Sobreponderar la tesorería para reducir la volatilidad de la cartera y aprovechar oportunidades, pese a que la facilidad del depósito del Banco Central Europeo permanecerá en el -0,5%, e invertir en bonos corporativos aprovechando el aumento de los diferenciales, en un entorno donde los bancos centrales introducen liquidez en los mercados y los gobiernos buscan proteger el tejido empresarial y evitar insolvencias. Esta es la apuesta de Diaphanum para la segunda mitad del año.
Además, según el último Informe de estrategia de inversión y perspectivas económicas de la firma para la segunda mitad de 2020, la relación retorno/riesgo de estos activos sigue siendo atractiva y cuenta con recorrido.
Asimismo, desde Diaphanum también consideran que habrá una fuerte recuperación de cara a 2021, tras el impacto de la pandemia en este ejercicio, que provocará una recesión en todo el mundo. No obstante, si se produjera un nuevo cierre de la economía mundial, “provocaría nuevos episodios de caídas de activos de riesgo”, advierten.
Estímulos fiscales, en máximos históricos
Por otro lado, la entidad señala los importantes estímulos fiscales que se están aplicando, centrados en tres ejes de actuación: retraso o cancelación de impuestos, gasto público y garantías de liquidez. “Los gobiernos están mostrando esfuerzos por mantener la liquidez, solvencia y confianza de los agentes económicos. No obstante, el incremento de la deuda generará ajustes en los países más vulnerables en próximos años”, añade Carlos del Campo, miembro del equipo de Inversiones de Diaphanum.
Por otro lado, el hundimiento del precio del petróleo y la recesión económica apuntan a tasas de inflación muy moderadas, por debajo de los objetivos de los bancos centrales en los próximos trimestres. Diaphanum cree que los bancos centrales, cuyo balance está aumentando a un ritmo antes nunca visto, mantendrán los tipos en los niveles actuales hasta finales de 2022, “como poco”.
“Estas medidas tendrán sus consecuencias, se alcanzará una deuda/PIB muy alta, habrá que afrontar la retirada de estímulos y es muy previsible un alto paro estructural. Elementos que habrá que controlar en el futuro”, advierte Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum. Sin embargo, la firma destaca que, por el momento, la confianza de empresarios y consumidores está mejorando, gracias “unos estímulos monetarios y fiscales nunca vistos”, con bajos tipos de interés, programas de compra de bonos, ayudas a empresas y particulares, etc.
Apuestas de Diaphanum para el segundo semestre
Además de la tesorería y los bonos corporativos, la entidad apuesta por los activos ilíquidos (una proporción de entre el 5% y el 15% del patrimonio invertido en este tipo de activos), que tienen una descorrelación real de los mercados financieros con la finalidad de aumentar la rentabilidad y dar estabilidad a la cartera. “Renunciando a la liquidez inmediata se pueden encontrar activos que dan rentabilidad muy atractiva, si se mantienen a vencimiento”, explican desde la entidad. Por otro lado, opta por una posición neutral en los fondos de gestión alternativa, centrando la inversión en los de baja volatilidad y expectativas de retorno reducido.
En el caso de la renta variable, subrayan que existe mucha incertidumbre, lo que dificulta realizar proyección de resultados, con una expectativa de disminución beneficio por acción para 2020 del 22% en el caso del S&P y del 30% en Europa, según el consenso del mercado, pero con una previsión de crecimiento muy alto para 2021 y 2022. Javier Riaño, miembro del equipo de inversiones de Diaphanum, señala que desde la firma mantienen la apuesta por renta variable, aunque con un toque más conservador, sobreponderando sectores con mayor predictibilidad de resultados como tecnología, salud o consumo no cíclico, y zonas de alto crecimiento, emergente asiático. “En un entorno de tipos bajos, el atractivo de la rentabilidad por dividendos aumenta”, añade Riaño.