En un reciente informe de Septima Capital Partners, Peter Cejas, uno de los tres socios fundadores de la firma especializada en identificar compañías de capital privado y proporcionarles asesoramiento en restructuraciones de capital, operaciones y expansión de negocio en Latinoamérica, habla sobre las oportunidades de inversión que la desaceleración económica de Colombia ha dejado al descubierto.
Colombia ha logrado mantenerse resiliente a pesar de la deceleración de la economía y de las presiones externas por la caída del precio del crudo y la depreciación del peso. El sólido marco de referencia en términos monetarios, legales y fiscales del país ha proporcionado a Colombia la capacidad de gestionar la volatilidad macroeconómica, establecer fundamentos para el crecimiento con estabilidad en el largo plazo y atraer la inversión directa extranjera.
Independientemente de la actual incertidumbre de los mercados, existe una oportunidad en la volatilidad que ésta genera. Esta propuesta mejora por el hecho de que Colombia ha establecido un régimen de política monetaria creíble y que ha mostrado su compromiso para adherirse a prudentes restricciones y políticas fiscales (al contrario que otros países de la región). En el corto plazo, sin embargo, Colombia se enfrentará a los desafíos derivados del choque en términos de comercio. Las vulnerabilidades en los estados financieros corporativos pueden aparecer por un trastorno en los mercados locales, y las compañías, en especial aquellas con altos niveles de deuda, pueden verse afectadas a medida que un crecimiento económico más débil afecta a sus beneficios.
Estas cargas podrían intensificarse en el caso en que estas compañías hubieran emitido deuda en dólares y no la hubieran protegido adecuadamente contra movimientos en el tipo de cambio (como con activos denominados en dólares, cobertura de divisa, o ingresos en dólares). Para el inversor oportunista, la dislocación y la volatilidad en mercados, junto con la falta de un catalizador del crecimiento a corto plazo, crea un sentimiento de cauto optimismo a la hora de capturar una significativa alza en mercados. En especial teniendo en cuenta la sólida gestión fiscal que Colombia ha llevado a cabo, y que se espera que se refleje en prosperidad y estabilidad en el largo plazo.
A continuación, una selección de las oportunidades que Colombia presenta:
1) Colombia se encuentra al principio del ciclo de devaluación resultando en unos niveles de valoración irresistibles: No importa cómo de resiliente sea la economía colombiana en el corto plazo, la fortaleza del dólar representa un punto de entrada interesante en el que Colombia se encuentra en el ciclo de valuación de la divisa. El Banco Central de Colombia cree que el nivel de 3.000 pesos colombianos por dólar es un nivel razonable de equilibrio.
2) Activos infravalorados o en procesos de liquidación serán parte de la realidad que corto plazo puede generar oportunidades a explotar: Las oportunidades en activos en dificultades, la reestructuración de capital, la implementación de estrategias de crecimiento regionales y los crecientes ingresos en dólares deberían compensar por la prima de riesgo de recursos propios en Colombia, situada por encima del 9%.
3) Una desmedida reacción a los retornos de la prima de riesgo en el corto plazo llevará a una fuga de capitales y una mayor necesidad de liquidez: Muchos de los fondos en los que ha invertido Colombia tienen su capital base denominado en dólares. El desajuste cambiario entre el peso y el dólar debería resultar en oportunidades secundarias y en el potencial de adquirir más activos a precios atractivos.
4) Falta de acceso a créditos de consumo y al capital de crecimiento, como resultado del estrechamiento de las políticas de crédito presentará oportunidades: Esto es especialmente cierto para las empresas de servicios financieros no bancarios. El acceso a fondos se espera que se reduzca para las empresas de servicios financieros no bancarios de pequeño y mediano tamaño.
5) Una participación prometedora en los sectores de crecimiento locales que sean capaces de beneficiarse de las condiciones actuales existentes: Sectores que sean capaces de beneficiarse de la substitución de las importaciones por productos producidos localmente como la agricultura, los textiles, el transporte público y las concesiones públicas denominadas en dólares.
6) La construcción financiada con fondos públicos puede que no sea una panacea, y que en realidad presente oportunidades en empresas con dificultades: Se espera que las oportunidades se den en dos segmentos de inversores, las firmas de construcción (que no tienen asegurada la concesión hasta que el proyecto es operacional y el pago depende en el servicio y la calidad requerida) y las firmas de financiación internacionales (como pudieran ser el interés despertado por los proyectos 4G en firmas como Goldman Sachs y Sumitomo).