En el primer Boletín de Estrategia de Inversión del año de Lombard Odier, sus gestores presentan un escenario central de continuidad de cara a este año y cierta mejora de las perspectivas de crecimiento respecto a 2016. Aunque piensan que prevalecerá un paradigma de crecimiento bajo pero estable, prevén una subida hacia la parte alta del rango.
“Para el próximo año, prevemos un escenario económico similar o ligeramente mejorado e impulsado por el estímulo fiscal previsto en EE. UU., siempre que la Reserva Federal (Fed) mantenga un enfoque de aumento de tipos gradual. Europa probablemente siga avanzando a un ritmo renqueante, aunque la cargada agenda política presagia periodos de tensión. Los mercados emergentes deberían seguir estabilizándose, y los precios del petróleo en aumento contribuirán a suavizar las amenazas proteccionistas.
No hay duda de que los fundamentales económicos y financieros a largo plazo siguen obstaculizados por problemas demográficos, de deuda y de productividad que mantienen el crecimiento mundial en situación de estancamiento prolongado. Sin embargo, eso no impide los altibajos cíclicos: 2016 marcó el mínimo del rango vivido en estos años de crecimiento bajo pero estable, y 2017 podría representar el máximo”.
Con respecto a Estados Unidos, opinan que un posible plan de estímulo fiscal que introducirá la administración entrante de Donald Trump podría colocar a la economía estadounidense en una senda de mayor crecimiento en un momento en el que las señales de final de ciclo se estaban haciendo evidentes.
En el grupo de los países emergentes, las tendencias económicas dominantes siguen respaldando la recuperación ya iniciada y las valoraciones de mercado parecen relativamente bajas en esta fase, pese a las amenazas proteccionistas.
Por su parte, creen que la zona euro debería seguir creciendo a un ritmo constante superior al potencial, pero la política pasará a primer plano con las elecciones generales francesas, alemanas y holandesas que se celebrarán en 2017, además de la incertidumbre persistente en Italia.
Las perspectivas de la economía japonesa podrían mejorar en 2017 gracias a los cambios de política prometidos por el ya Presidente de Estados Unidos “aunque Japón necesitará mucho más que un escenario de “la Abenoconomía se reúne con la Trumpflación” para solucionar sus problemas a más largo plazo”.
“Nuestra opinión aún positiva sobre el entorno macro reflacionista es favorable a la toma de riesgos. Aun así, dado el fuerte reajuste de los precios ya producido en los mercados emergentes, en lo sucesivo haremos un cuidadoso seguimiento de los riesgos que amenazan a esa tendencia”, concluyen.