El Consejo General de Economistas de España (CGE) ha hecho público el “Barómetro Económico” correspondiente al primer semestre de 2024. Se trata de un estudio sociológico elaborado por el Servicio de Estudios del CGE en el que, a partir de la información proveniente de una encuesta realizada a economistas colegiados de toda España (de diferentes edades, géneros y sectores de actividad), se valoran, entre otras cuestiones, la actual situación económica de nuestro país y las expectativas de evolución para el segundo semestre de 2024; las perspectivas de empleo y ahorro; los factores que están afectando en mayor medida a la competitividad de España; o temas de actualidad tales cómo los posibles efectos de la inteligencia artificial en la productividad o la incidencia de la nueva directiva sobre sostenibilidad (CSRD) en la competitividad de las pymes.
Para el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, “la encuesta pone de relieve que una amplia mayoría del colectivo de economistas españoles vuelve a trasladar en este período que la economía real no termina de despegar del todo. Siendo cierto que las expectativas son menos negativas que en el semestre anterior, también lo es que, teniendo en cuenta el punto de partida, no se aprecian unas expectativas de mejora importantes”.
En este sentido, el presidente de los economistas ha señalado que “entendemos que parece necesario trasladar un mensaje de tranquilidad económica, que debería pasar, sí o sí, por un calendario de reformas estructurales; una clara definición de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año y de los proyectos a ejecutar, así como por una aceleración en el ritmo inversor, tanto público como privado”. Por otra parte, Valentín Pich ha señalado que “barómetro tras barómetro se pone de manifiesto que la presión fiscal y los costes salariales son, con diferencia, los mayores lastres para la competitividad de las empresas y la economía española, por lo que lo más sensato sería actuar sobre ellos”.
Por su parte, Salvador Marín, director del Servicio de Estudios del CGE, ha destacado que “el 53,9% del colectivo de economistas prevé que su situación económica personal se mantenga sin cambios en los próximos seis meses, existiendo prácticamente una simetría entre los economistas que consideran que su situación irá a mejor y los que piensan que irá peor (25,1% y 21%, respectivamente)”. Marín, también ha querido señalar que “en este barómetro se ha trasladado cierta diferencia entre bloques; así, en las respuestas que abarcan el contexto a nivel provincial y autonómico, la percepción general es menos pesimista que a nivel nacional, con diferencias de más de 20 puntos porcentuales”. Por último, ha concluido indicando que “en relación con la nueva directiva europea de sostenibilidad (CSRD) y su transposición a nuestro ordenamiento jurídico, el colectivo de economistas españoles encuestado considera en su mayoría (52,1%) que, de aplicarse correctamente, tendrá un efecto positivo en la competitividad de las pymes”.
A nivel nacional, la percepción general acerca de la situación económica actual, de nuevo y como ya ocurrió en el semestre anterior, es que «ha empeorado» (50,93%) con respecto a los últimos seis meses de 2023. Este último porcentaje es algo menor que en el semestre anterior, pero sigue siendo el mayoritario. Con respecto a los próximos seis meses y en relación con la economía nacional, los economistas españoles arrojan de nuevo una mayoría que cree que la situación irá a peor (53,42%). Por otro lado, se incrementan los que entienden que seguirá igual, pasando de un 13% a un 23%. Teniendo en cuenta la situación de partida anterior, la mayoría del colectivo de economistas que han respondido expresan cierta desconfianza en la evolución de la situación económica de España y valoran en mayor grado la evolución de la de su provincia y su comunidad autónoma.
En definitiva, con respecto a las perspectivas a corto plazo, más de siete de cada 10 economistas o estiman que la economía empeorará o que seguirá igual, 53,42% y 22,98%, respectivamente (y este resultado hay que relacionarlo con el período anterior que ya indicaba que tres de cada cuatro economistas compartían las expectativas pesimistas). En el contexto a nivel provincial y autonómico, la percepción general es menos pesimista que a nivel nacional, 32,41% y 28,66%, respectivamente; destacando la mejoría de expectativas a nivel de las comunidades autónomas.
Con respecto al desempleo, aunque las respuestas han mejorado con respecto al semestre anterior y a pesar del contexto actual de cierta evolución positiva del mercado de trabajo, las expectativas de las y los economistas siguen apuntando a una tendencia al alza a corto plazo. No obstante, la diferencia con respecto al período anterior es que la respuesta mayoritaria es “seguirá como ahora” (43,3% frente a un 20,6% del semestre anterior). Es decir, no se prevé una mejora en relación con las cifras del barómetro anterior.
En relación con las posibilidades de ahorro en el hogar en los próximos seis meses, se observa que los bloques de “puede que ahorre” (49,1%) y “puede que no” (41,9%) son muy parecidos. Dentro de estos, los colectivos de economistas que encuentran mayores dificultades para poder ahorrar en su hogar son los jubilados (45,7%), los activos por cuenta propia (45,7%) y los activos por cuenta ajena del sector privado (40,9%). Los de mayor capacidad de ahorro, probable y/o segura, serían los empleados del sector público (63,1%).
Para el colectivo de economistas entrevistados, el factor que más afecta a la competitividad de la economía española es, de nuevo, la presión fiscal (73,4%), seguida de los costes salariales (68,1%) y el precio de la energía (56,7%). Los que menos afectan son el fraude empresarial y el apoyo a la I+D+i.
Los economistas españoles consideran, en un porcentaje mayoritario (42,9%), que la inteligencia artificial tendrá efectos positivos sobre la productividad en los próximos meses. No obstante, aún hay un 36,1% que entiende que esta seguirá como ahora en los próximos meses. Los economistas en activo por cuenta propia (47,6%) son los más optimistas en cuanto a la relación positiva entre IA y productividad en los próximos seis meses. Por el contrario, los economistas en activo por cuenta ajena del sector privado serían los más pesimistas (25,8%). El sector del comercio junto con el de enseñanza, 63,6% y 60%, respectivamente, son los que ven una mejoría de la productividad ligada con la IA.
En relación con la nueva directiva europea de sostenibilidad (CSRD) y su transposición al ordenamiento jurídico español, calibrando su efecto en la competitividad de las pymes, el colectivo de economistas españoles encuestado considera en su mayoría (52,1%) que ayudará a mejorarla. Es decir, se da una relación directa y positiva entre los nuevos requerimientos de sostenibilidad y las posibilidades de mejora de la competitividad para las pymes. Sector del comercio (72,8%), sector enseñanza (64%) y sector industrial (58,6%) lideran los efectos positivos de la CSRD sobre la competitividad de las pymes. Por tramo de edad, los menores de 30 años (73,3%) son los que mayor porcentaje de relación positiva aprecian.
En este semestre, al valorar cómo influyen los conflictos y tensiones geopolíticas actuales y cómo puede afectar esta inestabilidad al crecimiento de la economía española, la mayoría del colectivo de economistas españoles sigue creyendo que afectará “negativamente”, pero el porcentaje ha bajado del 90,4% al 59% actual.
Los economistas españoles encuestados estiman que en el segundo semestre del 2024 la demanda interna y consumo de los hogares seguirá igual (45,7%) o disminuirá (37,9%). Siendo una clara minoría (16,3%) quienes estiman que aumentará. Los desempleados son los que, con un 60%, valoran este ítem de forma más negativa, seguidos de los empleados del sector público (39,5% negativa), aunque paradójicamente estos últimos son también los que tienen una visión más positiva de este aspecto (un 23,7% cree que aumentará).