Standard & Poor’s rebajó a negativo desde estable la perspectiva de la calificación crediticia de Colombia, reflejando los riesgos de que la posición externa del país pueda deteriorarse aún más, en especial si el gobierno falla en acometer a tiempo las medidas fiscales necesarias para contener el déficit fiscal.
A pesar de esta rebaja, la agencia calificadora mantuvo la nota soberana en «BBB», por encima del grado de inversión, por considerar que el país ha realizado un buen manejo macroeconómico en la actual coyuntura.
Standard & Poor’s destacó que la actual calificación refleja «el historial de políticas fiscales y monetarias acertadas, que combinadas con una mejoría importante en las condiciones de seguridad en la última década han generado aumentos en inversión y crecimiento, y de la resistencia de la economía ante choques en los términos de intercambio y otros choques externos».
Pero al mismo tiempo aseguró que las perspectivas de crecimiento y la posición externa de Colombia se han deteriorado debido a la actual debilidad en los precios del petróleo, lo que puede provocar un enfriamiento de la demanda doméstica en 2016. Standard & Poor’s estima un crecimiento del PIB real de 2,9% para 2015, un crecimiento algo menor durante 2016, con un 2,6%, hasta una ligera subida hasta el 3,3% en 2017. También esperan que la renta per cápita expresada en dólares vuelva a disminuir, tal y cómo lleva haciendo desde 2013, dada la depreciación del peso. El desempeño del crecimiento de Colombia está alineado con los países de la región que han sufrido el impacto de la caída de los precios de las materias primas.
Este es el primer movimiento de una calificadora sobre el panorama de la cuarta economía de América Latina, por lo que analistas no descartan que en los próximos meses Fitch y Moody’s sigan el camino de S&P hacia una rebaja.