El referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y las discusiones a favor y en contra han generado mucha incertidumbre de cara a la votación del 23 de junio. Al ser preguntada sobre la posible salida del Reino Unido, la directora del FMI, Christine Lagarde, aseguraba que “la incertidumbre es negativa por sí misma” (según recogía el Financial Times), añadiendo que “a los actores económicos no les gusta la incertidumbre. No invierten, no contratan, no toman decisiones en tiempos de incertidumbre».
El referéndum es considerado como un nubarrón para las inversiones potenciales en el Reino Unido hasta que la situación se aclare. No hay ningún precedente histórico de un estado miembro comparable abandonando el grupo. El CIO de Invesco en Henley, Nick Mustoe, analiza todos los ángulos de la situación con varios gestores de fondos de la firma: Mark Barnett, responsable de renta variable de Reino Unido; Jeff Taylor, responsable de renta variable europea, Mike Matthews, gestor de fondos de renta fija y Stephen Anness y Andrew Hall, gestores de fondos de renta variable global.
Nick Mustoe: ¿Qué probabilidad hay de que Reino Unido vote a favor de la salida de la Unión Europea?
Mark Barnett: Según las encuestas, parece que la votación está muy dividida, pero en cambio las apuestas dan una probabilidad bastante menor a esta opción. Ejemplos anteriores, como Escocia, Suiza o Escandinavia, nos sugieren que a la hora de votar los ciudadanos prefieren mantener el estatus quo.
Jeff Taylor: La pertenencia a la UE ha sido una política polémica desde hace mucho tiempo, aunque no ha sido hasta 2015 cuando se convirtió en un aspecto clave de las elecciones generales. Los que se oponen se centran en los problemas de inmigración, los costes financieros de formar parte de la UE y las limitaciones para alcanzar acuerdos comerciales con socios no comunitarios independientemente de la Unión Europea. Los que están a favor de la permanencia aluden a la facilidad para viajar dentro de la Unión (sin visados ni limitaciones), los beneficios económicos derivados de un gran mercado común y de la seguridad que proporciona el tamaño de la región cuando hay que enfrentarse a problemas globales. Estos aseguran que un “Brexit” podría genera incertidumbre económica y política, potencialmente podría quebrar el crecimiento y amenazar el estatus de Reino Unido como un gran centro financiero mundial. En todo caso, parece que el resultado será muy estrecho. De momento las encuestas hablan de una pequeña mayoría a favor de la permanencia en la UE.
Mike Matthews: Correcto. De momento los resultados indican eso, pero por supuesto hay también opciones significativas a favor de la salida.
Stephen Anness: Dado el éxito de las encuestas (o la falta de él) a la hora de predecir el resultado de las elecciones generales británicas de 2015, hay un peligro evidente en preguntar por segunda vez al electorado, especialmente cuando los resultados parecen estar tan cerca. Sin embargo, creemos que la actual situación económica favorable llevará a los electores a mantener el estatus quo. Además, hay muy poca información sobre el proceso de salida de la UE, como podría realizarse, lo que podría generar más votos a favor de la permanencia.
Nick Mustoe: ¿Cual es, en vuestra opinión, el grado de complacencia de los mercados con la perspectiva del Brexit?
Mark Barnett: Estoy preocupado por el impacto del referéndum en los mercados, más que nada porque a los mercados no les gusta la incertidumbre que genera cualquier votación. Además, el estrecho margen que reflejan las encuestas añade aún más incertidumbre. También estoy preocupado por el impacto de la votación en los niveles de inversión. En el caso escocés vimos una ralentización real de las inversiones y de la creación de empleo. También hay que mencionar la incertidumbre de las ramificaciones políticas posteriores al referéndum.
Jeff Taylor: Como bien dice Mark, a los mercados no les gusta la incertidumbre. No obstante, de momento la única muestra significativa de los temores por el Brexit ha sido el incremento de la volatilidad de la libra esterlina.
Andrew Hall: Efectivamente, el mayor impacto hasta ahora se ha producido en el mercado de divisas, donde la libra pierde un 13% desde sus máximos de 2015. Cierto es que desde sus mínimos de finales de febrero ha recuperado posiciones, pero en todo caso esperamos más volatilidad, dependiendo de los resultados que vayan mostrando las encuestas. La debilidad de la libra es un factor importante para las compañías que tienen una exposición significativa en Reino Unido. Desde la perspectiva de la renta variable, hemos visto una cierta debilidad en las small caps británicas, con más exposición al mercado doméstico. Sin embargo, el índice FTSE 100 es uno de los que mejor se comportan en Europa en lo que va de año.
Mike Matthews: De momento no parece que el Brexit esté jugando un papel principal en los precios del mercado de renta fija. Hemos visto algo de volatilidad en la libra, pero es difícil separar qué parte le corresponde al Brexit y qué parte se debe a la política del banco central. Por ejemplo, es un hecho que la libra se ha fortalecido en las últimas semanas por las políticas del BCE y de la Fed (ya que esperan mantener los tipos de interés en niveles bajos). El mercado de Gilts también parece relativamente relajado, con las rentabilidades a 10 años apenas por encima de los niveles de hace un mes. Evidentemente esto es una situación dinámica y según nos acerquemos al referéndum la volatilidad podría aumentar.
Nick Mustoe: ¿Cómo afectaría el Brexit a vuestros mercados y a la economía?
