Según señala Richard Turnill, director mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, los cambios en las directrices empresariales como resultado de la reforma fiscal estadounidense atraerán todas las miradas durante la semana de mayor actividad de la temporada de resultados del cuarto trimestre en Estados Unidos. En la última entrada de su comentario semanal, el experto hace referencia a cómo la reforma fiscal estadounidense y las perspectivas de un incremento del gasto federal apuntan a una aceleración del crecimiento en un momento en el que la fase de expansión se adentra en su noveno año. Esto supone un cambio radical en comparación con la anterior política presupuestaria estadounidense que tanto ha lastrado el crecimiento y resulta prometedor para la expansión mundial sincronizada.
“Prevemos que la combinación de los recortes tributarios, el reconocimiento inmediato de la inversión en inmovilizado como gasto y el incremento del gasto federal se traducirá en un incremento de 0,8 puntos porcentuales del PIB real estadounidense en 2018. Este impulso fiscal es el más importante en casi una década, como muestra el gráfico, y debería ayudar a sentar las bases para el regreso de la inflación. Vemos margen para que la Reserva Federal suba los tipos en cuatro ocasiones este año en lugar de tres, como ha anunciado; en cualquier caso, el ritmo de subida sigue siendo gradual. Consideramos que el ciclo estadounidense puede perpetuarse durante al menos dos o tres años más. Esto adelanta aproximadamente un año el punto de inflexión del ciclo actual hacia una fase de recesión. En nuestra opinión, si se limitan las presiones de recalentamiento, la fase de expansión podría continuar durante más tiempo. La transmisión del crecimiento estadounidense a otros países podría apuntalar la expansión mundial, lo que implicaría un menor recalentamiento interno”, explica.
Al fin y al cabo, es un mundo pequeño
Las economías pueden crecer más allá de su potencial durante largos períodos de tiempo antes del máximo, especialmente cuando el crecimiento se sitúa justo por encima de la tendencia, según la investigación realizada por BlackRock en materia de ciclos económicos. Además, parte de la capacidad sobrante persiste a nivel mundial, especialmente en Europa. La economía global nunca ha estado tan integrada en este punto de una expansión, como se detalla en su visión macroeconómica global, con el comercio mundial que ahora representa aproximadamente el 50% del PIB mundial.
Esta persistente holgura global debería ayudar a moderar el sobrecalentamiento de los Estados Unidos. Y apuntalar la expansión, a medida que el estímulo de Estados Unidos se desborda en el resto del mundo. La penúltima semana de enero, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza su pronóstico de crecimiento global para 2018 en respuesta a la revisión fiscal de los Estados Unidos. El plan presenta amplios recortes tributarios corporativos y subsidios para que las compañías gasten de manera inmediata los gastos de capital. El incentivo para aumentar el gasto de capital podría reforzar una recuperación de inversión empresarial que está en marcha. Una mayor inversión empresarial debería elevar el crecimiento potencial de los Estados Unidos y conducir a más importaciones en el país. Esta es la forma en que el impulso de estímulo y crecimiento podría compartirse más allá de las fronteras de Estados Unidos y dar a la expansión más amplitud y una mayor esperanza de vida. Un comercio global y unas cadenas corporativas de suministro profundamente conectadas hacen que la demanda se distribuya mejor a nivel mundial.
¿Cuáles son los riesgos?
En BlackRock están particularmente preocupados por las acciones comerciales que Estados Unidos pueda llevar a cabo, tales como una guerra comercial con China o una salida unilateral del Tratado de Libre Comercio (NAFTA), retrocediendo décadas de crecimiento profundo global y de integración financiera. Este no es el escenario base de Tunill, pero reconocen que el sentimiento del mercado puede cambiar rápidamente y que los inversores pueden temer que un incremento del proteccionismo de Estados Unidos pueda causar una caída en comercio global. “Creemos que la expansion global puede continuar, asumiendo que las presiones de sobrecalentamiento en Estados Unidos sean contenidas con ayuda global. Esto crea una base sólida para los inversores para invertir su dinero en activos de riesgos, tal y como señalamos en nuestras perspectivas globales de 2018”.