Nadie termina de creerse la guerra comercial de Donald Trump, que muchos analistas ven como una maniobra para forzar una negociación, pero lo cierto es que empieza a preocupar la posibilidad de que EE.UU. añada 200.000 millones de dólares de aranceles a las importaciones chinas, que se sumarían a las barreras implementadas este mes de julio, por valor de 35.000 millones. Los productores de soja brasileños parecen los principales beneficiarios del conflicto comercial en Latinoamérica.
Vinos, carne, productos agrícolas… las medidas de la administración Trump y la respuesta de China están teniendo impacto sobre los precios de las materias primas, en un clima de nerviosismo que probablemente se prolongue durante los próximos meses.
Chile, economía abierta y expuesta
Según Miguel Ricaurte, economista jefe de Itaú, para Chile el efecto de una escalda proteccionista viene por dos lados: “Primero, menor comercio implica menor crecimiento del mundo y por tanto, de los socios comerciales de Chile. Esto limitaría la capacidad de crecer de la economía. Por otro lado, menor crecimiento de China impacta directamente al precio de cobre y por tanto, el ingreso fiscal y de la economía en general caería”.
Sin embargo, este escenario no es inminente para el analista de Itaú, que mantiene las buenas previsiones de crecimiento de 3,8% este año (1,5% en 2017), con el impacto de la “guerra comercial” sintiéndose más claramente hacia el próximo año.
Pero no todo son temores en Chile, los exportadores de vinos están viendo la posibilidad de ampliar sus ventas a China después de que ese país impusiera un arancel del 15% a la producción estadounidense, en respuesta por las nuevas tarifas sobre el acero y aluminio. Y la bolsa chilena ve con buenos ojos estos pronósticos ya que las empresas listadas relacionadas con el sector registran un excelente desempeño.
La producción de soja en el centro del conflicto
El economisra Paul Krugman da por seguro que los productores brasileños de soja serán los grandes beficiados de la guerra comercial, y que los granjeros de Iowa (votantes de Trump) en unos meses se darán cuenta del desastre al que se enfrentan.
Las cifras no desmienten esa valoración. Ricardo Passero, Senior Risk Management Consultant en el área de Commodities para INTL FCStone Argentina, señala que “hace una década, EEUU suministraba el 38% de la soja a China comparado con el 34% de Brasil. Ahora Brasil suministra el 57% de las importaciones chinas frente al 31% de EEUU, según la Administración General de Aduanas de China. La soja es el primer producto en valor importado por China desde EE.UU. El año pasado fue por un monto superior a los 12.400 millones de dólares. En volumen, fueron 36 millones de toneladas”.
Passero añade que “en los últimos tres años China viene reduciendo sus compras de Estados Unidos, y elevando sus compras de soja de Brasil. Por otro lado, China autorizó la importación de 100 mil toneladas de aceite de soja procedentes de Argentina y ha ido liberando los aranceles a la importación de harinas de soja”.
En este contexto, Argentina también puede asistir a un aumento de sus exportaciones a China. El país rioplatense es principalmente exportador de aceites de soja y harinas, líder en el mercado mundial
Según Ricardo Passero: “El beneficio puede estar dado en que China vaya reemplazando las compras de poroto por harinas, así como mayores compras de aceites. La Argentina usa mayoritariamente el poroto para molerlo. También podría darse una mayor puja entre exportación e industria por la materia prima, lo que a priori podría beneficiar al productor”.
Por otro lado, la devaluación está teniendo un efecto positivo sobre la producción y los precios a la exportación.
México y la carne porcina
El caso de México muestra todo lo que Estados Unidos tiene para perder en esta guerra comercial, como señala el economista Francisco Padilla Catalán.
“Estados Unidos exporta alrededor del 24% de su producción de carne de puerco, México es su segundo mercado más importante, le representa 33% de sus exportaciones. Por esta razón, la reducción de las importaciones de México causada por la imposición de los aranceles sí va a afectar a los productores norteamericanos, ya que difícilmente van a poder colocar en su mercado nacional o en otros países ese producto. Al final el arancel va a provocar una reducción en la producción y en el precio, impactando a estados, como Nebraska, que votaron a favor del Presidente Trump”.
Padilla Catalán señala que “el gobierno de México fue muy efectivo en seleccionar la imposición de arancel a la carne de puerco, porque si puede tener efectos negativos sobre los productores de Estados Unidos quienes se localizan en zonas que votaron por el presidente Trump y con ello afectar su capital político. Por esta misma razón, China también le impuso aranceles a la carne de puerco procedente de Estados Unidos”.
Todos perdedores
En una guerra, casi todos pierden. En todo caso, según Morgan Stanley, tanto China como EE.UU. sentirán el impacto del conflicto. El banco de inversión calcula que la guerra tarifaria podría un golpe del 0,3% del PIB para ambos países.