La nueva volatilidad junto con los cambios económicos y de mercado pueden cambiar el curso de las estrategias de inversión de largo plazo. 2018 ya marcó un claro cambio para los inversores: después de casi dos años de mercados extrañamente complacientes, economías robustas y rendimientos relativamente moderados, el riesgo ha vuelto al mercado ofreciendo niveles de volatilidad más elevados y normalizados. ¿En qué estrategias se deberán fijar ahora los inversores?
En opinión de Allianz GI, en el pasado, la estrategia buy the dip, que fue utilizada por muchos inversores, funcionó bastante bien. “Pero a medida que avanzamos en este ciclo, podemos seguir viendo un cambio de buy the dip hacia una gestión más selectiva, táctica y activa. El impulso económico máximo y las tasas de interés potencialmente en alza, junto con las recientes incertidumbres en torno al comercio mundial, los aranceles y el déficit de Washington probablemente mantendrán la volatilidad elevada este año”, explica la gestora.
La gestora prevé un claro cambio psicológico en los mercados ante ese aumento de volatilidad. Por un lado detecta que la revisión al alza de las ganancias y del PIB de los Estados Unidos han ayudado a generar un sentimiento positivo en los mercados de renta variable. “Sin embargo, recientemente hemos empezado a ver cómo esas revisiones al alza se estancan y cada vez es más complicado ver un subidas sorprendentes o muy fuertes desde los niveles actuales”, matiza en su último informe.
Los otros tres elementos responsables de este cambio de sentimiento, a ser más producentes y esperar menos alzas, serán la evolución de los tipos de interés y los efectos que pueda tener la reducción del balance de la Fed.
Según explican desde Allianz GI, “los inversores se enfrenta una realidad clara: la subida de tipos de la Fed. Así que el mercado está comenzando lentamente a poner precio a la probabilidad de que la Fed suba las tasas al menos tres veces en 2018. Además de las alzas en las tasas, estamos viendo una reducción de su balance, y por lo tanto, las subastas del Tesoro de los Estados Unidos que están por encima del tamaño promedio y necesitan ser absorbidas en el mercado. Estas fuerzas, combinadas con expectativas inflacionarias en aumento gradual, han creado una presión al alza sobre las tasas”.
Estar en la vanguardia
En este contexto, Allianz señala seis “maneras de mantenerse por delante” para ganar la baza al mercado.
- La renta variable aún tiene brillo.La gestora continúa favoreciendo la renta variable, que considera que puede funcionar bien en un ciclo de subida de tipos, a pesar de la volatilidad.
- Quedarse con los grandes ganadores. En su opinión, dentro de la renta variable, las activos growth y de empresas de gran capitalización siguen superando. Y en un entorno potencialmente inflacionario, ambos pueden continuar haciéndolo bien. Nuestra convicción radica en la historia a largo plazo de «ganadores de la interrupción», particularmente en tecnología y cuidado de la salud.
- Tener en cuenta la valoración. “Durante este ciclo, las tenencias de valores probablemente mostrarán señales de liderazgo en el mercado, permaneciendo atractivamente valoradas en comparación con los niveles históricos”, advierte Allianz GI que considera que esas compañías podrían beneficiarse además de la reforma tributaria y el gasto en infraestructura prometido por Donald Trump.
- Mantener el high yield. Dentro de la renta fija, al gestora sigue favoreciendo las estrategias de duración corta y, como no ven un aumento en los incumplimientos a corto plazo, también los valores high yield, que los consideran aún atractivo.
- Con la vista puesta en el exterior. Otro elemento que considera importante, es que los inversores estén atentos a las tendencias internacionales, tanto en renta variable como en fija. “Preferimos Europa en renta variable por las valoraciones y acceso a dividendos, Asía para las acciones growth y los mercados emergentes en general para la renta fija y las estrategias income”, destaca la gestora.
- Activos alternativos. Por último, en su opinión, los inversores deberían aumentar gradualmente sus estrategias alternativas, en particular aquellas que no están correlacionadas con el mercado de renta variable.