Rentabilidades de la renta variable relativamente bajas en lo que va de año, aumento de las preocupaciones respecto a las tensiones entre Rusia y Ucrania y mayor ralentización de la economía China; los inversores podrían estar tentados a ceder al refrán “sell in May”. En ING IM ven suficientes razones para no hacerlo y mantienen su postura de “risk-on”.
Debido a una menor concentración del posicionamiento de los inversores y a que el sentimiento de estos es menos eufórico, todo apunta a que los fundamentales recobrarán importancia como motor de los mercados.
La renta variable global ha quedado rezagada en lo que va de año
Sell in May?
Con el fin del mes de abril, la tentación de los inversores por vender en mayo podría aumentar. Debido a que la mayor parte de la evolución de los mercados este año ha estado dominada por factores de comportamiento “behavioural” (miedos geopolíticos y cuadre de posiciones), no es difícil imaginar que durante las próximas semanas comencemos a escuchar que hay que ser cautos.
Los cambios en posicionamiento parecen estar cerca
Antes de sacar conclusiones, sin embargo, podría ser prudente considerar lo que ha cambiado y lo que en realidad no ha cambiado desde el comienzo del año. Para comenzar, parece justo decir a estas alturas que el cambio necesario en el posicionamiento ha avanzado un largo camino. Se ha podido ver especialmente en la rentabilidad de los mercados de renta variable, donde las acciones globales, en lo que va de año, han quedado por detrás de otros activos de riesgo como real estate, créditos y materias primas. También en los mercados de renta variable, la rentabilidad de los sectores y regiones ha seguido un claro patrón de exceso de rentabilidad en aquellos segmentos menos queridos a principios de año (como los sectores defensivos) y bajo rendimiento de los más populares (como Japón).
Además de esto, está claro que la confianza de los inversores se ha normalizado. Al inicio del año se situó en máximos a tres años, y no demasiado lejos de los máximos de finales de los 90. Desde entonces, la confianza de los inversores ha caído sustancialmente y ahora se cierne un poco por debajo de su media a largo plazo.
Los fundamentales siguen mejorando
Al mismo tiempo, el trasfondo fundamental que apoya a los activos de riesgo parece que aún se mantiene. En realidad, la visibilidad sobre la evolución de los ciclos económicos y de ganancias globales sólo se ha incrementado. Las distorsiones en la publicación de datos de los mercados desarrollados está desapareciendo poco a poco, mientras que el papel de liderazgo y la trayectoria ascendente de la «vieja economía» está reconfirmándose. En marzo, un índice «líder» de encuestas a empresas de EE.UU., Alemania, Japón y los países de la periferia europea alcanzó su nivel más alto desde septiembre de 2007.
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