Para Mobeen Tahir, Director, Macroeconomic Research & Tactical Solutions de WisdomTree, una buena forma de afrontar los próximos once meses es centrarse en las lecciones que 2022 dejó. En este sentido, el experto y la gestora han destacado siete elementos clave que los inversores deben tener en cuenta a la hora de posicionarse en 2023.
La primera de sus reflexiones es que “los inversores podrían jugar tanto a la defensiva como al ataque”. Es decir, desde WisdomTree consideran que los inversores tendrán la necesidad de mantener una actitud defensiva fuerte seguirá siendo sumamente importante este año para afrontar tres riesgos clave: la recesión; una inflación moderada pero aún así elevada; y la geopolítica. “Al igual que en el fútbol, donde los partidos no sólo se ganan jugando a la defensiva, esperamos que los inversores empiecen a intensificar sus tácticas ofensivas este año. Este cambio podría manifestarse más claramente cuando nos acerquemos al punto que muchos podrían clasificar como el pico de la estrategia agresiva de la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales. Los inversores pueden recurrir a temáticas de alta convicción para acceder al crecimiento en esta fase del ciclo”, afirma Tahir.
En segundo lugar, advierte de que “es probable que los inversores se preparen para afrontar más volatilidad”. Y recuerdan que, en lo que respecta a los resultados económicos, 2022 fue un año de anticipación de la recesión, mientras que 2023 podría ser el año en el que se materialicen los resultados adversos.
Según el experto de la gestora, muchos inversores se decantaron el año pasado por la calidad para reforzar el núcleo de sus carteras de renta variable, ya que las empresas rentables y estables, con niveles relativamente bajos de apalancamiento y fuerte capacidad de fijación de precios tienden a mostrar menos volatilidad durante los periodos de inflación y subida de tipos. En su opinión, “la calidad actúa como un mediocampo fuerte, indispensable durante todo el partido, ya sea en defensa o en ataque; por eso esperamos que los inversores sigan buscando formas de hacer que el núcleo de sus carteras sea sólido y esté preparado para soportar una mayor volatilidad”.
La tercera de las ideas que lanzan es que “los inversores seguirán de cerca el superciclo de las materias primas”. En este sentido, la gestora considera que 2023 podría ser el tercer año consecutivo del superciclo de las materias primas. “Ahora bien, las materias primas son un grupo diverso e incluso dentro de un superciclo, el rendimiento se ve impulsado por diferentes sectores en diferentes momentos. El año pasado, la energía lideró el camino, mientras que este año, la energía podría pasar el testigo a los metales preciosos e industriales. Por este motivo, esperamos que tanto los inversores estratégicos como los tácticos sigan de cerca la evolución de los mercados de materias primas este año”, matiza Tahir. Por ello creen que “el oro podría volver a estar de moda” y que “la demanda de metales industriales podría aumentar”, lo que constituye su cuarta y quinta reflexión.
En sexto lugar afirman: “Es probable que se acelere la inversión en la transición energética”. Desde la gestora reconocen que en todas sus conversaciones recientes con inversores, el denominador común ha sido que la lucha contra el cambio climático en el ámbito de la transición energética requiere un planteamiento global. “Esto significa que tecnologías como las energías renovables, las baterías, el hidrógeno, los biocombustibles, el reciclaje, la captura de carbono y muchas otras tienen un papel crucial que desempeñar. El 2022 se cerró incluso con algunos rumores sobre un avance en la fusión nuclear, no obstante, muchas otras tecnologías ya están disponibles comercialmente y son eficaces. Esperamos que los inversores sigan buscando formas de optimizar la asignación de su capital en las innovaciones más prometedoras”, afirman.
Por último, su séptima reflexión de cara a este año es que “se presentará más atención a la ejecución”. Con esta afirmación, la gestora se refiere a que esperan que los inversores afronten con más información y responsabilidad las tareas necesarias para tomar sus decisiones de inversión. “Esta lista no es definitiva, ya que solo se pueden hacer predicciones sobre incógnitas conocidas. Parafraseando al exsecretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, también hay incógnitas desconocidas, las que no sabemos que no sabemos. En otras palabras, el futuro es incierto y los inversores se adaptarán inevitablemente a medida que avance el año”, concluyen desde la gestora.