Mark Barnett: La economía británica es suficientemente sólida, con una fuerza laboral altamente cualificada, como para aguantar un voto a favor del Brexit, sin descartar una interrupción de las inversiones a corto plazo. Como han comentado ya anteriormente, es la libra la que soportaría la mayor parte de la presión. El mercado de valores británico tiene una gran exposición internacional –dos terceras partes de los ingresos de los miembros del FTSE 100 vienen del exterior (según datos de Lazarus Partnership)- por lo que, aparte de la volatilidad a corto plazo, el impacto debería limitarse a la debilidad de la libra esterlina.
Mike Matthews: Es muy difícil identificar el impacto de un solo factor en lo que ya es un mercado volátil. Dicho esto, independientemente de los argumentos a favor y en contra del Brexit, el resultado inmediato de un voto a favor de la salida de la UE generaría incertidumbre y, por tanto, volatilidad en los precios de los bonos. Los tenedores de bonos británicos no residentes y los bonos denominados en libras podrían sufrir desinversiones de cierta magnitud. Los inversores domésticos no serían tan sensibles al riesgo del Brexit, pero podría afectar al apetito global del mercado. Sí enfatizaría la presión a la que se vería sometida la libra. En el pasado esta divisa se ha mostrado muy sensible a la incertidumbre política, como durante el referéndum escocés o las elecciones generales de 2015. La salida de la UE sería negativa para las exportaciones británicas, al menos hasta que se establezcan nuevos acuerdos comerciales. Esto también sería negativo para la libra. En todo caso, estos efectos podrían ser contrarrestados por el Banco Central de Inglaterra (manteniendo los tipos de interés en niveles bajos).
Stephen Anness: Como inversores globales, lo cierto es que Reino Unido es un componente relativamente pequeño de los mercados a nivel mundial (alrededor del 7% del MSCI AC World Index). Sin embargo, la salida tendrían un impacto indudablemente importante en Europa y podría incluso generar un debate en otros países de la UE sobre su continuidad en el grupo. La economía británica podría sufrir por el aplazamiento de decisiones de inversión, aunque por otro lado podría beneficiarse de la depreciación de la libra, haciendo sus exportaciones más competitivas.
Jeff Taylor: El debate sobre el Brexit no ha provocado cambios en la estrategia del equipo de renta variable europea, que se centra en las valoraciones. Desde nuestro punto de vista, la política europea no debería confundirse con el concepto de invertir en renta variable europea. Podrían producirse otros efectos colaterales en el resto de Europa, pero es importante decir que: 1) El Brexit está todavía lejos de producirse; 2) Es muy prematuro/inapropiado especular sobre cómo podría ser el acuerdo que podría producirse entre Reino Unido y el resto de la UE y sobre el impacto real que ello tendría.
Nick Mustoe: Para las empresas que forman parte de vuestra cartera, ¿qué costes y beneficios tendría una potencial salida de la UE del Reino Unido?
Mike Matthews: Para las compañías británicas que exportan a la UE (y viceversa), un voto a favor de la salida generaría sin duda alguna un periodo de incertidumbre y volatilidad, al menos hasta que los términos del futuro comercio se aclarasen (y esto podría llevar algún tiempo). Las perspectivas a largo plazo dependerán de los acuerdos que puedan alcanzarse. Pero muchas de las compañías en nuestro universo de inversión, tengan su sede o no en el Reino Unido, tienen operaciones y generan ingresos en múltiples mercados, por lo que el impacto podría variar. De forma general, construimos nuestras carteras mediante el análisis de las fortalezas y debilidades fundamentales de las compañías, una evaluación de la relación rentabilidad/riesgo del bono en sí y el nivel de mercado. Donde pensamos que el riesgo de un bono puede aumentar por la incertidumbre sobre la continuidad en la UE, tenemos eso en cuenta. No obstante, es algo que debe ser evaluado caso por caso.
Jeff Taylor: Las participaciones en empresas británicas en nuestras carteras pan-europeas tienen una elevada exposición a flujos del exterior del Reino Unido; son fundamentalmente empresas de gran capitalización, muy internacionalizadas, para las que el Brexit podría ser relativamente poco importante. La exposición pura al mercado doméstico británico es relativamente limitada hoy.
Mark Barnett: Creo que la debilidad resultante de la libra tendrá un impacto positivo en los resultados de las compañías que forman parte de nuestras carteras gracias a sus resultados internacionales. Entre las destacadas citaría a tabaqueras, petroleras y farmacéuticas. Las compañías con exposición al mercado de oficinas de Londres podrían experimentar una cierta debilidad en sus cotizaciones. Creo que para ciertos sectores, como las aerolíneas británicas de bajo coste, una potencial salida no sería la mejor solución, pero en todo caso están evaluando y desarrollando estrategias para tener esto en cuenta.
Andrew Hall: A corto plazo, todos esperan que una decisión de abandonar la UE cause volatilidad en la renta variable y en la libra, tanto por la incertidumbre de “caminar solo” como por las largas negociaciones requeridas para establecer acuerdos comerciales, incluyendo los cambios legales y regulatorios necesarios. Dada la falta de precedentes, estas negociaciones podrían dibujar una situación que generase volatilidad durante un tiempo. En cuanto a las posiciones en nuestras carteras, somos especialmente conscientes del impacto de las empresas centradas en el mercado doméstico británico. También evaluamos la exposición que tienen las empresas no británicas en el Reino Unido y cualquier impacto que esto podría tener.