La agencia de calificación S&P Global Ratings rebajó la nota crediticia de Venezuela de CCC a CCC-, y advirtió que en un plazo de seis meses el país podría caer en default.
La bajada de los precios del petróleo, las tensiones políticas y la degradación de la economía se suman a la creciente falta de liquidez del gobierno venezolano.
«Si no hay una nueva ronda de financiación exterior, creemos que el gobierno tendrá dificultades para devolver los cerca de 2.800 millones de dólares de deuda en el segundo semestre de 2017 y los cerca de 7.000 millones de dólares de 2018″, indica S&P, que augura una contracción del 6% del Producto Interior Bruto (PIB) este año”.
La agencia de rating considera que la rebaja crediticia refleja el riesgo de que en un plazo de seis meses Venezuela entre en default si las condiciones políticas y económicas no mejoran.
Consecuencias en la región
El product manager de Quest Andbank, Renzo Nuzzachi, considera que un eventual default de Venezuela no tendrá repercusiones en Latinoamérica ya que el país “es un caso aislado, claramente separado” del resto de la región.
Con un alto rendimiento, Venezuela tiene dos tipos de bonos, los soberanos y los de la petrolera estatal PDVSA. El rendimiento anual en dólares supera el 30%.
Nuzzachi reconoce que esos bonos han resultado muy rentables para sus clientes ya que, históricamente, Venezuela nunca ha dejado de pagar.
“Actualmente recomendamos salir, y para aquellos que todavía quieren mantener su posición, recomendamos invertir en tramos más largos con menor rentabilidad, pero mayor seguridad”, explica el product manager de Quest Andbank.
De todos modos, el ambiente es de tranquilidad porque desde hace ya varios años se viene anunciando un default de Venezuela que finalmente nunca llega, aseguran los analistas.