El final del verano también se nota en las instituciones oficiales. El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed), el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y hasta el Banco de China tienen citas importantes para este mes de septiembre, punto de partida del último semestre del año.
El fin de las políticas acomodaticias por parte de los bancos centrales, la subida de tipos de interés generalizada y su efecto en el mercado mantiene a los gestores atentos a cada una de sus reuniones. En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) se reunirá el próximo día 13 de septiembre, siguiendo su hoja de ruta: reducción de las compras hasta ponerles fin este mismo 2018. “El BCE ha puesto el piloto automático. De hecho, mientras no haya eventos graves en la economía o desarrollos inflacionarios, el BCE puede recostarse y relajarse. No es necesario insinuar acciones futuras, no hay necesidad de preparar mercados, no hay necesidad de pensar en ajustar los mensajes que lanza”, señalan desde ING.
Además, Mario Draghi, presidente del BCE, se mostró muy claro: las tasas de interés se mantendrán sin cambios durante el verano de 2019. Según el último análisis de ING, “esto le daría dos oportunidades para subir las tasas antes de que deje el cargo: a principios de septiembre y finales de octubre. En nuestra opinión, realizará al menos una subida”.
Dentro de Europa, también merece una mención el Banco de Inglaterra, que cuida con esmero su política monetaria para dañar la economía inglesa de cara al Brexit. En agosto subió los tipos de interés, pero desde ING consideran que será su última subida en bastante tiempo. “La incertidumbre en torno al Brexit está aumentando, y se habla de la posibilidad de un escenario sin trato. Es cierto que creemos que la probabilidad de una salida sin acuerdo es aún relativamente baja. Sin embargo, todo se reduce a una votación crucial en el Parlamento del Reino Unido a principios de 2019, lo que significa que la incertidumbre solo aumentará a medida que nos acercamos al invierno y podríamos comenzar a poner a prueba el sentimiento empresarial y de los consumidores aún más, especialmente si algunos titulares dramáticos a los preparativos del gobierno comienzan a causar preocupación. Esto hace que sea muy poco probable que el Banco suba de nuevo antes de marzo de 2019 ”, señala el informe de ING.
El segundo de los protagonistas, la Fed,también sigue la ruta que se ha marcado y previsiblemente anunciará dos subidas de tipos de interés antes de que acabe el año. Su próxima reunión está prevista para el 26 y 27 de septiembre, y el mercado ya descuenta una subida de tipos de 25 puntos básicos. Según ING la previsión sobre la economía estadounidense es muy alentadora, de hecho se expandió un 4,2% durante el segundo trimestre.
“Contamos con dos subidas de tipos, una en septiembre y otra en diciembre. Es probable que la actividad económica se desacelere en 2019 a medida que los efectos rezagados de una política monetaria más restrictiva y el dólar más fuerte actúen como un freno, mientras que el apoyo al estímulo fiscal se desvanecerá gradualmente. El proteccionismo comercial también podría pesar cada vez más sobre el sentimiento y el gasto, por lo que los temores a la inflación a mediano plazo deberían retroceder progresivamente. Esto apuntaría a un ajuste de política más modesto en 2019: esperamos solo dos alzas de tasas el próximo año”, señalan desde ING.
Los inversores también están atentos a lo que, finalmente, vaya a hacer al Banco de Japón, quien defiende su voluntad de acabar con la flexibilización cuantitativa, pero cuyas decisiones y discurso no siempre van en la misma dirección. “La última decisión sobre los tipos de interés tomada por el BoJ en julio implicó un ajuste modesto en el lenguaje, mientras que al mismo tiempo se rebajó el objetivo de rendimiento para los bonos del gobierno japonés”, advierten desde ING. En aquel momento, la institución bancaria japonesa afirmó que su intención es mantener los tipos de interés en los niveles extremadamente bajos de ahora tanto a corto plazo como a largo plazo.
Respecto al otro banco con más peso en la región asiática, el Banco Popular de China, los inversores siguen de cercar sus movimientos para mantener el yuan; de hecho durante el verán no modificó su política de tipos de interés. “Las tasas de oferta interbancaria de Shangai, el Shibor, cayeron rápidamente del 4,1550% a fines de junio al 3,1740% en julio y al 2,8940% en agosto. Creemos que esto es el resultado de la ventana de orientación del banco central para amortiguar la economía de los efectos perjudiciales de la escalada de la guerra comercial”, matizan desde ING.