobre un colchón de miles de millones de dólares de efectivo que han ido ahorrando durante el periodo de desapalancamiento que siguió a la crisis financiera.
“Al analizar las cifras correspondientes al PIB del segundo trimestre vemos un incremento medio del 5% en el capex, confirmando la subida del gasto en capital que llevamos esperando desde el mes de marzo,” destaca. “Las cifras de ventas superiores a lo estimado para el primer semestre del año también implican más capex (para hacer frente a la demanda), puesto que históricamente hay una buena correlación entre las sorpresas de crecimiento en ventas y el gasto en capex”.
“Todavía es pronto para afirmar que hay un repunte real del capex porque necesitamos ver buenas cifras en el tercer y cuarto trimestre, así que seamos cautos y no lancemos las campanas al vuelo,” concluye el estratega de Robeco.