Los dividendos mundiales cayeron un 6,3% interanual en dólares durante el primer trimestre hasta los 218.000 millones, la segunda caída trimestral consecutiva y la más pronunciada desde el primer trimestre de 2010, según la última edición del Global Dividend Index de Henderson. No obstante, este decepcionante panorama general empaña unos datos subyacentes más esperanzadores.
El crecimiento subyacente de los dividendos —que descuenta los dividendos extraordinarios, las fluctuaciones de los tipos de cambio y demás factores— fue, de hecho, del 10,9% interanual. Para los inversores que operan en euros, esta tasa fue mucho mayor debido a la depreciación de la moneda única.
La envergadura de la caída en el primer trimestre se debe principalmente a que el dividendo extraordinario que Vodafone distribuyó el pasado año (por valor de 26.000 millones de dólares) no se ha repetido, aunque la marcada apreciación del dólar también tuvo un efecto notable. Esto implica que el valor de los dividendos abonados en diversas monedas se convierte a dólares a un tipo de cambio inferior, lastrando así en 15.900 millones el importe en dólares que los inversores percibieron durante el trimestre. En lo que a regiones respecta, el efecto es muy pronunciado, especialmente en Japón, Europa y los mercados emergentes. La repercusión en la tasa de crecimiento general relativa al primer trimestre se ha traducido en una caída de siete puntos porcentuales: el efecto de conversión más importante en términos trimestrales desde el segundo trimestre de 2011.
Estados Unidos domina el primer trimestre, con unos repartos que suponen más de la mitad del total distribuido a escala mundial, por lo que el crecimiento acelerado de los dividendos declarados por las compañías estadounidenses tuvo un efecto muy positivo en el trimestre. En dicho periodo, éstas abonaron una cifra récord de 99.400 millones de dólares, lo que apunta a un crecimiento general del 14,8% (+11,2% en tasa subyacente). Se trata del quinto trimestre consecutivo con subidas de dos dígitos, lo que consolida el papel de Estados Unidos como motor del crecimiento de los dividendos a escala mundial. Todos los sectores del país incrementaron sus distribuciones, a excepción del de los seguros y, desde el año 2009, los dividendos estadounidenses han superado con creces la media mundial. En Canadá, los dividendos cayeron un 4,5% hasta los 8.800 millones de dólares en términos generales, debido casi totalmente a la debilidad del dólar canadiense. En tasa subyacente, éstos se anotaron un crecimiento muy positivo, del 9,8%.
Europa y Asia-Pacífico
El primer trimestre no es muy relevante para Europa, al representar tan sólo alrededor del 14% del total de dividendos anuales de la zona. Los dividendos europeos cayeron un 2% en términos generales hasta los 34.300 millones de dólares. Se registró una pérdida de conversión por valor de 6.100 millones de dólares que restó 18 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento en dólares. En cambio, el crecimiento subyacente del primer trimestre fue excelente, del 15,2%, aunque será complicado mantener este ritmo durante todo el año. Muy pocas empresas distribuyeron dividendos, pero el crecimiento subyacente de los repartos más acelerado de la región vino de la mano de Alemania, España y Francia, mientras que otros países arrojaron cifras más heterogéneas. Las compañías suizas Roche y Novartis fueron las principales pagadoras de dividendos a escala mundial en el primer trimestre, con una distribución conjunta de 13.000 millones de dólares. Japón, que suele realizar pocos repartos de dividendos en el primer trimestre, registró una tendencia similar de buen crecimiento subyacente lastrado por la debilidad de la moneda.
En Asia-Pacífico, los dividendos experimentaron un crecimiento general del 11,7% hasta los 12.700 millones de dólares en términos interanuales, aunque su crecimiento subyacente fue del 18,3%. El tipo de cambio fue el principal factor de ajuste, a causa de la caída en picado del dólar australiano, a pesar de que Australia registró el crecimiento más acelerado de la región en tasa subyacente, muy por delante de Hong Kong y Singapur.
Rusia a la cabeza de los emergentes
Los dividendos de los mercados emergentes se vieron impulsados en gran medida por Rusia. Éstos experimentaron un crecimiento general del 13,7% hasta los 15.600 millones de dólares mientras que, en tasa subyacente, aumentaron un 30%, tras tener en cuenta la depreciación de la moneda y demás ajustes. Rusia, impredecible como siempre, duplicó con creces sus repartos en dólares (y los triplicó en rublos) tras un 2014 bastante deslucido. Brasil, que registró un descenso en sus repartos en términos generales, mostró crecimiento después de tener en cuenta la caída del real brasileño, mientras que los dividendos totales distribuidos en India cayeron.
Desde el punto de vista sectorial, las finanzas y el consumo se anotaron un crecimiento acelerado, con Estados Unidos a la cabeza. El sector de la salud, el segundo distribuidor de dividendos en el primer trimestre, viene registrando en los últimos tiempos un crecimiento de los repartos relativamente débil que se ha visto lastrado aún más por la caída de los tipos de cambio en el primer trimestre. La industria de suministros públicos continuó registrando unos resultados anémicos, con una caída general de sus dividendos del 13,6% interanual. Sigue siendo el sector que peores resultados registra en los últimos años, desde el punto de vista del crecimiento de sus distribuciones.
Puesto que el dólar ha seguido apreciándose durante el segundo trimestre, empañando unas cifras de dividendos algo más sólidas de lo previsto en términos subyacentes en diversas regiones, Henderson ha revisado a la baja su previsión de crecimiento general de los dividendos para el año completo del 0,8% a -3%, lo que arroja un reparto total de 1,134 billones de dólares, 42.000 millones de dólares por debajo de las previsiones que realizamos en enero. Se espera que el crecimiento subyacente se sitúe en el 7,5%, ligeramente por encima de la previsión inicial de Henderson, del 6,9%.
Alex Crooke, director del equipo de Global Equity Income de Henderson Global Investors, explica que “el efecto de la apreciación del dólar será aún mayor en el segundo trimestre, momento en que Europa y Japón abonan gran parte de sus dividendos anuales. De hecho, de persistir los tipos de cambio actuales, la repercusión podría ascender a 40.000 millones de dólares. En cualquier periodo concreto, los tipos de cambio pueden tener un efecto muy marcado en los repartos de dividendos, pero nuestro análisis muestra que, con el paso del tiempo, éste se equilibra casi totalmente, por lo que los inversores pueden obviarlo en gran medida si adoptan un enfoque más a largo plazo.
“A pesar de la revisión a la baja de nuestras previsiones, hay muchos motivos para ser optimistas. Japón, el segundo mercado más importante del mundo en lo que a repartos se refiere, está experimentando un cambio cultural hacia el aumento de los dividendos abonados, desbloqueando así grandes reservas de efectivo en una zona geográfica que tradicionalmente ha arrojado pocas rentabilidades. Sin embargo, en Europa —a pesar de registrar un crecimiento modesto de los dividendos— las cifras se perfilan ligeramente por encima de lo previsto. Entretanto, Estados Unidos muestra una trayectoria imparable y es probable que bata nuevos récords este año.
“Ante la probabilidad de que los tipos de interés y las rentabilidades de los bonos continúen relativamente en mínimos históricos, la inversión centrada en la percepción de rentas periódicas desempeña un importante papel a la hora de satisfacer las necesidades de ingresos de los inversores. Con el paso del tiempo, los riesgos inherentes al crecimiento de los dividendos son considerablemente menores si miramos más allá de las fronteras de los mercados bursátiles de nuestro propio país”.